violencia machista

Los policías de Zaragoza se preparan para abordar la creciente violencia sexual entre adolescentes

La socióloga Carmen Ruiz explica a policías y guardias civiles en Zaragoza y cómo abordar las distintas violencias machistas

La primera conferencia fue impartida por la socióloga Carmen Ruiz Repullo, la segunda por la izquierda, junto a la delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano y el subdelegado en Zaragoza, Fernando Beltrán, que clausuró la jornada.
La primera conferencia fue impartida por la socióloga Carmen Ruiz Repullo, la segunda por la izquierda, junto a la delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano y el subdelegado en Zaragoza, Fernando Beltrán, que clausuró la jornada.
Delegación del Gobierno en Aragón

Carmen Ruiz Repullo, profesora y socióloga especializada en violencia de género en jóvenes y adolescentes impartió este miércoles una conferencia a decenas de policías nacionales, locales y guardias civiles en una jornada formativa organizada por la Delegación del Gobierno en Aragón en la sede del Instituto Aragonés de la Juventud.  Sus ejemplos sobre cómo abordar las violencias machistas calaron en un auditorio que a diario trata con agresores y víctimas. El objetivo era dotarles de herramientas no solo para prevenir sino también para detectar los casos e intervenir a posteriori.

La socióloga quiso transmitirles su preocupación sobre la realidad que están encontrando en la adolescencia y la juventud sobre las distintas manifestaciones de la violencia hacia las mujeres. "Estamos hablando no solo de la violencia en el entorno de la pareja, sino en las relaciones sexuales y en la ciberviolencia a partir de los instrumentos tecnológicos", manifestó.

Carmen Ruiz alertó del «retroceso» que están apreciando en un alto porcentaje de adolescentes, especialmente masculinos. «Lo que ocurrió en el colegio Mayor de Madrid es un ejemplo de ese retroceso.  A quienes llevamos muchos años trabajando en esto no nos sorprendió, porque es una consecuencia de algo que llevamos denunciando hace tiempo», indicó. 

Expuso que están viendo «mucha violencia sexual» en la juventud que se está normalizando. «Las chicas siguen teniendo miedo a la hora de salir; seguimos enfocando las agresiones sexuales hacia el ‘ten cuidado’ como chica y no tanto hacia el ‘ten cuidado con no agredir’ como chicos. Este es el cambio que debemos de dar como sociedad», manifestó.

La profesora cordobesa considera que hay que estudiar más al agresor y no tanto a la víctima. «Lo que no debemos hacer, especialmente en los medios de comunicación, es patologizar a los agresores sexuales porque no son monstruos ni son enfermos. Son, al final, como yo les llamo, hijos sanos de un sistema machista que los sigue arropando. Si lo hacemos estamos enfermando un comportamiento que es mucho más común, porque podríamos decir que los ciento y pico jóvenes del colegio Mayor de Madrid son patológicamente agresores y no lo son», explicó. Apostó igualmente por cambiar el enfoque: «Hay que plantear que no solo tenemos 35 mujeres asesinadas sino que tenemos 35 asesinos de mujeres».

Para lograrlo es fundamental «la prevención y sensibilización desde la escuela, la familia y desde la sociedad». La experta recalcó que eso no significa que la escuela sea la responsable de acabar con todo esto, pero es fundamental. Por esa razón destacó que la nueva ley de Educación establece que la educación en igualdad sea un elemento transversal del currículum, al igual que la educación sexual, y que es preciso trabajar con los profesionales que están con adolescente para que sepan detectar la violencia.

Por su experiencia, la «gran cifra negra» de la violencia sexual está en las «relaciones de pareja heterosexuales». «No se denuncia lo que ocurre en la pareja. Y no todas las chicas que sufren violencia sexual son atacadas en un sitio solitario por un desconocido. La encuesta de violencia de 2019 nos dice que la mayoría de quienes agreden, en torno al 60%, son personas conocidas del entorno de la víctima», explicó.

Preguntada sobre la nueva Ley de Garantías de la Libertad Sexual, más conocida como ley de ‘solo sí es sí’, se refirió a cómo la sociedad ha construido el consentimiento. "Hay muchas veces que estamos consintiendo sin desear. El consentimiento en sí es un concepto muy tensionado. No significa que siempre que consintamos estamos deseando y que no haya asimetrías de poder entre quien demanda y quien acepta. Hay que evidenciar esas asimetrías de poder", manifestó. 

La nueva ley ha provocado rechazo en ciertos sectores de la sociedad e incluso en operadores jurídicos que han mostrado sus dudas a la hora de aplicarla. La respuesta de Carmen Ruiz es clara: "¿Por qué hay miedo a una ley? Yo no tengo miedo de que exista una ley de delitos fiscales porque pago mis impuestos. Cuando hay miedo a que una ley evidencie una estructura de poder es que a lo mejor estamos legitimando esa estructura de poder". 

Carmen Ruiz Repullo (Córdoba, 1976) es una socióloga española especializada en violencia de género en adolescentes y jóvenes, galardonada con el Premio Meridiana en 2017. Imparte formación en materia de género y prevención de la violencia de género para profesorado, alumnado, familias y personal técnico de administraciones públicas. Ha realizado labores de consultoría para distintos organismos públicos como la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), el
Carmen Ruiz Repullo (Córdoba, 1976) es una socióloga española especializada en violencia de género en adolescentes y jóvenes, galardonada con el Premio Meridiana en 2017. Imparte formación en materia de género y prevención de la violencia de género para profesorado, alumnado, familias y personal técnico de administraciones públicas.
Delegación del Gobierno en Aragón

Al intentar explicar por qué permanece la cultura de la violación en la sociedad y dónde y cuando se produjo ese retroceso, la socióloga explicó a este diario que en España se produjo un cambio fundamental en el ámbito legislativo con las leyes de 2004 y 2007.  

"Nuestro país estaba liderando a nivel internacional las políticas de igualdad. El culmen de todo se produjo el 8 de marzo de 2018, cuando hubo una huelga reproductiva y dijimos: si nosotras paramos se para el mundo. Y ahí el sistema de poder vio que podíamos alcanzar lo que buscamos que es la igualdad, solo la igualdad. Entonces llega un momento en que pensaron que estas (y también algunos de estos) pueden conseguirlo. Y claro, ningún sistema de poder se queda quieto al perder el poder". 

"Para alcanzar la igualdad hay una parte que tiene que renunciar a los privilegios y otra, asumir derechos"

La pandemia llegó para frenar los avances y el poder "puso todos los algoritmos machistas y patriarcales al servicio de las redes". "Empezó a decir a todos los hombres que la culpa de todos los males que padecían la tenían la políticas de igualdad y especialmente las feministas. Y es un discurso muy fácil de estómago, no de cabeza ni de análisis crítico y teórico, sino un discurso rancio, vacío de contenido pero que al final satisface a ese tipo de personas que deciden que de todo lo que les pasa la culpa la tienes tu", 

Ante la pregunta de si el problema de cómo incorporar a los hombres a las políticas de igualdad y al discurso feminista la socióloga subrayó que es importante no perder de vista que para alcanzar la igualdad hay una parte que tiene que renunciar a los privilegios. "La igualdad no se alcanza con un sobreesfuerzo de las mujeres por llegar a donde están los hombres, porque eso se llama igualación, la igualdad se alcanza mediante la renuncia de privilegios por una parte y la asunción de derechos por la otra. Y eso no es fácil". 

En sus clases con adolescentes y jóvenes, Carmen Ruiz se caracteriza por los numerosos ejemplos que pone y en los que las alumnas, normalmente, suelen identificarse y revelar situaciones de violencia que están sufriendo o han sufrido. Por eso resalta la importancia de poner por delante el relato sobre el dato. 

"Es algo que hizo Ana Orantes y es lo que la periodista Cristina Fallarás pone encima de la mesa. La primera dijo a mí me está pasando esto, esto y esto. Y muchas mujeres en sus casas dijeron: y a mí también". Afirma que lo mismo ocurrió con el movimiento Me Too (en español: «Yo también"), la víctima de La Manada o el hashtag que Cristina allarás lanzó en abril de 2018 #Cuéntalo

"Esto no es un problema de cada una es un problema social. Y la identificación con lo que ocurre es lo que da la vuelta al problema. Es poner encima de la mesa lo que hemos sufrido. Esa macroencuesta que dice que el 57% de las mujeres hemos sufrido violencia sexual es irreal. Son muchas más, si ponemos el 99,9% si no la totalidad, igual acertamos. Y lo sabemos".

Encontramos a chicos adolescente que dicen ‘Es que ahora todo es violencia maestra y no voy a poder piropear’, pues no, claro que no. Porque antes estaba legitimado en nuestro país que si una mujer era infiel el marido podía agredirla. Era legal. Hoy es legal que tú increpes a una chica que va por la calle ¿por qué?, los privilegios se tienen que acabar porque si no, no llegamos a la igualdad y lo que estamos haciendo es maquillarla".

Para detectar los casos de violencia, Carmen Ruiz entiende que lo más importante en la familia tiene que ver con la confianza. "Es clave hablar con nuestros hijos y que vean la igualdad y el reparto de roles in situ; que vean que la palabra de su madre vale lo mismo que la de su padre. Que no hay un aprovechamiento de una de las partes".  

En cuanto a la pornografía, la socióloga cordobesa considera que es una forma de violencia hacia las mujeres, al igual que la prostitución. Y cree que no se puede tener una ley de violencia por un lado y permitir la pornografía y la prostitución por otro. "Aquí tenemos que acabar con la hipocresía en nuestro país. Hay una industria del sexo que está atentando contra las mujeres y por lo tanto la prostitución y la  pornografía se deberían prohibir y esta última no debería estar a golpe de click en una sociedad que tiene una ley de violencia". 

1.846 mujeres en el sistema Viogén en Aragón

En la jornada participó la delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano, quien destacó la importancia de unir recursos y trabajo para fortalecer las herramientas para proteger a las víctimas. Señaló que la violencia machista va evolucionando y se detectan cada día nuevas formas que se están camuflando en la socialización que tienen nuestros jóvenes tanto en las relaciones sexuales como en las sociales. 

Rosa Serrano informó de que en estos momentos 1.846 mujeres de Aragón (1.299 de ellas de la provincia de Zaragoza) reciben protección en el marco del Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Viogén). Al sistema están adscritos 13 municipios y están en trámite Tarazona y la capital aragonesa.

Serrano reiteró la necesidad de reforzar todas las herramientas de protección de las víctimas y promover entre los jóvenes actitudes positivas en favor de la igualdad y en contra de cualquier violencia hacia las mujeres

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión