Violencia de género

El 15,5% de las mujeres aragonesas dice haber sido víctima de violencia sexual

Es una de las conclusiones de dos estudios del Instituto Aragonés de la Mujer, que también señalan que un 40% de hombres no perciben la violencia de género que dicen sufrir el 28,6 % mujeres.

Sanidad enviará una partida económica para las víctimas del maltrato
Los datos se extraen de una encuesta telefónica con mil personas, de ellas 510 mujeres, mayores de edad, realizada entre el 19 de noviembre y 3 de diciembre de 2018

Un 15,5% de las mujeres aragonesas, lo que supone 103.000, dicen haber sufrido en algún momento de su vida violencia de carácter sexual (acoso, abuso o agresión). Así se desprende de las conclusiones de dos estudios impulsados por el Instituto Aragonés de la Mujer en cumplimiento del Pacto de Estado en materia de Violencia de Genero.

Casi el 40 % de los hombres en Aragón piensa que la violencia ejercida contra la mujer no existe o es poco frecuente, mientras que un 28,6 % del colectivo femenino asegura haber sufrido uno o varios tipos de violencia.

Estos estudios han sido realizados por un equipo de investigadores de la Universidad de Zaragoza y que este jueves han presentado su coordinador, Santiago Boira, y la directora del IAM, Natalia Salvo.

Para Boira, el número de mujeres que ha padecido violencia sexual es "significativo", porque además supone 1,8 puntos más que lo reflejado en la encuesta estatal de 2015.

En este caso se trata de una encuesta telefónica con mil personas, de ellas 510 mujeres, mayores de edad, realizada entre el 19 de noviembre y 3 de diciembre de 2018 y con la que se han realizado dos estudios, uno sobre violencia sexual contra las mujeres en Aragón y otro sobre la percepción de la violencia contra este colectivo.

De los datos extraídos, para Salvo el que "preocupa más" es que el 72,2 % de las mujeres víctimas de violencia sexual no pidió ayuda ni acudió a ningún lugar, es decir, no lo denunció, algo que relaciona con el hecho de que una gran mayoría de estas agresiones se producen en el entorno cercano y en el 38 % de los casos fue cometida por el marido o pareja.

En el 17,7 % de los casos fue el jefe o compañero de trabajo, en un 16,5 % conocidos o amigos, en un 15,2 % por un hombre desconocido y en un 10,2 % por un padre, padrastro o alguien del círculo familiar cercano.

A consecuencia de la agresión sexual, el 53 % de las encuestadas padecieron ansiedad o estado de shock, el 26,6 lesiones físicas externas y el 7,6 % internas; un 85,4 sufrieron rabia y el 81 % impotencia, y un 5,7 % denunció haber sufrido acoso sexual en el trabajo o lugar de estudio.

Entre los motivos por los cuales los hombres agreden sexualmente a las mujeres figuran el no aceptar el rechazo (89,1 %), tratar de controlar o someter a las mujeres (87,7 %), el consumo de alcohol y drogas (82 %), problemas mentales (64,7 %), no poder controlar impulsos sexuales (54,2 %) o haber padecido abusos sexuales en la infancia (45,6 %).

En el ámbito de la percepción, el 71 % de los encuestados reconoció que existen grandes desigualdades entre hombres y mujeres, pero para el coordinador del estudio, "lo significativo" es que el 29 % no lo ve.

El 20 % de los hombres consideró que presionar a la pareja a mantener relaciones sexuales no es una violación y entre los de más edad, el 22 % piensa que si una mujer sale sola o viste de manera provocativa tiene parte de culpa si es agredida sexualmente.

Un 81 % cree que las mujeres que sufren una agresión sexual no lo denuncian y atribuyen al miedo como el principal motivo para no hacerlo.

Sin embargo, un 50,6 % de los hombres y un 32,4 % de las mujeres piensan que el 41 % de las denuncias son falsas, lo que la directora del IAM relaciona con el "discurso ideológico que termina calando entre la opinión pública" y que, ha recordado, es el argumento que "se ha utilizado para deslegitimar la ley contra la violencia machista".

De los datos de la encuesta se refleja que no existe un perfil diferenciado de la mujer que sufre cualquier tipo de violencia, así como que existe una mayor probabilidad de sufrir maltrato físico o psicológico en las mujeres de origen extranjero y de padecer maltrato económico si se tiene una discapacidad superior al 33 %.

El estudio también analiza la respuesta institucional que se da en estas circunstancias con la conclusión de que las expertas creen que los procedimientos penales son largos, frustrantes y generan victimización secundaria, que la red de recursos para tratar a las víctimas de violencia sexual es insuficiente y que no se están obteniendo resultados proporcionales al aumento de los recursos.

También se incide en que la educación afectivo-emocional y afectivo-sexual es insuficiente, motivo por lo que Salvo ha incidido en la necesidad de incluir este tipo de educación en el sistema educativo, ya que los adolescentes se están formando con pornografía y generando "patrones muy perversos en torno a la sexualidad". 

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