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El rey del ‘simpa’ pasa de ir al juicio por no pagar a un taxista y al último hostelero estafado en Zaragoza

Las dos víctimas coincidieron este lunes en el juzgado y la Fiscalía pidió dos penas de 600 € de multa para el acusado, que no se presentó. 

Antonio Grimal Marco, en la Audiencia de Zaragoza.
Antonio Grimal Marco, en la Audiencia de Zaragoza.
Guillermo Mestre

Antonio Grimal Marco, conocido como el rey del ‘simpa’, no solo tiene el hábito de no pagar en bares, restaurantes y últimamente las carreras de taxi. También acostumbra a no presentarse a los juicios que se celebran contra él por las denuncias de las víctimas de sus estafas. Dos de ellas coincidieron este lunes casualmente en la Ciudad de la Justicia y ambas se quedaron con las ganas de ver la cara de nuevo al tipo que se aprovechó de su trabajo sin despeinarse.

Uno de los afectados era José Luis Z. R., taxista de Radio Taxi 75 Cooperativa, que había sido citado a las 10.10 en el Juzgado de Instrucción número 9. Mientras esperaba pacientemente con su abogado y cuando estaba a punto de llegarle el turno, se percató de que antes que él había sido citado José Miguel L. M., dueño del restaurante Sentinel, donde Grimal había estado comiendo muy bien el pasado 7 de julio. En total, con los dos whiskys con cocacola que se bebió en la sobremesa la cuenta subió a 30,20 euros.

Como todas las partes comparecieron en la vista, incluidas dos abogadas del turno de oficio que habían sido convenientemente designadas para velar por los intereses de Antonio Grimal, el magistrado Eduardo López Causapé decidió celebrar el juicio en ausencia del acusado.

El relato del primer perjudicado no pudo ser más claro: «Al terminar de comer, se salió a las mesas de la terraza y pidió un whisky. Se lo bebió rápido y pidió un segundo. Su comportamiento empezó a extrañarme. Le dije al camarero que le sacara el tique para que abonara el importe, pero él lo cogió y lo rompió. Salí yo con otro nuevo y me dijo que no iba a pagar», declaró el hostelero ante el juez. Por este hecho, el fiscal solicitó que se impusiera al acusado una condena de dos meses de multa, a razón de 10 euros diarios (600) por un delito leve de estafa, más el pago de los 30,20 del importe de la comida.

El taxista José Luis Z. L., junto con su abogado, Carlos Álvarez de Eulate, este lunes tras el juicio.
El taxista José Luis Z. L., junto con su abogado, Carlos Álvarez de Eulate, este lunes tras el juicio.
Heraldo

Acto seguido comenzó el juicio por la deuda al taxista. El chófer ratificó que Grimal contrató sus servicios a las dos de la madrugada del sábado pasado en la avenida de Valle de Broto para que lo llevara a la entrada principal del Hospital Clínico. «Al llegar me dijo que no llevaba dinero. Le pregunté que entonces por qué había pedido un taxi y me respondió que porque tenía que ir hasta allí», expuso. Dijo que llamó a la Policía Local y el pasajero esperó «sin inmutarse» la llegada de los agentes. «Estaba de lo más tranquilo del mundo», añadió.

El fiscal pidió una pena similar a la anterior y su abogado, Carlos Álvarez de Eulate, del despacho de Marco Antonio Navarro, solicitó tres meses de multa (1.080 euros), el pago de los 12 euros del servicio y las costas. En el caso de no pagar la multa, cada dos cuotas impagadas serán sustituidas por un día de prisión. Esta responsabilidad subsidiaria ha sido la causa de que Grimal entrara una temporada en la cárcel, como le pasó en abril. 

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