Zaragoza

La compra de 13 solares y cámaras de seguridad no termina con el problema de raíz de Pignatelli

PP-Cs adquiere otras cinco parcelas, instalará cinco dispositivos más y cambiará 600 luminarias. Los vecinos piden "dejarse de parches"y exigen "un verdadero plan de futuro" para el barrio.

Basura acumulada en el solar situado junto al número 76 de la calle de Ramón Pignatelli
Basura acumulada en el solar situado junto al número 76 de la calle de Ramón Pignatelli
Toni Galán

La compra de 13 solares y de hasta 13 cámaras de seguridad –ocho ya instaladas y otras cinco que entrarán en funcionamiento en el último trimestre– no termina con el problema de raíz del entorno de la calle de Pignatelli. La asociación Calles Dignas y la Plataforma de afectados del Gancho y Pignatelli piden "dejarse de parches y comisiones" y "empezar a actuar de verdad" para "recuperar el barrio", marcado por graves problemas de convivencia, seguridad y degradación urbanística.

La violenta pelea tumultuaria con cuchillos y machetes de principios de mes, en la que fueron detenidas cuatro personas, demuestra, según los vecinos, el "poco o nulo efecto" que han tenido las acciones emprendidas hasta el momento. "Seguimos teniendo okupas y solares repletos de basura. Cada semana hay una cosa u otra y ahora, con el buen tiempo, los problemas se agudizan aún más. Hay días de ruidos, gritos y altercados hasta las cinco de la madrugada", afirma Javier Magén, presidente de la Plataforma de afectados del Gancho y Pignatelli. En idénticos términos se pronuncia Carlos Blanco, de Calles Dignas, que pide multar a los propietarios de los edificios abandonados."Si nadie les obliga a rehabilitar, las viviendas se convierten en pasto de una okupación en condiciones indignas. Tapiar una no soluciona nada, ya que, acto seguido, pasan a la de enfrente", manifiesta.

Los colectivos ponen como ejemplo el número 43 de la calle de Pignatelli. "Tendría que cerrarse por completo. Urge que el Ayuntamiento siga adquiriendo edificios y que llegue a acuerdos con la Sareb", indica Magén.

Ambos piden "la implicación de la DGA" para cambiar la ley de Vivienda y evitar los problemas de okupación y un "verdadero plan de futuro" para la zona. "Ahora tenemos uno aprobado, pero sin plazos y con presupuestos ambiguos", añade Blanco.

Fruto de este plan, el Ayuntamiento ha cerrado recientemente la compra de cinco solares, sumando 13 en lo que va de año, y negocia hacerse con otros diez. Los nuevos son "los que están en Miguel de Ara 38, Zamoray 17 y 17 duplicado, Mariano Cerezo 4 y Pignatelli 88", precisa el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano. En total, el Consistorio ha invertido alrededor de 2,7 millones de euros, y ha hecho propuestas para adquirir otras diez parcelas, encontrándose en este momento "a la espera de respuesta".

En lo que respecta a la iluminación, confían en que pronto habrá nuevos avances con la presentación del plan ‘Ilumina Pignatelli’, que contará con un presupuesto de 638.844 euros, unos 138.000 más de los inicialmente previstos. La intención es renovar por completo alrededor de 600 luminarias con tecnología led. Serán luces de mayor calidad y potencia que irán más allá de los puntos ya existentes. El Ayuntamiento iluminará edificios, monumentos y fachadas para realzar el patrimonio y dar una mayor sensación de seguridad. Según Serrano, se incidirá "en las zonas peor iluminadas en la actualidad, que son también las más conflictivas". "Se empezará a ejecutar en septiembre y a finales de año o principios de 2023 será una realidad", afirma.

También hay novedades sobre las cámaras, cuya efectividad está cada vez más cuestionada por los vecinos. El concejal y presidente de la junta de distrito del Casco Histórico Alfonso Mendoza confirma que el Consistorio ha iniciado los trámites para instalar hasta cinco más; equipos que estarán en funcionamiento "antes de acabar el año" y que se unirán a los ocho ya existentes. Aunque hará falta "afinar" la localización, pedir todos los permisos y llevar la propuesta a la comisión de la Subdelegación del Gobierno en Zaragoza, la intención –una vez escuchadas las propuestas vecinales–, es ubicar las nuevas cámaras en torno al número 61 de la calle de San Pablo, en la esquina de Cerezo con Conde Aranda, en las inmediaciones de la plaza de San Pablo y en la calle de Aguadores enfocando o bien a la calle de la Morera o hacia Casta Álvarez. También se estudia reforzar las unidades ya instaladas en la calle de Pignatelli para evitar que sean vandalizadas.

Estas, según Mendoza, serían "las últimas cámaras que se colocarían en la legislatura". A la hora de valorar su papel, el presidente de la junta de distrito recalca que "son un elemento disuasorio más", de ahí que resulte imprescindible "seguir impulsando acciones como la compra de solares que está llevando a cabo Urbanismo, los refuerzos de limpieza o la sustitución del alumbrado". "Lo importante es crear unas condiciones suficientes para que quien quiera pueda arraigar sin ningún problema en el Casco", subraya.

Para los vecinos, sin embargo, las cámaras han sido "parches" que "no han solucionado el problema de fondo". "Podrían ser una herramienta valiosísima, pero ni siquiera sabemos si se están revisando. Hemos pedido información, pero no nos dicen nada. Aclarar simplemente si han grabado o no un determinado altercado no rompe ningún secreto sumarial", apunta Carlos Blanco.

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