tribunales

Condenados 8 de los 9 menores detenidos por pertenecer a la banda criminal DDP en Zaragoza

La juez absuelve a uno de ellos que actualmente cumple ocho años de internamiento cerrado en el centro de Juslibol como autor del asesinato de Sami Hamidi en la calle Princesa en 2018 

La Policía Nacional detuvo a este presunto miembro de los DDP en el barrio de San José de Zaragoza
La Policía Nacional detuvo a este presunto miembro de los DDP en el barrio de San José de Zaragoza
Oliver Duch

Ocho de los nueve menores detenidos junto a otros 14 adultos por la Policía en marzo de 2021 por formar parte de la peligrosa organización criminal Dominican Don’t Play en Zaragoza han sido condenados por un delito de asociación ilícita. A seis de ellos, la titular del Juzgado de Menores número 2 les ha impuesto medidas de entre once y doce meses de libertad vigilada y a un séptimo lo sanciona con un año de internamiento en régimen semiabierto en un centro de reforma.

La medida más severa se la impone a J. J. R., que ahora tiene 19 años y que ya cumple condena como cooperador necesario del asesinato del joven Sami Hamidi, cometido en la calle Princesa de la capital aragonesa el 17 de septiembre de 2018. La magistrada lo castiga con doce meses de internamiento en centro cerrado, los tres últimos en libertad vigilada.

La sentencia absuelve al noveno detenido, F. M. G. S. precisamente al autor del asesinato de Hamidi, quien murió desangrado por una cuchillada que le asestó en lo que entonces se barajó que fue un rito de entrada en la banda criminal. Entonces el menor fue condenado a 8 años de internamiento por el crimen,

La Fiscalía solicitaba ahora para él cuatro años de internamiento, mientras que su abogado, Alejandro Giménez, pedía la absolución alegando que ya fue absuelto del delito de asociación ilícita al no quedar probado. La juez considera que, en la fecha en que fue detenido tampoco se ha demostrado que ya estuviera dentro y juez lo exonera de responsabilidad en esta causa.

Salvo F. M. G. S. y J. B. S. P., defendido por el letrado Bartolomé Arranz, el resto de los enjuiciados reconoció los hechos y sus abogados, entre ellos Susana Barca, Cecilia Melcón o Luisa Antonia Medina o Patricia Solanas, se conformaron con la petición de la Fiscalía. 

Con esta sentencia y la dictada en su día por la Audiencia Provincial de Zaragoza contra los 14 adultos –sancionados a penas leves gracias a un acuerdo de la Fiscalía con las defensas– y los 9 menores culmina una importante y complicada investigación policial que perseguía desarticular la organización de los DDP en la capital aragonesa. De hecho, entre los arrestados estaban los líderes del grupo y los menores designados para sucederlos en el caso de que entraran en prisión durante muchos años.

La juez declara probado que J. J. R. era el contacto de Miguel Santiago Lerma Vallejo, uno de los líderes de la banda, a quien este informaba de las actividades de la organización a través de un teléfono móvil introducido ilegalmente en el centro de menores. La Policía grabó una conversación en la que Lerma (condenado a 4 años por acuchillar a un joven en el Parque Grande) proponía a J. J. R. para la dirección de la banda si era necesario. Mientras, el menor informaba al adulto de los acontecimientos del centro de reforma de Juslibol.

El resto de los encausados estaban encargados de otras tareas, como transacciones de droga. Pero, sobre todo, lo que se desprendió de la investigación es su plena y clara disposición a enfrentarse violentamente con jóvenes de la banda rival, los Black Panther, o con quien fuera. De hecho, varios de ellos ya han sido detenido por portar armas peligrosas como machetes o participar en peleas tumultuarias.

El lugar de actuación del grupo es principalmente el barrio de San José (plaza Mayor, parque de la Granja y parque de la Memoria). La Policía concluyó que los DDP (banda declarada ilegal por el Tribunal Supremo) disponen de armas, cuentan con una caja común para financiarse con dinero de la venta de drogas y nutren sus filas con menores que captan en los institutos.

Según la investigación policial, los DDP se establecieron en 2009 en Zaragoza como ‘coro’ o ‘capítulo’ dependiente de la banda en Madrid, con quien mantienen contactos para proveerse de armas y colaborar en acciones violentas contra grupos rivales, como los Black Panther (BP), también presentes en la capital aragonesa.

El titular del Juzgado de Instrucción 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, mantiene abierto un proceso contra siete miembros de los DDP por la presunta violación grupal de una joven.

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