patrimonio

Un edificio histórico entre quitamiedos

Esta estación eléctrica se emplaza entre las dos direcciones de la carretera N-330, a la altura de la Academia General Militar de Zaragoza.

Son miles los vehículos que circulan cada día por la conocida como carretera de Huesca, la N-330. Nada más salir de Zaragoza con dirección a tierras oscenses o justo antes de entrar en la capital aragonesa por el norte, en las inmediaciones de la Academia General Militar, se descubre un edificio de carácter industrial que puede pasar un tanto desapercibido. Y eso que está en medio de la carretera, además literalmente, porque se encuentra entre las dos direcciones.

Unos rótulos en cerámica blanca con borde azul desvelan su origen: "Estación transformadora. Eléctricas Reunidas de Zaragoza. SL". Tras los grafitis que ensucian el ladrillo caravista se esconde un inmueble catalogado de interés arquitectónico. De "funcionalidad industrial" y estilo "postmodernista", lo describen en su informe histórico artístico.

Esquema de la estación transformadora de la carretera de Huesca.
Esquema de la estación transformadora de la carretera de Huesca.
K.U.

La parte central del edificio, que tiene forma de L, destaca por su altura y cubierta de madera a doble vertiente. "Remite a una tendencia de arquitectura industrial que triunfaba en la época, con testero o piñones, herencia de la arquitectura centroeuropea", señala María Pilar Poblador, profesora del departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza. La arquitectura fabril en esos años era un concepto relativamente nuevo, ya que la segunda revolución industrial había terminado hacía algo más de una década.

En fachada de dirección hacia Zaragoza, se observa una puerta en arco rebajado, enfatizada por la decoración con motivos florales y geométricos. En dos rectángulos, a ambos lados de la puerta, se concentra esa ornamentación que se completa con un frontal donde aparece el año de la proyección, 1926. Esta solución decorativa era recurrente por su bajo coste y su remate resultón.

Trazos de la decoración de la antigua estación transformadora de la carretera de Huesca.
Trazos de la decoración de la antigua estación transformadora de la carretera de Huesca.
K.U.

A pesar de su situación actual, no falta ninguna baldosa del conjunto. Los elementos florales en tonos azules combinados en detalles anaranjados son el legado de un "modernismo geométrico vinculado a la secesión vienesa, pero de manera fabril", apunta Poblador. "Los azulejos pueden recordar a los de ciudades del arco mediterráneo", añade la profesora universitaria.

La fachada que mira a la dirección Zaragoza-Huesca es similar, aunque más tosca, sin decoración. Uno de los elementos que comparten ambas caras es el óculo ovalado que ocupa la totalidad del hastial escalonado que cierra el alzado.

"La estación se diseñó en 1926 por el ingeniero José Gasqué y fue construida en 1929", se concreta en la ficha del Ayuntamiento de Zaragoza. "La sociedad Electra de Almozara ha solicitado autorización para instalar una línea aérea, de alta tensión, que partirá de la estación transformadora de San Gregorio y terminará en Utebo", se referenció en la portada HERALDO del 26 de agosto de 1928.

Por lo que se puede concluir que en ese periodo ya adquirió cierta relevancia, tanto que fuentes de la actual Endesa consideran que en tiempos fue un nudo "muy importante" de la red eléctrica de la zona de San Gregorio. Hasta esta antigua subestación de San Gregorio "llegaba una línea desde la central de Marracos y posteriormente desde Carcavilla, creo que de 30kV que luego pasó a 45kV", recuerdan trabajadores de Endesa, algo que sitúan en la primera mitad del siglo XX. 

En mayo de 1929, este diario anunció que durante ese año se trazaría el tendido de la línea entre San Gregorio y la Central Receptora y Reserva. "Proyectamos también ampliar la capacidad de transformación de la estación transformadora de San Gregorio", se agregó en la noticia sobre la memoria de Eléctricas.

Un acta de 1950 de comprobación y autorización de puesta en marcha de "San Gregorio – Teledinámica" detalla que en noviembre de 1947 se concedieron una serie de modificaciones. Entre ellas se incluía la supresión de la toma de corriente directa de la línea de Marracos - San Gregorio, la sustitución de antiguos conductores de varilla de cobre o la instalación de una estructura de desconexión.

Tras la construcción de la subestación Los Leones -en la actual Ronda de Boltaña-, quedó relegado a ser el primer centro de distribución de una de las líneas que parte de esta subestación.

Localización de la antigua estación transformadora de la carretera de Huesca.
Localización de la antigua estación transformadora de la carretera de Huesca.
K.U.

"Al construir Los Leones fue perdiendo uso hasta que se quedó como un Centro de Distribución que sigue en servicio", añaden las mismas fuentes. Endesa conserva el documento de la Delegación de Industria donde se aprobó la nueva subestación en febrero de 1963. 

En otro escrito de 1979, en este caso del Ministerio de Industria y Energía, se menciona una "nueva ETD alojada en el local de la antigua ETD San Gregorio", la cual "se desguaza totalmente", todo ello para "mejorar la distribución en la zona". No obstante, no se descarta que en los últimos años se ejecutaran otras intervenciones.

El entorno de esta estación

Junto a esta estación se ubica otro edificio del mismo estilo, pero más pequeño. También de ladrillo caravista con una base cementada, uno de sus rasgos más llamativos son las ventanas. Son tripartitas, a dos alturas –siendo más alto el hueco central- y con un toque rampante, las define Poblador. El testimonio de algunos empleados que ha trascendido revela que personal de ERZ residió en una casa anexa al edificio.

En Aragón se pueden encontrar otras instalaciones de características similares de la compañía, como la de La Bernardona –en la carretera del Aeropuerto-, la Central de Casablanca y las de Marracos y Carcavilla, también de principios del siglo XIX. Se considera que las más antiguas son las de Anzánigo o San Mateo. Por fechas, estos edificios también corresponden a tiempos en los que la compañía era Eléctricas Reunidas de Zaragoza, la cual nació de la unión de la Compañía Aragonesa de Electricidad, Electra Peral Zaragozana y Fuerzas Motrices del Gállego, como exponen fuentes municipales.

En la ficha del Ayuntamiento reivindican que "debe de ser objeto de catalogación como testimonio de las primeras estaciones transformadoras de electricidad de la ciudad que se conservan". Esa misma reflexión comparten los expertos, que apuestan por conservarla y, con el tiempo, ponerla en valor.

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