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Temor a la crecida en Zaragoza: "Ya sabemos lo que se nos va a inundar seguro, ojalá no llegue más arriba"

Los responsables del complejo Aura y el C. N. Helios tienen asumidas las consecuencias del inminente pico de la crecida, y reclaman una vez más soluciones valientes

Zaragoza amaneció el domingo mirando al Ebro. Es imposible pasear junto al cauce y sustraerse a la imagen amenazante de las aguas trepando por los pilares de los puentes, remojando las riberas y provocando el corte de varias veredas peatonales. Así ocurre en la que corre junto a Helios desde el puente de Santiago, o al final de Macanaz, antes de llegar al Puente de Piedra. Las familias se acercan al agua, móvil en ristre, para inmortalizar un fenómeno que prometer ir ‘in crescendo’ con la llegada de la nueva semana, y el martes señalado en rojo por esperarse entonces la punta de la crecida del Ebro a su paso por Zaragoza.

“En Castejón está tremendo, me lo ha dicho mi primo Carlos, que vive allá, hay casi 3.000 metros cúbicos”, comentaba Sonia, una zaragozana que suele trotar los fines de semana por la ribera. José Alfredo, por su parte, celebraba poder pasear en Macanaz junto a su perrito Yaki en domingo. “Entre semana no tengo tiempo para dar paseos majos con él, por el trabajo, y hoy aún se puede aprovechar un buen trozo de camino, aunque solemos hacerlo más largo, pero hay cintas de ‘no pasar’ un poco más allá, y cerca del puente de Piedra ya está el agua".

Preocupación en Aura

Iván Acedo, propietario del complejo ribereño Aura, espera la llegada del pico de la crecida entre las últimas horas del lunes y las primeras del martes. “Viendo las previsiones y los niveles del Ebro a su paso por Tudela este domingo, la riada va a ser tremenda. Ya sabemos lo que se nos va a inundar seguro, ojalá no llegue más arriba. Va a afectar a la zona ajardinada; lo que hemos hecho es levantar unos tabiques, 30 metros lineales, cerrando accesos”.

Acedo recuerda que mantienen un acuerdo de protocolo con la Confederación Hidrográfico del Ebro (CHE) cuando hay avenidas extraordinarias del río. “En estas situaciones debemos desmontar el jardín con su mobiliario, incluyendo el vallado. Estuvimos hablando del tema el sábado por la mañana, ya se vio que en Castejón el caudal subía de 2.500 metros metros cúbicos por segundo, hoy en Tudela anda por los 2.700 y con tendencia alcista, así que quizá tengamos una riada peor que la de 2015, cuando el agua subió un metro por encima de su nivel habitual. Aquí nos pusimos manos a la obra el sábado, este domingo hemos terminado de recoger y estamos aplicando pintura impermeabilizadora para que no cale en el almacén, donde tenemos muchos enseres”.

En la voz de Acedo se siente la rabia bajo la resignación. “Cuando diseñamos el edificio ya se nos advirtió de la circunstancia desde la CHE, y todo el diseño de la parte baja prevé el tema inundable; el vallado va cogido por tramos al murete con tornillos, para desmontarlo más fácilmente. También te digo que los ciclos son cada vez más cortos, las riadas llegan con más frecuencia; los instrumentos de previsión siempre nos dan al menos tres días, y cuando se pasa de esos 2.500 metros cúbicos ya estamos atentos, nos preparamos. En Aura va a afectar al pavimento del césped, habrá daños en albañilería, instalación eléctrica… en definitiva, si no se toman medidas más serias y no se apuesta definitivamente por ellas, todo seguirá igual. Además del dragado para quitar la sedimentación, se podría valorar la apertura de canales más arriba que derivasen el exceso de agua a nuevos pantanos o balsas, por ejemplo”.

En Aura están muy ligados a sus vecinos de Helios: “El vallado y parte del mobiliario lo guardamos estos días en sus instalaciones, pero no es un problema de Aura y de Helios, obviamente, sino de municipios enteros, campos, viviendas; pienso que la solución es estatal. Después de los dos años que llevamos, esto es la puntilla, más sufrimiento”.

Aceptación... y búsqueda de soluciones

José María Esteban Celorrio es el presidente de CN Helios, vicepresidente de la Federación Española de Piragüismo y medallista olímpico en Montreal’76, donde conquistó la plata junto a sus compañeros del K4 en los 1.000 metros. Este domingo lo recibió entrenando en el Canal Imperial, porque quiere competir en 2022, pero las paladas no alejaban su mente del problemón que se viene encima. “No es la primera vez, claro, pero parece que viene una riada realmente importante. Si llegamos a los 3.000 metros cúbicos por segundo, afectará a todo, más incluso que en 2015, podría entrar en el Actur; aquí dependemos de lo que pase aguas arriba, de cuánto inunde en los pueblos que suelen estar afectados, desde Novillas a Pradilla o Boquiñeni, entre otros. Si allá inunda mucho, aquí suele llegar algo más suave, pero con estos números el pronóstico no es bueno para nadie”.

La eterna reivindicación de este colectivo afectado, tanto en la capital provincial como en los pueblos de la Ribera Alta, es una solución valiente; las motas no dejan de ser simples parcheos. “Los fondos están creciendo, y con los mismos volúmenes de agua, la punta de la crecida llega más arriba. ¿Cuáles son las salidas? No sé si es el dragado u otras, pero la certeza es que el problema va a peor. Helios hace lo que puede, pero hay cosas asumidas; con estos volúmenes llegará al acceso a la piscina cubierta, y por supuesto a lo que está más bajo, como los vestuarios o el restaurante. Los datos que aporta la CHE son una ayuda para la previsión; el martes por la tarde será el momento clave”.