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Ana Iritia: "Tuve el primer brote de esquizofrenia hace ya 22 años... Hay que impulsar la atención a los primeros casos"

La zaragozana Ana Iritia, que ocupa desde 2018 la presidenta de Asapme, lamenta las demoras que provoca la pandemia en las unidades de salud mental y pide más recursos para atender a estos pacientes y a sus familias. 

La zaragozana Ana Iritia, presidencia de Asapme, a las puertas de la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental.
La zaragozana Ana Iritia, presidencia de Asapme, a las puertas de la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental.
P. B. P.

A la zaragozana Ana Iritia, de 46, le diagnosticaron esquizofrenia hace ya 22 años. Lo cuenta convertida en la primera mujer con problemas de salud mental que ocupa un órgano directivo, como presidenta de la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (Asapme). 

"Yo tuve el primer brote hace 22 años, y lo que queremos que se impulse es la atención a los primeros casos. Se está tardando mucho en dar citaciones y cuanto antes se coge la enfermedad, antes se puede empezar con la medicación, las terapias psicológicas etc.", defiende esta zaragozana, que tuvo los primeros signos de la enfermedad a los 18 años

Iritia reconoce que años antes de sufrir el primer episodio grave que la llevó a Urgencias, ella y su familia veían que no se encontraba ya bien. "Era una persona muy introvertida, sentía que no tenía relaciones sociales, que en clase no encontraba personas con las que compartir ratos... Más adelante le detectaron un problema de salud a mi padre y al final se me juntó todo", recuerda esta paciente, que ha contado siempre con el apoyo de sus familiares más cercanos.

Aceptar el diagnóstico de una enfermedad mental asegura que lleva "meses, e incluso años". Pero si se coge a tiempo y se encuentran los apoyos necesarios, la presidenta de Asapme atestigua que es el primer paso para poder llevar una vida normal. "Yo al principio me leía los prospectos de la medicina que tomaba y decía 'no, yo no tengo esto'. Poco a poco con terapia te das cuenta, lo aceptas y es la primera entrada en el sistema sanitario, que sí que me ayudó mucho a poder mejorar", relata al hacer balance de su enfermedad. 

"La mejor terapia social es estar en un trabajo, porque te sientes útil, ves que aportas a la sociedad y la sociedad te aporta a tí"

Más allá de los tratamientos y el apoyo psicológico que siempre ha encontrado en la asociación, Iritia menciona también a las dos personas que han sido dos pilares fundamentales en su vida y en su recuperación: su hermana, Rosa, y su madre, Pilar. Ana estudiaba Relaciones Laborales en la Universidad de Zaragoza cuando recibió el diagnóstico de esta enfermedad mental. "El primer brote que tuve fue muy fuerte, pero nunca he llegado a ingresar. Los médicos le dijeron a mi familia que o me cuidaban las 24 horas del día o me tendrían que hospitalizar. Mi familia decidió cuidarme y yo estoy súper agradecida", cuenta con una sonrisa. 

Uno de los gestos más bonitos que recuerda del apoyo familiar que ha tenido en estos años viene de su hermana Rosi, quien le ayudó a seguir las clases en su etapa de universidad, donde estudió Relaciones Laborales. "A los tres meses de encontrarme mal me dijo el psiquiatra que podía reiniciar las clases y mi hermana me acompañaba andando todos los días. A veces hasta se colaba para cogerme los apuntes, porque por efectos de la medicación la mano no iba igual de deprisa... Era una época en que había mucho paro y podía destinar todo su tiempo a cuidarme, y mi madre, igual. Me llevaba por las tardes a pasear a la calle Delicias. Con el apoyo adecuado se puede salir adelante, a mí eso me ha ayudado muchísimo", puntualiza.

Asapme, 37 años al servicio de las familias

Ana Iritia, presidenta de Asapme, y Elena, usuaria de la Asociación.
Ana Iritia, presidenta de Asapme, y Elena, usuaria de la Asociación.
P. B. P.

En la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental llevan 37 años al servicio de estos pacientes y sus familias. Su presidenta, Ana Iritia, fue también usuaria de los grupos de terapia antes de ocupar un cargo en la junta directiva. "Estamos cubriendo nosotros una demanda de la población que el sistema público no cubre", reivindican.

"Estamos cubriendo nosotros una demanda de la población que el sistema público no cubre"

En el último año, con motivo de la pandemia, Iritia reconoce que la presión asistencial derivada de la covid, que está provocando una nueva oleada de problemas de salud mental, ha incrementado las demoras en la mayoría de servicios sanitarios, lo cual afecta también a estas personas. "Nosotros durante el cooronavirus hemos estado haciendo seguimientos a nuestros usuarios y sí que hemos detectado que en la sanidad pública, si te visita cada tres o seis meses un psicólogo no puede hacer el mismo seguimiento que estamos haciendo aquí. Las personas al final o no van a consulta o van cada mucho tiempo… y este es un problema grave del sistema", alertan desde Asapme, al explicar la importancia que tiene para los pacientes y sus familias el sentirse respaldados.

"Las familias lo que quieren es que sus familiares estén lo antes posible bien y estos retrasos suponen un alargamiento en el periodo de curación. Cuanto más pronto se acude al médico, al psiquiatra o a los psicólogos antes se pueden hacer las terapias necesarias para cada persona. Bien sean psicológicas, en el ámbito psicosocial o con ayuda de fármacos", concluye Iritia. 

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