El confinamiento y el parón de la actividad en Zaragoza redujeron los incendios un 20% en 2020

Los Bomberos de Zaragoza han cerrado el año 2020, marcado por la pandemia de coronavirus, con menos intervenciones, pero más complejas. La caída de la actividad por los confinamientos y las medidas de distanciamiento social y teletrabajo, entre otros, han reducido el número de emergencias. En el caso de los incendios, se desploman un 20,7% respecto al ejercicio anterior. Por contra, la duración de las actuaciones ha aumentado, aseguran los mandos del Cuerpo, en muchos casos, por los protocolos sanitarios para evitar contagios. Hasta en 46 emergencias tuvieron que utilizar trajes especiales de protección y proceder a la descontaminación del lugar.

En total, los Bomberos de la capital aragonesa llevaron a cabo 6.555 servicios en 2020 frente a los 7.215 del año anterior, es decir, un 9,1% menos. La principal caída se registra en los incendios, que pasaron de 1.418 en 2019 a 1.124 en los últimos doce meses. «Es un descenso directamente achacable al confinamiento por la pandemia y a una menor actividad en la industria, en la hostelería...», apunta Enrique Mur, jefe de Mando. En este sentido, las salidas urgentes de la ambulancia también se han reducido casi un 20%, al pasar de 2.807 a 2.258.

De todos modos, el grueso de las actuaciones volvieron a ser los denominados salvamentos, un epígrafe que incluye todo tipo de emergencias, y que el año pasado obligaron a intervenir en 4.326 ocasiones, un 6,5% menos que en 2019. En este caso, los Bomberos no aprecian una relación tan evidente con los meses de confinamiento, sino que la reducción se reparte a lo largo de todo el año, entre otras cosas, porque muchas de las llamadas (fugas de agua o gas, ascensores bloqueados, socorro a víctimas, rescate de animales...) están menos condicionados por la caída de la actividad.

En cuanto a las asistencias técnicas, que engloban actuaciones como inspecciones, asesoramientos o prevención, entre otros, se mantuvieron estables y apenas bajaron un 5,2% (1.105 servicios). «En la medida que hemos podido, respetando rigurosamente los protocolos de intervención, hemos intentado continuar con la actividad normal. Puede disminuir una estadística, pero siempre estamos expuestos a las emergencias y nos hemos adaptado a la situación de la covid para seguir creciendo», explica Mur.

Anticipación

Como unidad de emergencias, los Bomberos de Zaragoza fueron de los primeros en prepararse para la pandemia. De hecho, ya en el mes de febrero comenzaron a elaborar los primeros protocolos «por si aquello que por entonces pasaba en China terminaba llegando», según explicó el jefe del Cuerpo, Eduardo Sánchez, a este diario. Se impartió formación de reciclaje para saber cómo utilizar los trajes de protección y cómo intervenir en cada caso, y también se compartieron estos conocimientos con otros profesionales esenciales, como la Policía Local.

Por ello, en numerosas ocasiones fueron requeridos para descontaminar lugares en los que, por ejemplo, se hubiera producido un brote de coronavirus, como ocurrió en agosto en la tercera planta del Ayuntamiento de Zaragoza, que afectó a las dependencias del servicio del 010. De igual modo, participaron en la limpieza de los parques públicos de la ciudad en los momentos más duros del confinamiento. En concreto, los Bomberos tuvieron que hacer uso de trajes especiales para evitar contagios en 46 intervenciones, en las que hicieron una completa desinfección para asegurar la zona. «Es uno de los motivos por los que la duración y la complejidad de las actuaciones ha sido mayor este año», apunta Mur.

Drones, abejas y una academia con 62 novatos

Pese a que la pandemia ha alterado la actividad cotidiana de casi toda la sociedad, los Bomberos de Zaragoza han tratado de mantener la normalidad y seguir adelante con sus planes de especialización y mejora. Como consecuencia de ello, el Cuerpo estrenó el año pasado dos nuevas unidades: la de Drones, para utilizar esta tecnología en situaciones de riesgo, y la de Rescate Animal, para intervenir en el traslado de enjambres de abejas, pero también para salvar perros, gatos y otro tipo de ejemplares en peligro.

Por un lado, está previsto que la Unidad de Drones cuente con 18 pilotos especializados de la plantilla de Bomberos con los permisos necesarios para ayudar en la búsqueda de personas desaparecidas, la extinción de incendios, el control de las riberas o el saneamiento de edificios.

Los drones adquiridos cuentan con una autonomía de media hora de vuelo, y retornan de manera automática a la base de despegue cuando se van a agotar las baterías. Disponen de sensores para evitar obstáculos, y alcanzan velocidades de hasta 72 kilómetros por hora. Sus cámaras térmicas permiten localizar los focos de un incendio, y sus altavoces, emitir la voz de un familiar en la búsqueda, por ejemplo, de un niño perdido.

Por su parte, la Unidad de Rescate y Recuperación Animal (URRA) contará con 24 especialistas, que formarán un equipo esencial para llevar a cabo tareas relacionadas con la fauna, tanto doméstica como salvaje, y para proteger el medio ambiente.

Sobre todo, la unidad se especializará en el traslado de enjambres itinerantes de abejas, de forma que se garantice la supervivencia de esta especie protegida, tan importante para el bienestar de todo el ecosistema. Además, los Bomberos se encargarán de rescatar perros y gatos, e intervendrán en incendios de granjas para tratar de salvar a los animales o en los accidentes de tráfico de camiones ganaderos.

Por otro lado, la academia de formación recibió a la promoción de 62 nuevos bomberos que se hicieron con una de las plazas que ofertó el Ayuntamiento de Zaragoza para tratar de cubrir las carencias que sufre la plantilla del Cuerpo. El 50% de las incorporaciones, entre las que se encuentran dos mujeres, tienen titulación universitaria, lo que permitirá una mayor especialización.