Loco 'sprint' para inaugurar la nada

En apenas una semana, Santisteve ha descubierto una placa en un edificio en obras, ha visitado un centro a medio construir y ha convocado para ver cuatro postes de metal.

El embrionario aparcamiento de bicicletas y las recreaciones, ayer en Valdespartera.
El embrionario aparcamiento de bicicletas y las recreaciones, ayer en Valdespartera.
Raquel Labodía

"Ay, perdona, que llego tarde. ¿Qué es lo que hemos venido a ver?¿Eso del fondo?". "No, no. Eso es la sala de descanso de los conductores del tranvía. Nos han convocado para estos cuatro postes de metal". La conversación es verídica y se dio ayer en un solar de Valdespartera. El Ayuntamiento había requerido la presencia de los periodistas para una "visita al nuevo aparcamiento seguro de bicicletas" del barrio, pero este es aún un acto de fe. "Se estrenará en marzo", aseguró el alcalde Santisteve, junto a unas infografías que ya habían presentado en noviembre de 2016. Lo del Bicisur –que así se llama el invento– puede que sea buena idea y "favorezca la intermodalidad", como ayer se subrayó, pero eso se verá cuando se sustancie y cuando en sus inmediaciones se vean bicicletas y no palas retroexcavadoras.

Esta semana el alcalde ha tenido una intensa agenda tratando de mostrar que la ciudad hierve de actividad y que hay muchas inversiones en marcha. El lunes fue a ver cómo iban las obras de la ‘cota cero’ en la calle de San Braulio. El martes descubrió una placa con su nombre en el futuro centro cívico de Rosales, cuyas obras de adecuación apenas han comenzado. El jueves presentó un mosaico hallado en 1989 y también se acercó a La Cartuja para visitar las obras del venidero centro de protección animal. Ayer llegó el ‘show’ del aparcamiento embrionario, que dejó atónitos incluso a los más veteranos periodistas curtidos en estas y otras mil lides.

Adelanto electoral

Donde se lee lides, ha de leerse precampaña, porque la única explicación de este alocado ‘sprint’ –niños, no corráis con las tijeras ni aunque sea para cortar cintas– es que el adelanto electoral ha pillado a muchos a contrapié. El anuncio del 28 de abril ha reducido los plazos en los que se permite hacer inauguraciones y, según los tacañones de la junta electoral, el decreto de elecciones se publicará el 5 de marzo. Entonces ya, campana y se acabó: no podrá haber visitas, ni placas, ni estrenos, ni autobombo. La campaña coincidirá con la Semana Santa, así que si los ediles quieren dejarse ver tendrán que salir de penitentes o con tercerol en las procesiones...

Esta premura de fechas y de estrenos precipitados no es un mal exclusivo de Zaragoza, donde acaso la gran obra de este mandato –la reforma del Mercado Central– ya se sabía que no iba a concluirse antes de las municipales del 26 de mayo (entonces la fecha tope para inaugurar era el 2 de abril). No es casual tampoco que los concejales de ZEC estén aprovechando estos días para hacer balance de sus cuatro años de gestión, área por área, y convoquen estas citas en escenarios poco habituales. Así, la concejal Luisa Broto lo hizo esta semana en las nuevas instalaciones de Servicios Sociales de Vicente Berdusán y el responsable de Urbanismo, Pablo Muñoz, cita a los medios el lunes en la recién reformada Nave de la Ternera. Este espacio, al menos, es real y no hay que imaginárselo.

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