De la falta de pediatra al puente inacabado: las críticas de Cornelio Zorrilla en el carnaval de Bielsa
El muñeco hecho con harapos y paja está condenado a permanecer cuatro días colgado en la fachada del ayuntamiento hasta su quema el domingo.
El Carnaval de Bielsa, la fiesta de disfraces más popular y ancestral de Aragón, arranca siempre oficialmente con el juicio a Cornelio Zorrilla, el muñeco hecho con harapos y paja, condenado a permanecer cuatro días colgado en la fachada del ayuntamiento hasta su quema el domingo. Tras una multitudinaria costillada, los belsetanos participaron en el juicio sumarísimo contra él, encarnación de todos los males y que cada año representa uno o varios temas de actualidad política.
Esta vez se quiso mostrar el malestar del valle por la falta de pediatra en el Sobrarbe, y de ahí que se le vistiera con atuendo de sanitario. La ausencia de un especialista para atender los centros de salud de Aínsa y Lafortunada (Bielsa depende de este último) movilizó este verano a las familias, ya que para los pueblos más alejados el viaje hasta el Hospital de Barbastro puede supone una hora y media.
Pero no es el único mensaje crítico. En la fachada de la casa consistorial hay otras pancartas que reivindican la igualdad entre la ciudad y el medio rural ('Pueblo contra ciudad, ¿igualdad dónde estás?'); o la finalización de las obras del puente de La Larri.
El paso de La Larri, en el valle de Pineta, dentro del Parque Nacional de Ordesa, es muy importante para los ganaderos de Bielsa porque lo utilizan para llevar al ganado a los pastos de verano. Una avalancha de piedras se llevó por delante el puente que había y todavía no ha podido ser sustituido. Se estaba construyendo una nueva pasarela sobre el Cinca, pero cuando las obras iban a terminar, se partió por el peso de una máquina.
En otra de las pancartas que cuelgan del ayuntamiento se puede leer 'Se boza la presa, se boza el canal... nuestros ganaderos qué futuro tendrán'. Hace alusión al malestar por la pérdida de pastos de montaña y de aprovechamientos agrícolas en las parcelas del llano de Pineta, pertenecientes a muchos vecinos del valle, debido a las inundaciones que producen cada vez que hay un episodio de fuertes lluvias al desbordarse el embalse de Pineta por su colmatación. Una situación de la que se culpa a "la inacción" de los organismos y las empresas que han explotado estos recursos desde su construcción en 1920.
Miles de personas podrán ver hoy estos mensajes críticos cuando acudan a la plaza Mayor para asistir al baile de carnaval. La fiesta arranca este sábado por la tarde (16.00) con el desfile de los personajes tan característicos de la localidad pirenaica: madamas, trangas, domadores, onsos.... Desde el balcón, colgado, los contemplará Cornelio Zorrilla.
