El pedrisco ya ha provocado daños en 13.000 hectáreas, la mitad en la Hoya y Monegros
Las tormentas fuertes con granizo se repitieron el martes por enésima vez antes de que la DANA abandonara Aragón a partir de hoy.
La DANA se aleja este miércoles de la península para dar paso a un tiempo seco y estable, después de un largo ciclo de tormentas acompañadas de granizo que ha dejado numerosos daños en el campo aragonés e incluso en algunos cascos urbanos. Ayer se produjo la enésima, que afectó a varias localidades de la provincia de Zaragoza.
Las cifras de Agroseguro dan buena cuenta del alcance del pedrisco. Desde que empezó el año hasta el pasado 12 de junio, la superficie siniestrada suma 13.112 hectáreas, y a ellas habría que añadir las de los últimos días, que los agricultores irán comunicando a lo largo de la semana.
Las principales afecciones se han producido en las comarcas de la Hoya de Huesca y Monegros. Solo en cereal, la primera contabiliza 3.639 hectáreas y la segunda, 3.241. En menor medida, el Bajo Aragón (630) y la zona de Ejea (506).
Por cultivos, los herbáceos extensivos son los más perjudicados, con 11.511 ha, seguidos de los frutos secos (580), la uva (537) y los frutales (171). En estos, las granizadas se han cebado sobre todo con el Bajo Cinca y La Almunia.
Pocas comarcas se libran de los efectos. Además, las tormentas continuaron este martes, sobre todo en la zona de Calatayud, en el tramo medio del valle del Manubles. En Moros se registraron cerca de 37 litros de lluvia en 40 minutos. Esta precipitación hizo que el barranco del Val sufriera una avenida súbita y hubiera desprendimiento de tierras y piedra en la carretera A-1502 que va hasta Ateca.
En el Campo de Daroca, en Mainar, el granizo regresó por segunda jornada consecutiva. Un agricultor, Miguel Dionis, explicó que destrozó "lo que se había salvado el lunes". En su caso, cultivos de patata, maíz y brócoli.
El director territorial de Agroseguro, Juan Cruzán, advirtió de que todavía queda por delante todo el verano. La campaña de granizo normalmente se concentra en los meses de julio y agosto, pero en este 2023 ya ha entrado con fuerza en primavera. La tendencia, dijo, es que los fenómenos atmosféricos que generan daños sean cada vez más virulentos y más extensos.
Valoración en Pomar de Cinca
Pero no solo ha habido afecciones en el campo. El Consejo de Gobierno de la DGA instó la declaración de zona catastrófica de los municipios de Ilche y Pomar de Cinca, en la comarca del Cinca Medio, donde a finales de mayo las lluvias torrenciales provocaron graves daños por las inundaciones y el granizo. En la pedanía de Monesma de San Juan (Ilche) se llegaron a medir más de 160 litros en unas horas.
La alcaldesa de Pomar de Cinca, Elisa Sancho, manifestó ayer que se calcula que solo la reparación de los bienes públicos superará los 500.000 euros, ya que la riada provocó desperfectos en la casa de cultura, el parque infantil, la pista de pádel, un paseo o un merendero y levantó parte del asfalto. Eso, al margen de los daños en un grupo de seis viviendas, cuyos propietarios tuvieron que ser desalojados por los bomberos, ya que el agua alcanzó una altura de 1,5 metros en las casas.
