Pomar de Cinca rozó la tragedia al crecer el río más de cinco metros

Las lluvias torrenciales obligaron a los bomberos a rescatar a dos familias con niños por el desbordamiento del barranco de la Clamor, y también causaron daños en Ilche y Selgua. 

Labores de limpieza en Pomar de Cinca.
Labores de limpieza en Pomar de Cinca.
Verónica Lacasa

Las inundaciones ocasionadas por las lluvias torrenciales del jueves en algunos puntos de la provincia de Huesca estuvieron a punto de rozar la tragedia en Pomar de Cinca, al desbordarse el cauce de La Clamor. Este llegó a subir más de 5 metros y dentro de algunas viviendas alcanzó 1,5 metros de altura. Tras la tensión vivida durante la noche y el alivio por que no hubo daños personales, esta mañana los vecinos se afanan en retirar el barro de sus viviendas, que han quedado destrozadas. 

El paso de la DANA ha causado daños en esta y otras localidades de la comarca del Cinca Medio, destrozando caminos, carreteras, infraestructuras municipales y arrasando cosechas. En Pomar, con 400 habitantes,  inundó las viviendas más cercanas al cauce, media docena, que tuvieron que ser evacuadas por los bomberos, así como instalaciones deportivas y la Casa de Cultura. Aguas arriba, en los pueblos de Ilche y Selgua, se llevó por delante puentes y equipamientos de riego. En Ilche se midieron más de 160 litros por metro cuadrado en unas horas.   

Los bomberos, durante la operación de rescate de varios vecinos en Pomar de Cinca.
Los bomberos, durante la operación de rescate de varios vecinos en Pomar de Cinca.
Heraldo

En cuanto a los cultivos, ha afectado a un millar de hectáreas de esos municipios. En unas 300, de cereal, tendrán pérdidas del cien por cien, calcula David Solano, responsable del Agua del sindicato agrario UAGA. "Algunas zonas están muy tocadas por la lluvia y por el granizo. También por el arrastre de lodos", señala, además de los desperfectos en caminos e infraestructuras de regadíos, que ayer supervisaban la Diputación de Huesca y la Confederación Hidrográfica del Ebro. "Habrá que hacer planes de choque para arreglar los caminos", ha comentado.

La situación de más riesgo para las vidas humanas se vivió en Pomar de Cinca, ya que el barranco pasa por el casco urbano. Efectivos del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (Speis) de la Diputación Provincial de Huesca tuvieron que intervenir durante la noche ante el aumento considerable del caudal, que afectó a varias viviendas situadas en las calles que discurren paralelas al río, sobre todo a la calle Río Cinca. 

Pasadas las 22.30 se recibió el primer aviso en el Parque de Barbastro por parte de responsables del Ayuntamiento de Pomar de Cinca. Los bomberos rescataron a una persona que se había visto sorprendida por el caudal al tratar de retirar su vehículo de la calzada para evitar que se lo llevara la crecida. 

Las tormentas del jueves obligaron a los bomberos a rescatar a dos familias con niños y se han producido numerosos desperfectos por el desbordamiento del cauce.

Al regresar a su vivienda apenas alcanzó a subirse a un murete de la parte delantera de la vivienda, donde no se pudo mover hasta ser rescatado con la colaboración de unos vecinos. Posteriormente se evacuó de esta vivienda al resto de la familia, una mujer y un niño.

Y a continuación se tuvo que desalojar otra vivienda ocupada por dos adultos y dos niños. En ambas se accedía desde las casas posteriores y separadas entre ellas por unas terrazas completamente inundadas. Las dos familias se realojaron con parientes. El resto de los edificios ya no estaban ocupados.

Además de los rescates, los efectivos cortaron los accesos al río y el puente de la A 130 que lo cruza en el pueblo. Se sondeó asimismo con responsables municipales para ver si estaba toda la población localizada y que no hubiera más afecciones en este tramo del cauce hasta su desembocadura en el río Cinca. En la intervención participaron finalmente las dotaciones de Bomberos de los Parques de Barbastro, Fraga y Boltaña con un total de 9 efectivos y varias patrullas de Guardia Civil.

Esta mañana los propietarios de las casas afectados se afanan en sacar de sus casas el barro mientras el Ayuntamiento intentaba reparar las infraestructuras públicas destrozadas por el agua.

Las fuertes tormentas caídas desde la tarde del jueves también causaron inundaciones en otras localidades del Cinca Medio, como Monesma (Ilche) y Selgua (Monzón), y en Perarrúa, en la comarca de la Ribagorza. 

Aunque la esperada lluvia ha traído daños a estas zonas, los agricultores valoran su beneficio para paliar la sequía. "En muchos sitios la lluvia ha caído bien, 20 o 40 litros que eran muy esperados. Ya no llega a tiempo para el secano pero sí para el regadío. Durante un par de semanas ya no habrá que regar y además ayudará a llenar los pantanos", ha explicado David Solano.  

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