Inundaciones en Pomar: "En el cauce hay hasta árboles, y ni lo limpian ni nos dejan limpiarlo"

La alcaldesa del municipio, Elisa Sancho, relata los difíciles momentos vividos durante la noche al desbordarse el río. Es la segunda vez que pasa en los últimos tres años.

Los vecinos limpian los destrozos ocasionados por las inundaciones.
Los vecinos limpian los destrozos ocasionados por las inundaciones.
Verónica Lacasa

Pomar de Cinca se ha despertado este viernes con la preocupación por los daños causados por el desbordamiento del río La Clamor, a causa de las lluvias torrenciales de las últimas horas en algunos puntos de la provincia de Huesca, pero con el alivio de que todos los vecinos se pudieron poner a salvo. "Ha sido un desastre. Menos mal que no ha habido desgracias personales y se pudo evacuar a las familias con niños de la calle más cercana al río. Los han tenido que sacar los bomberos con escaleras y han pasado la noche en casa de parientes", decía esta mañana Elisa Sancho, alcaldesa de este municipio del Cinca Medio. Curiosamente uno de los niños hacía hoy la Primera Comunión. 

El barranco de La Clamor, que desemboca en el Cinca, nace en Azlor. El caudal crece súbitamente cada vez que hay lluvias torrenciales porque no se limpia el cauce, asegura la alcaldesa. "Hay hasta árboles, con troncos ya de dimensiones considerables. El agua se remansa y se desborda por donde puede. Si a eso le añades las ramas que va arrastrando el agua, se hace un tapón y se desborda. Ni lo limpia la Confederación Hidrográfica ni nos deja limpiarlo a los demás, no nos dan permiso. Y eso es un desastre cuando hablamos de un cauce que atraviesa el casco urbano, como es este caso", lamenta Sancho. "El expediente administrativo va acumulando papeles desde hace años, con cartas y solicitudes a la Confederación", añade.

El 112 avisó al Ayuntamientos indicando que la Confederación había alertado de la previsión de un aumento del caudal por las lluvias torrenciales caídas aguas arriba. Según fuentes del 112, hubo dos avisos, el primero a las 18.36, advirtiendo del riesgo de crecida; y el segundo a las 21.20, recordando que se mantenía vigente esa posibilidad. 

"Los vecinos empezaron a ver cómo subía el nivel, fueron a sacar los coches de la calle, y en cuestión de media hora más subió casi cinco metros". No fue hasta las 0.30 cuando empezó a bajar el agua. 

Los desperfectos en la localidad son cuantiosos y durante la mañana se está procediendo a revisarlos. La pista de pádel está reventada y el parque infantil tiene todo el suelo levantado. También hay daños en el merendero, en el paseo pegado a La Clamor, donde se han roto barandillas, y en la Casa de Cultura. Aquí estaba el colegio electoral, que habrá que cambiar de ubicación, a la planta de arriba, porque entró un metro y medio de agua. Ya se ha notificado a la Junta Electoral.

A estos daños se suman los particulares, sobre todo en las seis viviendas de protección oficial adosadas que dan a la Clamor, en la calle Río Cinca, que en poco rato se inundaron. Los bomberos de las Diputación de Huesca fueron los que rescataron a dos familias con niños que en esos momentos estaban en las casas. 

También se produjeron desperfectos en la carretera A-130. Hubo que cortar la circulación y habrá que valorar el estado del puente. Además ha arrancado otro puente que da acceso a Pomar desde la variante.  

"Vamos a evaluar ahora todos los daños y vamos a ver cómo nos ponemos en marcha. En cuanto a los particulares hemos alquilado un contenedor para sacar enseres porque están todos los muebles para tirar. Los afectados están ahora limpiando y sacando el barro", señala la alcaldesa. 

El desbordamiento del 2020

Pomar de Cinca, en el municipio de San Miguel de Cinca, ya se vio afectada por el desbordamiento del barranco de La Clamor en enero de 2020, por el temporal Gloria. Se anegaron los accesos a las casas próximas, garajes, granjas y a las infraestructuras deportivas. Su alcaldesa ya denunció entonces que llevan más de 15 años reclamando, junto a otros municipios por donde discurre el barranco, que la CHE despeje el cauce de la maleza acumulada.

El Ayuntamiento de Pomar, junto a los de Ayerbe y Peralta de la Sal, pidió ayuda a la Diputación de Huesca, ante las dificultades administrativas que se estaban encontrando, y se ha elaborado un plan de limpieza de estos cauces que discurren por cascos urbanos. El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) ha autorizado en los últimos días las acciones en las tres localidades.  

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