Un espectáculo que va más allá de lo que pasa en el albero
El alto ritmo de la venta anticipada augura una gran feria taurina que este año presume de unos carteles de lujo con Morante, Roca Rey y El Juli a la cabeza.
Morante, Roca Rey y El Juli encabezan unos carteles de lujo para el regreso de la feria de la Albahaca a Huesca después de dos años en blanco para todos los aficionados. Precisamente, ese largo paréntesis ha propiciado que la venta anticipada de abonos y de entradas se haya disparado, con unas cifras que han sorprendido incluso a la propia empresa, Tauroemoción.
Así lo reconoce la gerente, Silvia San Vicente. «La feria, cuando se presentó, ya tuvo muy buena acogida pero desde que abrimos la taquilla el 25 de julio hasta a nosotros mismos nos ha sorprendido la buena respuesta de abonados y peñas, que ha sido increíble. Han superado en mucho nuestras expectativas», admite.
En ello han influido los dos años de ‘no fiestas’ sin toros. «Han sido difíciles para todos, incluido el mundo del toro. Por eso, este 2022 lo hemos preparado con muchísima ilusión», afirma.
Pese a no ser catalogada como una feria de primera categoría, Silvia San Vicente recalca que «al celebrarse en la época más taurina del año, siempre ha tenido una gran repercusión y las figuras han estado muy presentes; y este año de volvió a apostar por esa fórmula y la verdad es que es un lujo contar con los primeros del escalafón como Morante. Roca Rey y el Juli, la novedad y el triunfador de muchas ferias de este año, Tomás Rufo, el regreso de El Cordobés y la vuelta también de Cayetano o Diego Urdiales, además de las dos máximas figuras de los rejones, Diego Ventura y Leonardo», destaca la gerente.
Reclamos que han tenido repercusión en la taquilla desde el primer día, como asegura Eva García Méndez, jefa de ventas de la feria. «Al final la categoría de la plaza queda más en segundo plano. Todas son importantes, y más una como Huesca en la que tenemos todo en los carteles para hacer una feria de primera y que pone a la ciudad en el epicentro del ámbito taurino», valora.
También ella reconoce estar sorprendida de la respuesta del público tanto de Huesca como de fuera. Y es que la Feria de la Albahaca ‘traspasa fronteras’. «Se ha puesto en contacto con nosotros gente de todo Aragón, pero también de Cataluña, Baleares, Francia, Madrid, Castilla La Mancha, Castilla y León... para estar aquí porque tienen familiares o porque en sus ciudades no tienen la suerte de tener toros como en Huesca», resalta. Y muchos compran el abono entero «con lo que eso supone de repercusión económica para toda la ciudad». En este sentido, Eva García Méndez, hace hincapié en todo lo que se genera en torno al espectáculo taurino «porque beneficia a hoteles, restaurantes, comercios...».
Un referente a nivel nacional
También Pepe López, coordinador de la campaña publicitaria de la feria, coincide en destacar la repercusión económica que deja en la ciudad. «Es uno de los ejes principales de las Fiestas de San Lorenzo, que igual no tienen conciertos o espectáculos teatrales muy potentes pero sí una feria que es un referente a nivel nacional porque la cantidad de gente de otras ciudades que se saca el abono es muy importante», asegura. Para ello, lanzan una promoción muy potente de carteles (solo en la provincia se reparten más de 2.000), de ‘flyers’ y sobre todo en redes sociales que se extiende hasta Zaragoza, Teruel, Navarra, La Rioja y Lérida. «Se nota que la gente tiene muchas ganas de volver a vivir la fiesta de los toros», señala expectante.
Y para que todo esté hoy a punto para el primer festejo de la feria con Antonio Ferrera, Joselito Adame y el aragonés Jorge Isiegas es imprescindible la labor de muchas personas, entre ellas Fernando Pagés, el ‘chico para todo’ que se encarga del mantenimiento de la plaza. Una labor que va desde pintar la numeración y marcar el graderío a labrar el ruedo y arreglar el albero, regar después del tercer toro «y sobre todo estar allí para resolver cualquier problema al momento y tener siempre un plan b», afirma.
Admite que ha «sufrido mucho» estos dos últimos años sin feria, aunque en ambos cumplió con la tradición de llevar albahaca a la capilla junto a Pablo Ciprés y Luis López Longo. En su caso, no entendería San Lorenzo sin toros. «Son una parte más del alma de las fiestas y va más allá de lo que pasa en el ruedo porque está el ambiente de sol de las peñas, la salida, las vaquillas...».
