Un escudo en primera línea que empieza a respirar

El personal de Atención Primaria y hospitales se está liberando por fin de presión tras dos años de gran coste emocional.

Personal de medicina y de enfermería del centro de salud Los Olivos de Huesca.
Personal de medicina y de enfermería del centro de salud Los Olivos de Huesca.
Verónica Lacasa

Si hay un colectivo que ha estado en la primera línea desde que estalló la pandemia, ese es el personal sanitario, que lleva dos años y medio luchando desde los centros de salud y los hospitales. Y sin duda, están en lo alto de la pirámide de quienes se merecen más que nadie disfrutar por fin de las Fiestas de San Lorenzo.

Carlos Serón, jefe de la uci del San Jorge de Huesca, afirma que el covid ha dejado un coste emocional enorme. "Nos ha pasado factura a la mayoría, ya no somos como éramos antes", asegura. No obstante, también reconoce que "después de todo lo mal que lo hemos pasado, la gente necesita liberarse un poco". Aun así, teme que haya "un disfrute más exagerado e intenso de lo habitual".

Al echar la vista atrás, tiene un recuerdo "muy agrio" de estos dos años "porque siempre estábamos pendientes de si la ola subía o bajaba y de los ingresos, y había mucha ansiedad ya que no se veía solución por ningún lado". A su juicio, más allá de la falta de medidas de protección, aparataje y camas, lo peor fue que muchas personas murieron sin poderse despedir de sus familiares. "Eso también nos afectó psicológicamente a quienes les atendíamos".

En la planta de la uci del San Jorge tienen ganas de disfrutar tras dos años y medio muy duros.
En la planta de la uci del San Jorge tienen ganas de disfrutar tras dos años y medio muy duros.
Javier Navarro

Afortunadamente, dice, desde el invierno parece que las afecciones están más controladas y aunque sigue habiendo muchos positivos, los graves son cada vez menos. De hecho, desde enero solo ha habido un ingreso por covid exclusivamente en la uci, el resto de positivos tenían otras patologías y la mayoría eran asintomáticos. "Está todo bastante más tranquilo", dice aliviado. Y es que aunque mantienen las medidas de prevención, Serón tiene la esperanza de que la covid "desaparezca o que se quede como una infección latente que no cause problemas tan importantes como hemos visto".

"Nos ha pasado factura, ya no somos como éramos antes", dice Carlos Serón, jefe de la uci del San Jorge

Mientras, el médico de familia Carlos Boria, que trabaja en los centros de salud de Santo Grial y Los Olivos, coincide en que han sido dos años "muy malos" y por ello ahora también entiende las ganas de disfrutar de la gente, especialmente de los jóvenes "porque quizá los adultos nos podemos adaptar más, pero la franja de edad desde los 16 a los 24 años ha visto cortado su desarrollo personal y social y necesitan recuperarlo". Aun así, lanza un mensaje de prudencia "porque la pandemia sigue allí y aunque los casos ya no sean tan graves, detrás de una ola sigue viniendo otra", advierte.

Lamenta que el sistema sanitario está "colapsado", sobre todo por la falta de personal. "Porque dinero hay para inversiones en nuevos servicios y equipamientos, pero falta lo más básico y eso repercute en la atención, la sobrecarga de las urgencias, las listas de espera...". Por ello, también opina que a nivel sanitario "tenemos poco que celebrar de momento".

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