Puede una ciudad entera, con sus edificios, sus parques y sus habitantes flotar y llegar hasta una nube? Sí. Huesca lo ha hecho este 9 de agosto, y con una población que se ha triplicado por tres para celebrar el inicio de las Fiestas de San Lorenzo y convertir la capital oscense en una auténtica olla a presión. Tras dejar sin aire la plaza de la Catedral para estar allí, frente al balcón del Ayuntamiento, en el momento en que el cohete se ha proyectado hasta el cielo y más allá, la multitud, como el vino, se ha derramado hacia el Coso para anunciar al mundo y a quienes miraban desde las aceras y ventanas que comenzaban siete días que valen un verano o tres años, como ahora.

Cerca del cruce con la plaza Lizana, cuatro mujeres esperan expectantes. Son de Sevilla y aunque una de ellas, Inma Vilches, vive en Huesca desde hace cinco años para todas es su primer San Lorenzo. “Nos han dicho que son muy bonitas, que se está todo el día en la calle y actos para todas las edades y que te pueden echar vino”, comenta Rosa Domínguez, cuñada de la anfitriona. De blanco y verde y moviendo el abanico con arte, Magdalena Vilches y Magdalena Cisneros, hermana y madre de Inma, están dispuestas a no perder detalle. “Hemos venido 15, nosotros nos hemos quedado aquí pero los demás han subido a la plaza”, comentan. Sinceramente, no tienen idea de la marabunta que está a punto de pasarles por delante.

La Banda de Música de Huesca abría el desfile. Uniformado, ordenados y tocando como los ángeles parecen encabezar una comitiva que va a moverse como ellos. Error. Después de un vacío, que a nadie le importa, se abre paso Batucada Sambalá, que como un estruendo y varios gritos guturales marca el segundo aviso para lo que está por llegar y deja en los pies un ritmillo difícil de dominar.

Hace rato que el termómetro ha superado los 30 grados pero ahí llega la Peña Los 30, con su pancarta que la vez que rinde homenaje al cine (‘E. T.’, ‘Cazafantasmas’ y Regreso al futuro’) reivindica al Ayuntamiento un espacio urbano y festivo para cada una de las seis entidades recreativas mientras la charanga de Tardienta pone música a una coreografía no ensayada que lo mismo mueve a los peñistas hacia atrás que hacia adelante y los pone en cuclillas para hacerlos saltar.

Llega la primera de las cinco carrozas con las mairalesas infantiles de las peñas a bordo. Radiantes, formales y abanicándose. La plataforma móvil va escoltada por seguridad privada. Entre 100 y 120 personas han trabajado para que la cabalgata discurra sin problemas, que no ha habido porque la gente ha estado a lo suyo, que es la diversión y la hidratación; pendiente de no perder el móvil, el dinero y las llaves, que para eso se han inventado las fundas transparentes y colgantes. En este primer día de las Fiestas de San Lorenzo ha sido muy necesario el sombrero.

Mientras los que iban por delante se han tirado de la moto y han pedido que desde los balcones del Coso les echasen cubos de agua (hay quien ha accedido a hacerlo), Los que faltaban criticaban con su pancarta el método seguido para decidir el cartel de fiestas de este año, por encargo directo de la concejalía correspondiente: ‘Sin concurso, sin opiniones, sin vergüenza’ ‘La cosas mejor a dedo’ y ‘Nuestros carteles qué’. Junto a ella, el mensaje de los más pequeños, era más conciliador: ‘Es un encanto volver a veros’.

Miles de personas participan en la cabalgata de San Lorenzo.

Más sol y más peñistas pasando por el Coso sin complejos, con las camisetas rotas o sin camisetas porque, incluso mojadas de tinto, dan mucho calor. ‘Hemos vuelto’, contaba la Zoiti en su pancarta, en la cual, el alcalde, Luis Felipe, y el concejal de Fiestas, Ramón Lasaosa dicen tras un burladero: ‘Desde la barrera se veía mejor’.

“Kió, tira p’alante’’ pero es difícil hacerse hueco cuando el gentío se mueve como un solo hombre. La suela de la zapatilla ha empezado a pegarse en el suelo cuando aparece Jaime Bernués, ‘el pitera’ y autor de un vídeo que se hizo viral el 28 de mayo porque saludó al rey Felipe VI a la salida del Palacio de Congresos y le dio recuerdos para su padre, el rey emérito Juan Carlos. Él, su hermano Carlos y su amigo Daniel bromean diciendo que han formado la peña de los monárquicos y que este año Jaime tenía que haber pronunciado el pregón festivo. La mujer de este, Guadalupe García, explicaba que habían estado en la plaza de la catedral y que seguían a la cabalgata porque “nos gusta vivir la fiesta desde dentro”.

Dentro de la palabra gracias que llenaba la pancarta de la peña Alegría Lurentina había cientos de nombres propios en blanco sobre verde. En pequeño, un recuerdo a la sala de conciertos de la entidad, el Jai Alai, cerrada para grandes eventos desde 2011. Y pasan mairalesas, mayores y pequeñas. Dos carrozas van tiradas por tractores que cede par ala ocasión la empresa John Deere Lamusa y Servicios. El calor arrecia pero arriba esas pancartas que ya llegamos. 

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La Parrilla también echaba una pulla al gobierno local, dibujando la plaza de toros, el Casino y la catedral mientras un peñista dice a otro: ‘¿Y el Ayuntamiento?, ‘Buena pregunta’, le contesta. Parece que menguan las fuerzas, pero venga, por orden de la charanga damos saltos que rasgan el aire. La peña 10 d' Agosto desfila con su camión negro y una pancarta en la que avisan de que 'Volvemos con las fuerzas bien armadas'.

Y así, unos tras otros llegan a la plaza de San Lorenzo. Han ido deprisa porque hace calor y quieren tener buen sitio para ver el saludo al santo, acto en el que dos peñistas, este año de la Peña Los 30, colocan una pañoleta con el escudo de las seis entidades en la escultura del patrón de Huesca que preside la fachada de la basílica. Ellos tampoco sabían lo que pasaría después. Lo nunca visto en 20 años.