Los 29 temporeros de Albalate de Cinca vuelven a vivir en un almacén tras su confinamiento

Ayuntamiento, Comarca y Cáritas trabajan para mejorar las condiciones de habitabilidad, ya que no han encontrado una vivienda para ellos. 

Los temporeros de Albalate, en el polideportivo antes de trasladarse de nuevo al almacén.
Los temporeros de Albalate, en el polideportivo antes de trasladarse de nuevo al almacén.
Pablo Segura

El brote de coronavirus de Albalate de Cinca que ha confinado a 29 temporeros en el polideportivo municipal ha puesto de relevancia las pésimas condiciones de habitabilidad en la que viven estos inmigrantes que cada verano acuden a las poblaciones del Cinca Medio y Bajo Cinca en busca de trabajo en las campañas de la recogida de la fruta.

Tras cumplir la cuarentena, este lunes por la tarde los 29 trabajadores abandonaban por sus propios medios el polideportivo municipal para volver a residir en el almacén reconvertido en residencia de temporeros desde hace más de veinte años pero que no reúne las condiciones de salubridad, seguridad e higiene necesarias (no hay salida de emergencia, la cisterna del wáter no funciona y se duda del funcionamiento de los antiguos electrodomésticos). Previsiblemente, allí permanecerán el resto de la temporada ya que durante las dos semanas de cuarentena, el Ayuntamiento no ha encontrado viviendas en alquiler en el municipio.

Una empresa especializada desinfectó el almacén y el polideportivo. De momento el campamento covid con 50 camas y el comedor instalado en las afueras del recinto por el Ejército seguirán de forma preventiva “por si aparecen nuevos rebrotes aunque en estos catorce días de confinamiento no se han dado nuevos positivos en Albalate”, explicaba el alcalde Ricardo Chárlez.

Cabe recordar que este almacén fue reconvertido en albergue por una antigua cooperativa de la fruta para acoger a temporeros. Al quebrar la sociedad, el propietario del almacén lo ha seguido explotando como vivienda, pero sin unas condiciones dignas como han denunciado diversas entidades como el Ayuntamiento, Comarca de Cinca Medio o Cáritas Diócesana, cuyo trabajador social dio la voz de alarma al centro de salud de un posible caso de coronavirus al comprobar en sus visitas periódicas a este grupo de temporeros que alguno de ellos tenía fiebre.

El nuevo equipo de Gobierno municipal, que preside el alcalde socialista Ricardo Chárlez, se marcó como reto en su primer año dar una alternativa de residencia en el municipio a este grupo de trabajadores subsaharianos. La primera opción fue buscar viviendas de alquiler en el municipio, desestimada por la ausencia de las mismas; la siguiente alternativa fue buscar un local y acondicionarlo como albergue, desechada también por elevado coste; y la tercera medida –la que más convence al Ayuntamiento- es acondicionar el citado almacén con ayudas. 

El Consistorio estaba trabajando en esta alternativa cuando saltó el brote y el proyecto de adecuar el almacén se paralizó. Habrá que esperar a la próxima campaña, como informa el alcalde. Este planteamiento se pondrá encima de la mesa en una próxima reunión con administraciones, empresarios y agentes sociales para tratar dignificar las condiciones de vida de los temporeros.

De momento no hay fecha para esa reunión, pero es deseo del Ayuntamiento, Comarca y Cáritas que se pueda realizar cuanto antes, como afirma el alcalde. A dicha reunión se invitará también a los empresarios del sector de la fruta de la localidad, a representantes de los temporeros y a sindicatos. “Estamos trabajando mucho con Cáritas y los Servicios Sociales y en los próximos días nos reuniremos con las partes implicadas a ver qué solución le damos. Plantearemos las opciones que hay y cómo financiarla. No encontramos vivienda, y el local que buscamos en el casco urbano para convertirlo en albergue no era viable económicamente. La opción que más fuerza toma en estos momentos es adaptar el almacén en una vivienda digna para temporeros. Pero si alguien encuentra otra solución se podrá estudiar”, afirma.

Desde Cáritas Diocesana se valora el esfuerzo realizado por el Ayuntamiento tras detectarse el brote y esperan que para la próxima temporada se mejoren las condiciones de habitabilidad de los temporeros. Por su parte, Cáritas seguirá con su programa de atención a los temporeros realizando visitas a los asentamientos del Cinca Medio o Bajo Cinca con su trabajador social y su mediador intercultural para atender a estos trabajadores.

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