educación superior

La Universidad de Zaragoza modifica los requisitos para ser rector en el borrador de sus estatutos  

El documento, que constituirá las bases del campus para los próximos años, está en exposición pública hasta el 6 de marzo.

Alumnos en el campus San Francisco de la Universidad de Zaragoza.
Alumnos en el campus San Francisco de la Universidad de Zaragoza.
Francisco Jiménez

La elección del rector y de otros cargos unipersonales de la Universidad de Zaragoza son algunas de las principales novedades incluidas en el borrador de los estatutos del campus público. Tras un trabajo de dos años, esta semana se han expuesto a información pública con el fin de que en las próximas jornadas (en concreto hasta el 6 de marzo) todos los miembros de la comunidad universitaria que así lo deseen puedan presentar alegaciones. 

En las próximas elecciones al Rectorado, que tendrán lugar previsiblemente el año que viene, ya no será necesario que los candidatos sean catedráticos como hasta ahora. Los nuevos estatutos, basándose en la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), establecen que se podrá presentar cualquier personal docente e investigador permanente doctor en servicio activo a tiempo completo. 

Y añade algunos requisitos adicionales: tendrán que estar en posesión de tres sexenios de investigación (el tercero debe corresponderse con los últimos seis años), tres quinquenios docentes y haber acumulado cuatro años de experiencia de gestión universitaria en algún cargo unipersonal, como es, por ejemplo, el de vicerrector o decano. También se modifica la duración del mandato, que pasará de cuatro a seis años, pero sin posibilidad de renovar el cargo una vez finalicen. 

"La finalidad es dar una estabilidad en el gobierno universitario. Además permitirá que el rector gobierne y no esté pensando en si va a ser renovado", apunta el presidente de la Comisión de Reforma Estatutaria, Juan García Blasco. De hecho, no solo se modifica la duración del mandato del rector, los decanos, directores de departamento y de institutos universitarios de investigación propios, entre otros, también estarán durante seis años. 

Asimismo, se cambia la elección del decano de facultad o el director de escuela. Hasta ahora, recuerda García Blasco, eran elegidos por las juntas de centro. En el borrador del estatuto se refleja que, al igual que el rector, será mediante "elección directa y sufragio universal, libre y secreto" de entre el personal de los cuerpos docentes universitarios funcionarios y el profesorado permanente laboral de la Universidad adscrito al centro que se presente. 

El voto se ponderará del siguiente modo: personal de los cuerpos docentes universitarios funcionarios y del profesorado permanente laboral (53%), resto del personal docente e investigador (12%), estudiantado (25%) y personal técnico, de gestión y de administración y servicios (10%). 

Más del 80% del articulado está renovado

Se trata, en palabras del propio presidente de la Comisión de Reforma Estatutaria, de un trabajo "intensísimo" en el que se ha tenido en cuenta la opinión de representantes de todos los estamentos y miembros de la comunidad universitaria con el objetivo de alcanzar el mayor consenso posible, como ya ocurrió en los anteriores, que datan de 2004 y que "no tuvieron ningún voto en contra". "Aspiro a lo mismo", reconoce García Blasco, quien se muestra "satisfecho" del "meritorio trabajo hecho al servicio de la universidad".  

De hecho, más del 80% de los anteriores estatutos se cambian y se pone el énfasis en cuestiones como la internacionalización, la docencia, la investigación y la igualdad. Así, en los fines se recalca "la formación y perfeccionamiento de profesionales cualificados" y se resalta la proyección internacional de las actividades, que podrá servir de base, explica García Blasco, para "articular convenios". 

Entre los instrumentos de actuación, se pretende potenciar la utilización de las "habilidades lingüísticas", proporcionar "especial impulso y fortalecimiento de los campus de Huesca y Teruel" y disponer de procedimientos de administración y gestión universitarios "ágiles, flexibles y eficaces que eliminen exigencias burocráticas innecesarias". "Los primeros cinco artículos de los estatutos son claves, porque es donde está el contenido de la autonomía, los fines y los objetivos de la Universidad. Es la base sobre la que se asienta la institución", apostilla García Blasco. 

Otro de los nuevos aspectos es la posibilidad de crear secciones dentro de una facultad o escuela que, por ejemplo, podría agrupar diferentes titulaciones de una misma área. "También los departamentos se acomodan al nuevo panorama normativo y los nuevos estatutos refuerzan el papel de los institutos universitarios de investigación", señala. En este sentido, podrán desarrollar estudios de máster y actividades de especialización. 

El Claustro Universitario pasará de 300 a 200 miembros, si no hay modificaciones respecto al borrador. Así se adapta a la LOSU y se consigue una "mayor agilidad". Todo el personal se renovará a los seis años, excepto el estudiantado que será cada dos. Por su parte, el Consejo de Gobierno se amplía y alcanza los 64 representantes, mientras que el presidente del Consejo de Estudiantes (CEUZ) se convierte en "miembro nato". De hecho, el CEUZ tendrá "la dimensión y el tratamiento de un órgano colegiado", algo que hasta ahora no estaba así recogido, y contará con 56 miembros, distribuidos proporcionalmente entre los centros atendiendo al número de alumnos de cada uno. 

Los nuevos estatutos también recogen el derecho al paro académico, cuyas condiciones para el ejercicio y declaración todavía se están desarrollando. En el ámbito de las becas, destaca García Blasco, además de los estudios oficiales, se incluyen ayudas para el doctorado y la formación permanente. En esta última se tendrá especial atención al estudiantado con menor capacidad económica. 

Respecto a la investigación y la transferencia del conocimiento, los estatutos incluyen una reserva de al menos el 5% del presupuesto a programas propios y la instauración de un plan propio de investigación y transferencia. Asimismo, se diseñarán políticas para mantener y captar "talento investigador e innovador nacional e internacional" y se crea la Comisión de Investigación y Transferencia.   

Los estatutos también abordan los derechos y deberes de los distintos miembros de la comunidad universitaria, la selección del personal, los servicios con los que cuenta el campus como colegios mayores (donde se especifica que aquellos privados con régimen segregado no podrán adscribirse a la Universidad), bibliotecas o la defensoría universitaria. Asimismo incluye aspectos relacionados con los presupuestos, la contratación y el régimen electoral, entre otros. 

Los plazos

El periodo para presentar alegaciones estará abierto hasta el 6 de marzo a las 14.00 y una vez finalizado se analizarán e incorporarán las que se consideren que mejoran y perfeccionan el texto. Tras ello, se mandarán, ya como anteproyecto, al Claustro. La previsión de García Blasco es que el Claustro los pueda tener aprobados entre finales de junio y principios de julio y, cuando esto ocurra, se enviarán al Gobierno de Aragón, que tiene como máximo cuatro meses para aprobarlos. Por lo que la intención es que puedan estar en vigor a finales del año. "Seguramente seamos la primera universidad española que vayamos a tener los estatutos 'post LOSU'", recalca. 

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