educación superior

Primer día en la facultad de Filosofía y Letras: "Se ha hecho largo, pero al fin la hemos estrenado"

Más de la mitad de las clases ya están ocupadas y se espera que a lo largo de febrero ya esté prácticamente todo en funcionamiento. 

Primer día de clase en la renovada Facultad de Filosofía y Letras
Primer día de clase en la renovada Facultad de Filosofía y Letras
Guillermo Mestre

El de este lunes no fue un inicio de cuatrimestre normal, al menos, para la Facultad de Filosofía y Letras que, tras cinco años de obras, daba la bienvenida a parte de su alumnado. Hasta 26 de las 40 aulas ordinarias con las que cuenta el edificio volvieron a llenarse de vida. "Cuando nos hemos visto a las 8.20 para entrar a clase, todos íbamos sonriendo. Lo llevábamos esperando mucho tiempo", recalcó Alejandro Gascón, alumno de 4º de Periodismo, que fue uno de los primeros en acceder a las nuevas instalaciones. Junto a él, su compañera Lucía Bespín, destacó la "motivación" que significa estrenar este edificio: "Soy superconsciente de todo el trabajo que ha supuesto y es un privilegio para todos los alumnos".

Como ellos, estudiantes de Historia, Geografía y otras titulaciones pisaban por primera vez este remodelado espacio. Son más de 2.500 alumnos –entre 10 grados, 11 másteres y dos estudios propios– y alrededor de 500 profesores e investigadores los que conforman el ‘alma’ de esta facultad. "Esta todo muy bien. Nosotros estábamos en el Inter II, que son prefabricados, y la diferencia es muchísima. Aquí nada más entrar ya se nota calorcito y además es muy luminoso, hay muchos enchufes y baños", apuntó Amaya Martínez, estudiante de Historia.

La ilusión se mezcló con la incertidumbre de saber dónde estaba cada clase. "Nos hemos perdido", reconocieron entre risas estudiantes de diferentes titulaciones. También los docentes buscaban en los planos la ubicación exacta de su aula o cómo llegar de un espacio a otro. E incluso acudieron jóvenes de otras facultades y también exalumnos para comprobar ‘in situ’ cómo había quedado la reforma. "Tenía muchísimas ganas de verlo. Era una reforma que se necesitaba, pero tienes nostalgia", señaló Isabel Brieba, quien cursó su carrera a finales de los 70.

"Han sido tantos años que ya hacíamos bromas de que seguramente la abrirían cuando ya nos hubiéramos ido, pero al menos vamos a poder disfrutarla los últimos meses", detalló Alexia Pavón, alumna de 4º de Periodismo. Ella y el resto de compañeros de promoción no llegaron a conocer el anterior edificio, pero se encontraban entusiasmados con las nuevas instalaciones. "Es mejor de lo que esperaba. Veníamos a edificios más viejos y ahora estamos en el más nuevo de la Universidad de Zaragoza. Nos hace ilusión que sea nuestro", reiteró.

Para Juan Miguel García, matriculado en Geografía y Ordenación del Territorio, la diferencia es notable: "Las instalaciones en las que hemos estado estos años eran un poco deficientes". De hecho, un grupo de alumnos de la facultad, junto al sindicato Frente de Estudiantes, llevan criticando varios meses las condiciones de los edificios utilizados durante la reforma y lamentaron la "nefasta gestión de la comunicación", ya que hasta la semana pasada no conocieron, de manera oficial, cuándo se empezarían a impartir las clases en el nuevo edificio.

Unos 20.000 metros cuadrados

Pese a ello, la sensación este lunes era de alegría e ilusión. También entre el profesorado, que en las últimas semanas ha ido haciendo el traslado de despachos. "Fui alumna en la anterior facultad y ahora tengo una sensación de ‘déjà vu’", reconoció Carmen Bentué, ahora profesora de Geografía. Para ella, la parte "más bonita" es la del pabellón de Geografía, que "mantiene el bagaje que tenía" . La de ayer fue la primera toma de contacto, pero por delante quedan todavía muchas jornadas de trabajo, puesta a punto e incorporación del resto de alumnado. "Estamos en pleno proceso de traslado. Costará un poquito porque es un edificio enorme, con 20.000 metros cuadrados, y ahora está dotado de las mejores tecnologías", subrayó la decana de la facultad, Elena Barlés, al tiempo que destacó que la intención es que a lo largo de febrero estén prácticamente operativas todas las aulas.

Barlés recordó la emoción que sintió al entrar de nuevo y también al conocer su despacho. "Me puse contentísima porque por fin tenía un despacho con pared, ya que he vivido entre mamparas", apuntó en referencia a su ubicación habitual. También destacó la zona de decanato, que ocupará durante su etapa en el cargo. "Es la eclosión de un sueño muy anhelado", resaltó. Confió en que el nuevo edificio –que finalmente tuvo una inversión de más de 31 millones de euros frente a los 24,3 previstos– suponga un "impulso" a las labores docentes, investigadoras y de transferencia del conocimiento.

Por su parte, la directora general de Universidades del Gobierno de Aragón, Marisa Feijóo, destacó el "esfuerzo" del alumnado y profesorado durante estos años y recordó que, tras esta reforma, será el turno de la de Medicina, que comenzará "este año". 

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