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Conchita Polo, la abuela zaragozana 'tiktoker': "Tengo libretas con mis vivencias desde hace 50 años"

A sus 81 años, con una memoria prodigiosa, se ha convertido en el rostro en redes sociales de los móviles sencillos para mayores Maximiliana, creados por la empresa cofundada por su nieto, Pedro Malo.

Conchita tiene 81 años y se ha convertido en la prueba de que las redes sociales también son para mayores
Conchita, en la cocina de su casa en el barrio de las Delicias, donde graba alguno de los videos para sus canales en redes sociales.
Toni Galán

Entrar en el salón de Conchita Polo en el barrio de las Delicias de Zaragoza es lo más parecido a viajar en el tiempo a casa de tu abuela o a la de tu infancia si eres de los que fuiste a EGB. En la estancia no hay un centímetro de pared que no esté cubierto por algún recuerdo de una larga vida en la que se nota que los libros han ocupado siempre un lugar muy destacado. En las estanterías, enciclopedias de las que ya no se editan y colecciones de novela clásica, pero también lo último de la premiada escritora aragonesa Luz Gabás, 'Lejos de Luisiana', en la mesita junto al sofá, al lado de una flor de Pascua.

En la sala, que invita a sentarse y contemplar, una pecera gigante hace casi de tabique y tres barcos de madera hechos a mano cuelgan en el de al lado. Más de una docena de cuadros con paisajes y distintos rincones de España decoran otra. "Son de mi marido. Esa es la iglesia de Cullera, donde nos casamos", explica, señalando uno de los primeros en el que una luz cálida refleja la piedra de un edificio flanqueado por palmeras. La pareja eligió el municipio costero valenciano porque siempre les había gustado y allí han celebrado hasta sus bodas de oro. Ya llevan más de 60 años juntos. Un aro de luz de pie, de los que utilizan los 'youtubers' para iluminar sus vídeos nos trae de vuelta al presente. El salón, junto a la cocina, resulta un escenario conocido por sus seguidores en las redes sociales. 

Vídeos para ayudar a su nieto

Conchita tiene 81 años y se ha convertido en la prueba de que las redes sociales también son para mayores. Al menos, de que las personas que acumulan experiencias vitales como ella pueden tener su hueco. Sus vídeos con sus anécdotas, consejos y recuerdos se pueden ver en Tik Tok, Facebook, Instagram y Twitter. Habla con soltura delante de la cámara y lo mismo da consejos inspiradores basados en su vida que abre la nevera para explicar cómo congelar unas lentejas. Se ha estrenado recientemente como el rostro de la firma de móviles sencillos para mayores Maximiliana.es, creada por dos ingenieros de Telecomunicaciones zaragozanos. No es casualidad que uno de ellos sea su nieto ni que el otro socio, Jorge Terreu, sea el de la señora de 91 años que da nombre al teléfono.

A sus 81 años se ha convertido en el rostro en redes sociales de los móviles sencillos para mayores Maximiliana, creados por la empresa cofundada por su nieto, Pedro Malo.
"Queríamos que fuera un poco la abuela de todos" (Pedro Malo, cofundador de Maximiliana)

"Un día vino mi nieto a comer y me dijo que no llegaban a las redes sociales y le dije que si la abuela podía ayudar que me dijera", cuenta, sentada junto a él. Habla de los dos fundadores, compañeros de carrera de 24 años como "los chicos". Ambos crearon hace unos dos años el terminal en el que no hace falta tocar nada para hablar por llamada o videollamada, ya que se descuelga automáticamente. Registra la localización de la persona mayor, informa de si está cargado y se le pueden enviar recordatorios como tomarse las pastillas, entre otras funciones.

"Queríamos que fuera un poco la abuela de todos y de la gente que no tiene", explica Pedro Malo, nieto de Conchita. El objetivo es acercar más el móvil Maximiliana, que surgió para facilitar la comunicación con las personas mayores. No son los primeros nietos que comparten a sus abuelos en redes sociales, después de vídeos tan populares como los de la 'tata' del actor Miguel Ángel Muñoz durante el confinamiento, que terminó convertido en película el año pasado ( '100 días con la Tata').  

En el caso de la abuela zaragozana, esta tiene vídeos como 'Tu cita con Conchita' en los que comparte con sus seguidores su memoria prodigiosa. "Tengo libretas con mis vivencias desde hace 50 años", cuenta, mientras se agacha y saca de un cajón un pequeño bloc de anillas que abre mostrando anotaciones con una letra casi perfecta, moldeada por la época en la que la caligrafía se cuidaba. Estudió Magisterio, pero solo ejerció cinco años, hasta que se casó, aunque mantuvo su vocación. "Desde los 15 años cada vez que escuchaba una frase la apuntaba y ahora tengo unas 2.000", calcula, después de haberle regalado un cuaderno a su nieto. "Tiene hasta apuntado qué comieron o qué tiempo hacía", detalla Pedro sobre algunos apuntes, que todavía no ha terminado de leer. Su abuela le da consejos sobre cómo dosificarlas. "Cuando tengas un bajón en tu vida coges una frase y la analizas. Jamás veas muchas frases seguidas porque si no te harás un lío en la cabeza", le dice.

"Recuerdo hasta cuando mataron a Manolete" (Conchita Polo)
Conchita Polo con Pedro Malo, su nieto y cofundador de Maximiliana, el móvil para personas mayores
Conchita Polo con Pedro Malo, su nieto y cofundador de Maximiliana, el móvil para personas mayores, en el salón de su casa.
Toni Galan

Además de frases inspiradoras es tan exhaustiva que tiene anotadas "las cuentas de lo que me gasté desde el día en que me casé". Sus libretas son un documento histórico porque afirma: "Recuerdo hasta cuando mataron a Manolete", el famoso torero fallecido en una cogida en 1947, cuando ella apenas tenía seis años. A la lista de memorias suma la visita de Eva Perón, primera dama de Argentina dicho año a Zaragoza. "Yo vivía en la calle Boggiero y cogieron en una redada a unos jóvenes que se habían cachondeado de ella cantándole la 'Perona' y los tuvieron 24 horas repitiendo bien su nombre: María Eva Duarte de Perón", repite también haciendo hincapié en cada palabra.

Confiesa que su buena memoria no siempre le resulta algo bueno. "Me acuerdo de todo, hasta de muchas cosas que querría olvidar", reconoce. De niña perdió a sus padres y fue criada por sus tíos. Es hija única. Ese es el único momento de la conversación en el que su tono parece ensombrecerse, pero solo por un segundo, porque la energía de esta mujer puede con todo. Y sigue desgranando anécdotas que le ocurrieron de pequeña y otras ya de su etapa de abuela que sacan los colores a su nieto. "No quería ir de campamentos y ahora no entra en casa", empieza a modo de introducción de una historia de Pedro cuando tenía unos 9 años, para explicar cómo le regañó un día porque no obedecía a su madre, la hija de Conchita. La historia completa quizás la cuente en alguno de sus  vídeos o la recordará estos días en las celebraciones de Navidad que abuela y nieto pasan juntos.

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