Guillermo Fatás aborda la figura de Gaspar Sanz en un nuevo 'podcast'
La serie de Heraldo.es dedicada a la vida y la obra de grandes personalidades históricas de Aragón se detiene en este nuevo capítulo en un calandino que revolucionó el arte de la guitarra española.
Gaspar Sanz Celma encumbró la guitarra española como uno de los instrumentos clásicos más importantes. Así lo cuenta Guillermo Fatás en su nuevo podcast, dedicado a la figura de este calandino nacido en 1640 y muerto en 1710.
Cuenta Fatás que es raro que quienes admiran la música tradicional española, y en concreto obras como 'Fantasía para un gentilhombre', la melodía que suena de fondo en la grabación interpretada por el gran Narciso Yepes, sepan que está escrita por este calandino. Y su obra, relata, "convirtió al popular instrumento de la guitarra en un instrumento clásico que subió los mismos peldaños que alcanzaron los grandes instrumentos de orquesta".
En 1674, Gaspar Sanz escribió su obra cumbre. Hoy sigue siendo el tratado de referencia en todo el mundo, desde Japón a Canadá, para quien pretende estudiar guitarra clásica . El título, a la moda de su tiempo, es descriptivo: "Instrucción de música sobre la guitarra española y método de sus primeros rudimentos hasta tañerla con destreza, con dos laberintos ingeniosos, variedad de sones y dances de rasgueado y punteado al estilo español, italiano, francés e inglés, con un breve tratado para acompañar con perfección sobre la parte muy esencial para la guitarra, arpa y órgano, resumido en doce reglas y ejemplos los más principales de contrapunto y composición".
Acota Fatás que Gaspar Sanz "intentó y consiguió meter en un solo tratado cuanto era preciso conocer sobre este instrumento de seis cuerdas". O lo que es lo mismo, este libro ofrece la posibilidad de alcanzar el dominio completo de la guitarra. Quien lo asimile podrá no solo interpretar lo que sea, sino también componer piezas que nadie pensó hasta entonces que la guitarra pudiera tañer.
Otra cosa, apunta Guillermo Fatás, es cuán famoso sea hoy Gaspar Sanz: y, si no lo es demasiado, con certeza no es por su culpa ni por falta de talento innovador.
