historia del arte
Los rostros de Lanuza, cara a cara
La investigación de un equipo dirigido por el forense Salvador Baena ha permitido conocer el rostro del justicia Juan de Lanuza y así poder compararlo a las obras de arte existentes
Los científicos han conseguido ponerle cara de Juan de Lanuza, justicia de Aragón en el siglo XVI, gracias a la reconstrucción cráneofacial a través de un TAC con ayuda de la base de datos patentada Dovimaz (donación virtual MAZ), mediante el método de la morfogeometría, que relaciona imágenes TAC con fotografías donadas para este fin.
Gracias a esta reconstrucción cráneofacial fruto de la investigación de un equipo dirigido por el forense Salvador Baena se puede conocer el rostro del justicia Juan de Lanuza. Tras dos años de trabajo sobre los restos guardados en la iglesia de San Cayetano, ahora se sabe también que fue degollado por orden del rey Felipe II.
A partir del TAC, se analizó matemáticamente el espesor de las partes blandas. Comparando con una base de datos, se configuró la morfología sobre el cráneo. Una malla de puntos dibujó su cara. «La curva del cráneo lateral determina cómo es la cara. El TAC nos permite analizar matemáticamente el espesor de las partes blandas, compararlo con la base de datos y ayudar a configurar la morfología sobre el cráneo y así obtener una malla de puntos que dibuja su cara», señalan los investigadores.
Por otro lado, muchos artistas ya habían representado al justica a Aragón. Manuel García Guatas, Catedrático emérito de la Universidad de Zaragoza, cuenta en su artículo para el suplemento especial de HERALDO sobre Lanuza que "desde 1858 hasta 1897 en ocho ocasiones llevaron al lienzo secuencias del justicia conducido al patíbulo los aragoneses Larraz, Unceta, López del Plano, Balasanz y Barbasán, además de otros tres pintores (vasco, valenciano y extremeño). Pero la fisonomía de aquel justicia (de unos 27 años cuando mandó decapitarlo Felipe II) con la que aparece en estos lienzos es totalmente imaginaria: como un maduro caballero idealizado. Pero lo que importaba a la pintura de historia era la puesta en escena de aquellos momentos dramáticos".
Antes de conocer científicamente el rosto del justicia, la representación de Lanuza iba más allá de las escenas en el patíbulo. Algunos pintores realizaron retratos como es el caso de José Casado del Alisal y de Nicolás Ruiz de Valdivia y Aguilera. Narciso Serrat y Ramón Elorriaga, entre otros, también lo representan sobre el lienzo.
Cabe destacar la famosa estatua del justicia que preside la plaza de Aragón de Zaragoza cuyo autor es Félix Navarro. Según cuenta Manuel García Guatas "el monumento escultórico de Zaragoza había sido promovido en 1887 mediante concurso. Salió elegido el que ideó el arquitecto Félix Navarro, que se apartaba de estas imágenes teatralizadas. De entrada, lo dedicó a la institución del Justiciazgo y lo diseñará como una alegoría política, que incluiría la estatua sedente del justicia como símbolo de los principios del recto gobierno: silla del juez consustancial con la columna sostén del ideal de Justicia, anotó el arquitecto dentro de uno de los dibujos del monumento".
"Tiene una voluntad innovadora", señala el catedrático emérito de la Universidad de Zaragoza, "se construyó con materiales e industrias aragonesas: piedra de canteras de Codos y Calatorao, estatua fundida en los talleres Averly, esmaltes de Manuel Viñado, etc".
Al comparar la reconstrucción científica con la interpretación artística se puede ver que autores como Félix Navarro, José Casado del Alisal o Carlos Larraz sí coinciden en algunos rasgos. Aunque los parecidos son cuestionables, el hecho de representar un joven justicia de 27 como se ha demostrado científicamente hace que estos autores consigan que ciencia y arte representen el rostro de Lanuza de una forma similar.
Comparten las facciones de una persona joven de rasgos vigorosos. Incluso el retrato de José Casado del Alisal lo representa con la nariz aguileña como los ha hecho la ciencia.
En las imágenes destacadas se pueden ver unas marcas rojas que marcan la altura de ojos, nariz y mentón para facilitar al lector la comparación entre las obras y la reconstrucción fruto de la investigación y que saque sus propias conclusiones.
Por otra parte Carlos Larraz pintó 'Prisión de Lanuza' (en 1858) pero representa en su obra a un Justicia de edad adulta y calvo, cuando se ha demostrado que solo tenía 27 años, bajando las escaleras del palacio de la Diputación del Reino. En este caso, los rostros no tienen nada en común.
