Los hosteleros alertan de aglomeraciones en la calle al cierre de los establecimientos

El alcalde de Huesca advierte de que "si los contagios siguen creciendo como en la última semana, estamos a un paso de tener que dar marcha atrás".

A la 1.30 de la madrugada del domingo, en la calle Zarandia de Huesca, decenas de personas se apelotonaban a las puertas de los locales.
Huesca a la 1.30 de la madrugada del domingo, donde decenas de personas se apelotonaban a las puertas de los locales.
Rafael Gobantes

El ímprobo esfuerzo de los hosteleros para asegurar que la normativa vigente se cumpla dentro de sus locales encuentra su contrapeso puertas afuera de los establecimientos. No en vano, y según denuncian los empresarios –y la misma realidad– las distancias de seguridad se pasan por alto cuando llega la hora de cierre. Cuando el reloj marca la 1.00, e incluso antes, una buena porción de los clientes forma aglomeraciones en la calle, comparten espacio vital sin hacer uso de las mascarillas y, según apuntan un hostelero consultado, "hasta comparten vasos, botellines y tabaco", por lo que se exponen a un posible contagio.

No se trata de un escenario puntual, sino que se repite en las distintas zonas gastronómicas y de ocio nocturno de Zaragoza y Huesca. "En realidad, son una minoría, pero están poniendo en peligro a todo el mundo. Los propietarios de los locales nos estamos esforzando al máximo, pero no podemos controlar lo que ocurre cuando bajamos la persiana", apunta José María Marteles, presidente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza.

Le toma la palabra Víctor Flores, encargado del bar La Ternasca, en la calle Estébanes, en el Tubo zaragozano: "Empezamos a ver cómo en la calle se forman aglomeraciones con frecuencia. La gente, dentro del local, se porta como piden las autoridades, pero una vez fuera, cuando bajamos la persiana, la situación cambia por completo". En este negocio, como en otros del entorno, decidieron cerrar una hora antes de lo marcado por ley (a las 00.00 en lugar de a la 1.00), para favorecer que los grupos se disuelvan más rápidamente. Sin embargo, el efecto buscando parece no cuajar, sino todo lo contrario.

Pero el Tubo no es el único enclave en el que se han apelotonado más personas de lo aconsejable. En zonas de fiesta como el Casco o las calle Dato y aledañas se han repetido las concentraciones tanto el viernes como el sábado. Además, se han celebrado fiestas en domicilios privados y viviendas turísticas.

Al cierre de las terrazas

Las aglomeraciones en las zonas de ocio nocturno de Huesca ocurridas la semana pasada se repitieron este sábado y ya se están convirtiendo en una imagen habitual a las puertas de los bares en el inicio del verano. En torno a la una de las madrugada, la calle Zarandia, aledaña a la plaza de Los Fueros, en el Tubo, era un hervidero de clientes consumiendo bebidas en la calle. Decenas de personas se apelotonaban sin mascarilla y sin guardar la distancia de seguridad. No es la única zona de la ciudad donde sucede, ya que la fotografía se repetía en el exterior de otro local muy cercano a la céntrica plaza de Navarra.

Ocurre en pleno rebrote en la capital oscense, que ya suma en la última semana un total de 59 positivos, atribuidos tanto a reuniones sociales como a fiestas juveniles, y ha obligado al Ayuntamiento a reforzar la vigilancia de la Policía Local. Ya es la cuarta ciudad de Aragón con mayor incidencia (120).

Ambiente de las calles del centro de Huesca en la madrugada del domingo.
Ambiente de las calles del centro de Huesca en la madrugada del domingo.
Rafael Gobantes

En Huesca, el ocio nocturno puede tener terrazas hasta la una de la madrugada. Desde esa hora hasta las 3.00 el consumo de bebidas debe ser en el interior, con un aforo del 75%. Los bares controlan, mediante la entrega de unas pulseras, que no pasen dentro más de 20 clientes ,y no dejan sacar la consumición fuera, pero alguno lo permite.

"Hasta las 3.30 o las 4.00 ha habido aglomeraciones, casi todos sin mascarilla y bebiendo. Y a las 6.00 aún quedaba gente en la calle", denuncia uno de los hosteleros, que llegó a contar hasta 200 personas en unos pocos metros cuadrados. Asegura que su preocupación es compartida por otros propietarios de locales de la plaza de Los Fueros.

"Es escandaloso", resume. Según él, "la gente que está fuera no tiene 20 años, tiene más". Teme que si suben los contagios habrá de nuevo restricciones y podrían perder el consumo en la barra, horas de apertura y aforo, "después de estar tantos meses cerrados". Si la situación no se controla irá a más, advierte. "Con que haya un asintomático en esa aglomeración, ya tenemos el problema, porque aunque estén fuera ni llevan mascarilla ni guardan la distancia de seguridad".

Los propietarios de bares piden la intervención de la Policía para atajar esta práctica. Sin embargo, el alcalde de Huesca, Luis Felipe, declaró el domingo que "ya no es un problema policial". "La situación ahora es sobre todo de responsabilidad de la gente. Después de lo que hemos conseguido, si siguen los contagios como en la última semana, estamos a un paso de tener que dar marcha atrás y volver a las restricciones".

Fue el pasado viernes cuando la Policía reforzó la vigilancia ante el repunte de casos, especialmente entre los jóvenes y se hizo un llamamiento a la responsabilidad recordando que la pandemia aún no ha finalizado. Se iba a poner especial atención en concentraciones de personas y botellones. Estos al menos no se han producido este fin de semana, en zonas habituales como el parque de Miguel Servet o el entorno de la ermita de Salas.

En Teruel, la Policía Local vigiló el cumplimiento de los horarios de cierre y de los aforos en los locales de copas sin que se registraran incidencias de consideración. Desde el Ayuntamiento señalaron que hubo "alguna llamada puntual de vecinos por molestias de ruido", pero dentro de la "normalidad". El presidente de Teruel Empresarios Turísticos, Roche Murciano, explicó que en los locales de ocio nocturno de la capital no se registraron incidentes de ningún tipo y calificó el fin de semana como "muy bueno" para el sector turístico provincial.

También el Consistorio de la capital aragonesa hacía ayer una lectura positiva del fin de semana. Fuentes municipales afirmaban que la Policía no había tenido que intervenir por grandes aglomeraciones y valoraban como "muy bueno" el refuerzo especial acordado entre la Delegación del Gobierno y el propio Ayuntamiento para todo el fin de semana. 

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