Aragón encara el final de la quinta ola a punto de entrar en nivel 2 y relajar las restricciones

Con tendencia descendente, Salud Pública podría ya aumentar los aforos y el horario de la hostelería. Las zonas de salud de Alagón, Gallur y Ejea evolucionan de forma favorable hacia la reapertura.

Reparto de mascarillas por las terrazas del Tubo, una iniciativa de la asociación de comerciantes y hosteleros de la zona.
Reparto de mascarillas por las terrazas del Tubo, una iniciativa de la asociación de comerciantes y hosteleros de la zona.
Oliver Duch

La pandemia del coronavirus sigue a la baja en Aragón. Descienden las incidencias acumuladas, el número de camas ocupadas por pacientes covid y la tasa de positividad. Un escenario que arroja optimismo en la recta final de la quinta ola y que permitiría relajar las medidas impuestas para tratar de frenar la expansión del virus. La Comunidad se acercaría así al nivel de alerta 2, fase en la que ya se encuentra la provincia turolense, que implicará aumentar los aforos y el horario de cierre de la hostelería. La curva epidemiológica es también favorable en las tres zonas básicas de salud que continúan confinadas -Gallur, Ejea de los Caballeros y Alagón- y el anuncio de la apertura del cierre perimetral podría estar cada día un poco más cerca.

La incidencia acumulada en Aragón a siete días se sitúa ya en 68,6 casos cada 100.000 habitantes, lejos de los 163 que tenía hace tan solo un mes. La provincia de Zaragoza, con 72,7, está ligeramente por encima de la media autonómica; y Huesca (66,9) y Teruel (37,3) siguen por debajo. Entre los principales municipios con mayor afectación están Monzón (143) y Utebo (138), que precisamente este miércoles fue el que más contagios notificó: 12. Este es uno de los indicadores que han ido analizando las autoridades sanitarias para gestionar la crisis, junto a la ocupación hospitalaria, entre otros. 

Sin embargo, en esta fase de la pandemia, tal y como destacó Enrique Bernal, investigador sénior del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) y asesor de la Consejería de Sanidad, ya no tiene el mismo valor a la hora de adoptar medidas. "En este momento, los niveles habituales que se han tomado como referencia en la escalada pueden no tener tanto sentido en la desescalada". En concreto, la incidencia es "muy variable" y "como hay pocos casos y la población es relativamente pequeña, puede aumentar mucho", lo que no permitiría ofrecer una idea real del curso de la pandemia.

"También hay que dilucidar si el aumento de los casos responde a una transmisión comunitaria o no, porque las implicaciones son muy distintas", añade Bernal, que también es colaborador del Observatorio de Sistemas y Políticas de la OMS en Europa. "Debido al avance de la vacunación hay mucha menos población vulnerable, y la transmisión comunitaria es más difícil, por lo que aparecen focos de contagio que son fáciles de seguir o se autolimitan". "Una de las cosas que hay que estudiar, poniendo al microscopio, es a qué corresponde un crecimiento de contagios, como el que se está produciendo en Huesca". En este sentido, apuntó que "la sensación es que hay dos brotes de familias extensas, interconectadas entre sí, y con algunos casos derivados en alguna otra población, que se está autolimitando".

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Los expertos trabajan con la evolución del índice reproductivo, que revela el promedio de personas que puede contagiar cada infectado. En Zaragoza ronda el 0,84, por debajo del 1 desde hace una semana. En Huesca se sitúa en 1,3, aunque descendiendo rápidamente; y en Teruel está en 1,5, pero también disminuye.

La dinámica en la recta final de la quinta ola es distinta a la del resto de la pandemia, con "pequeños repuntes de casos en lugares concretos". Y, además, el impacto de esta patología en el sistema de salud es también cada día menor: "Realmente es un virus con el que convivimos ahora ya de una manera más natural, por lo que sería completamente artificial plantear medidas muy restrictivas"

Ante este panorama, Aragón podría ir relajando las medidas e incluso pasar al nivel de alerta 2, bien de forma global o de manera paulatina por provincias, sumándose así a Teruel, que ya está en esta situación. Para Bernal, "los riesgos de pasar a nivel 2 serían muy bajos, aunque se flexibilizaran horarios y se ampliaran los aforos. Ahora no tiene el impacto que podía tener hace dos meses, porque gran parte de la población está ya vacunada".

En estos momentos, continúan en el nivel 3 de alerta agravado, que conlleva también el cierre perimetral, las zonas de salud de Ejea de los Caballeros, Gallur y Alagón, todas ellas en la provincia de Zaragoza. La Consejería de Sanidad decidió la semana pasada prolongar estos confinamientos alegando que, aunque la curva epidemiológica estaba evolucionando positivamente, había que mantener todavía la cautela. 

Los tres territorios han mejorado su incidencia acumulada, con 98,1, 67 y 57,7 casos por cada 100.000 habitantes a siete días. Llama la atención el rápido descenso que ha experimentado Gallur, que alcanzó el pico de incidencia hace menos de un mes, el 6 de mayo, cuando superó los 951 contagios cada 100.000 habitantes. La evolución de estas tres zonas podría llevar a Sanidad a adoptar la decisión de levantar los últimos cierres perimetrales que se mantienen en Aragón.

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