Ocho toques de las campanas de Mainar salvados del olvido

El conjunto de campanas de este pueblo de la Comarca del Campo de Daroca se ha automatizado para que se pueda tocar de una forma más sencilla y no se pierdan las melodías.

María Lina Hernando, alcaldesa de Mainar, en el campanario de Santa Ana.
María Lina Hernando, alcaldesa de Mainar, en el campanario de Santa Ana.
M.L.H.

Santa Ana, San Pascual Bailón y Nuestra Señora del Rosario son los nombres de las tres campanas de Mainar. Se ubican en la iglesia mudéjar de Santa Ana. En los últimos años no sonaban como antaño, su tañido estaba un tanto dormido, pero hace unos días despertó. Se han automatizado y ahora las tres campanas están conectadas a un cuadro eléctrico. Así, las nuevas tecnologías han permitido conectar con una melodía del pasado.

Los toques tradicionales están grabados y se pueden reproducir cuando se desee. "De esta forma se ha recuperado el sonido de las campanas de Mainar, que se iba a perder porque no hay relevo generacional", señala María Lina Hernando, alcaldesa de este municipio de la Comarca del Campo de Daroca. Esta innovación permite que el toque se pueda programar y también que no sea tan costoso hacerlas sonar, ya que el sistema se puede activar con solo pulsar un botón en la base de la torre sin necesidad de subir las escaleras. “Ahora se tocan sin esfuerzo”, manifiesta la edil.

Los toques se han recuperado gracias a unas grabaciones realizadas en 1984. En esos años el matrimonio Francesc Llop i Bayo y Mari Carmen Álvaro Muñoz recorrieron Aragón para documentar el legado campanero. Esa labor dio como resultado el estudio 'Toques de campanas de Aragón' (1983-1984), que engloban los toques tradicionales de medio centenar de pueblos aragoneses. A este trabajo posteriormente, en 1988, se añadió la tesis doctoral ‘Los toques de campanas en Aragón: un medio de comunicación tradicional’. En esos documentos gráficos se puede ver a Cecilio Gómez, un vecino mainajero ya fallecido que era quien se encargaba de hacer repiquetear las campanas.

"Ha supuesto recuperar una tradición y un patrimonio sonoro"

"Ha supuesto recuperar una tradición y un patrimonio sonoro. A los vecinos les gusta,  muchos de los mayores los recuerdan, para ellos es un sistema fácil de comunicar un mensaje que reconocen", celebra Hernando, que incide en que algunos toques son específicos de Mainar. "Antes, el único medio de comunicación en los pueblos eran las campanas", defiende la alcaldesa.

En total se han recuperado ocho toques diferentes. "Se tocarán en los días señalados, como el pasado Miércoles de Ceniza, o para anunciar noticias", explica Hernando. Entre ellos destacan los tres avisos de oración – una hora antes, media y 15 minutos-. También los de difuntos, diferenciando el de adultos o el mortajuelo (si se trata de niños). A estos se suman el repiqueteo de fiesta, el toque de confesar y el aviso de fuego. "Antiguamente se tocaba también a arrebato, el toque que avisaba de un peligro, ya fuera en tiempos de guerra cuando el enemigo estaba cerca o ante enfermedades. Otra costumbre era tocar el de muerto hasta que el finado llegaba al cementerio como sinónimo de despedida, durante unos cinco o diez minutos", sostiene Lina.

Una de las campanas de Mainar.
Una de las campanas de Mainar.
M.L.H.

El coste –2.700 euros- lo ha sufragado la parroquia de Mainar, dentro de la Unión Parroquial de la Agrupación de Daroca, tal y como apuntan las fuentes municipales. Una empresa de La Puebla de Alfindén ha sido la encargada de la intervención. "Esta mejora no ha inutilizado el toque tradicional a mano de las campanas, también se puede realizar", aclara Hernando.

Las campanas, una a una

A finales del siglo XVII, en 1692, se fundió la campana de Santa Ana, madre de la Virgen María y a quién esta dedicado el templo de esta localidad zaragozana. Según Francesc Llop i Bayo, en su proyecto Campaners, detalla que la fundió Jerónimo y José Muñoz y que tiene 83 centímetros de diámetros. Tres siglos más tarde se llegaron nuevas campanas en Mainar, en esta ocasión fueron dos más. En la misma página web se concreta que en 1955 se instalaron las campanas de San Pascual Bailón y de Nuestra Señora del Rosario, ambas fundidas por la viuda de Ángel Perea en Miranda de Ebro. La primera tiene un diámetro de 44 centímetros y 95 la segunda, concluye la ficha de Llop i Bayo.

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