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Santa Engracia recupera el sonido de sus campanas después de tres años en silencio

Este jueves comenzaron las pruebas en el campanario de este templo de Zaragoza y está previsto que suenen a diario desde el día de Navidad.

Hace tres años que las campanas de la iglesia de Santa Engracia, en el centro de Zaragoza, dejaron de sonar. El mal estado de la maquinaria fue el detonante de que se hayan mantenido en silencio este tiempo. Sin embargo, este jueves volvieron a escuchar. “Desde por la mañana están probando los sonidos y la nueva instalación”, han explicado fuentes de la parroquia.

“La maquinaria era vieja y cuando se rompió, hace tres años, no había dinero para repararla”, cuentan. Después de este tiempo, se ha recaudado lo suficiente gracias a las donaciones, unos 12.000 euros. “Al parecer, la gente quería volver a escucharlas”, celebran en la parroquia.

Santiago Aparicio, párroco de Santa Engracia, explica que el motor que se rompió hace tres años databa de 1972, y apunta a que han tardado este tiempo en acometer su arreglo porque tenían otras prioridades en el templo, como subsanar algunas grietas. Subraya que el dinero destinado a recuperar el uso de las campanas no se ha restado de la obra social. Durante varios días seguirán haciendo pruebas, hasta el día de su estreno, el 25 de diciembre, para celebrar la Navidad. Desde entonces, se reincorporarán tres veces al día a la banda sonora del centro de Zaragoza. No en vano, su sonido es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, recuerda Aparicio, quien asegura que las campanas de Santa Engracia "gozan de buena salud", puesto que no ha sido preciso acometer ninguna intervención en los instrumentos y tan solo se ha introducido algún elemento nuevo de percusión.    

Reparación de la maquinaria de las campanas de Santa Engracia, en Zaragoza.
Reparación de la maquinaria de las campanas de Santa Engracia, en Zaragoza.
Oliver Duch

Según el portal Campaners, la basílica de Santa Engracia “cuenta con cuatro campanas en el interior del campanario de la torre oeste, con fuerte estructura metálica y todas a distinto nivel”. Francesc Llop i Bayo, antropólogo y campanero español, cuenta en esta página web que “el cimbal se encuentra en lo más alto de la torre, está dedicado a San Lamberto Mártir, tiene un diámetro de 52,4 cm y fue fundida en 1972 por Guizà”. En la misma información se agrega que “la siguiente en tamaño y orden en altura es San Juan Bautista, de 65,5 cm de diámetro y fundida en 1779, sin nombre del fabricante”. De esta campana se cuenta que es la “más antigua y que ha sobrevivido a los avatares de la guerra contra los franceses”, relata Llop, autor de la tesis doctoral 'Los toques de campanas en Aragón: un medio de comunicación tradicional', publicada en 1988.

Otra está dedicada a Nuestra Señora de las Santas Masas, de 66,6 cm y fue fundida en 1972 también por Guixà, mismo año y fabricante que el cimbal. “De 1889 es la campana mayor, situada en la parte más baja del campanario y dedicada a Santa Engracia”, añade el antropólogo y campanero. Llop cuenta que tiene un diámetro de 89 cm y fue fundida por Mariano Español en la capital aragonesa. Además, fueron unas de las que repicaron en memoria de Miguel Ángel Blanco en julio de 1997, cuando fue secuestrado y asesinado por la banda terrorista ETA.

Precisamente, la reparación coincide con la publicación de un texto en la hoja parroquial de finales de noviembre dedicado a las campanas de la iglesia, donde se cuenta parte de la historia de estos elementos. “Las campanas nos acompañan desde el siglo V y eran de uso común en la Edad Media. Se usaban especialmente en las comunidades monásticas para llamar a los monjes a reunirse para orar en la capilla ya que, a lo largo del día, se encontraban en varios lugares del monasterio”, decían en sus páginas. “Hoy estamos acostumbrados a escuchar los ruidos materiales y ambientales de la ciudad y nos faltan sonidos espirituales”, añadieron.

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