Los sonidos de los lugares más representativos de Albarracín pasarán a la posteridad integrados en una composición musical artística. Esta iniciativa, financiada por la Unión Europea y sin precedentes en la provincia de Teruel, empezará a materializarse los próximos días 22 al 29 de mayo, cuando seis profesionales creativos aterricen en la ciudad para captar durante varias jornadas los sones que habitualmente escuchan los habitantes de la zona.

El rumor de las aguas del río Guadalaviar, el canto de los pájaros, el tañido de las campanas de las iglesias, las voces de los vecinos, la melodía del órgano de la Catedral o el ruido de las obras de restauración de los edificios históricos son candidatos a formar parte de esta peculiar pieza musical. A ellos podrían sumarse también los sonidos de los instrumentos del folclore más tradicional, como el tambor y la dulzaina, o las canciones que interpreta la rondalla de jota de Albarracín. El silencio de la piedra de rodeno, característica de la Sierra de Albarracín, podría igualmente tener su espacio en este experimento musical.

Así lo explicó este jueves el gerente de la Fundación Santa María de Albarracín, Antonio Jiménez, quien destacó que el proyecto, bautizado como ‘Sonotomía’, está próximo a hacerse realidad al haberse abierto ya el plazo de inscripción –dura hasta el próximo 31 de marzo– para todos aquellos expertos creativos que deseen participar en el mismo. La convocatoria va dirigida a técnicos musicales, artísticos, culturales, educativos y científicos en cualquier etapa de su carrera y siempre que estén residiendo en España. Los seis que resulten elegidos se hospedarán en la residencia de la Fundación Santa María.

La entidad turolense es una de las cuatro organizadoras de ‘Sonotomía’ junto con la Fundación Pedra Angular de Portugal –impulsora del conocido Festival Terras sem Sombra–, la empresa 4Dsound –con sede en Ámsterdam– y el Spatial Sound Institute (SSI) en Budapest, la capital de Hungría. El proyecto forma parte del programa Creative Europe, cuya misión es crear arte mediante el sonido, tomando como referencia paisajes sonoros específicos vinculados al patrimonio cultural tangible e inmaterial. El objetivo final es promocionar la cultura a través de la exploración de los sonidos en el espacio.

Además de Albarracín, son protagonistas de esta experiencia los sonidos marinos de Portugal y los ruidos urbanos de Budapest. La localidad turolense aportará las voces del mundo rural a una trilogía musical cuyo resultado se presentará en 2022 en Alentejo (Portugal), en una nueva edición del Festival Terras sem Sombras.

"Queremos que se conozca cómo suena el patrimonio rural a través de la ciudad de Albarracín, un lugar muy especial por su historia, sus edificios, su cultura y sus gentes", afirma Jiménez. La composición musical resultante del proyecto ‘Sonotomía’ será fruto también del empleo de técnicas de sonido de última generación. Los participantes crearán una ‘biblioteca de sonido’ en la que se recopilarán y clasificarán los paisajes sonoros para luego crear una obra de arte con la acústica de los lugares históricos más relevantes de Albarracín.