aragón 

"Mucha gente se ha dejado la vida en las minas para que el país funcione"

Álvaro Lázaro es empleado de Endesa destinado de Andorra a Lérida,

Álvaro Lázaro y su mujer Rosario, trasladados a Lérida.
Álvaro Lázaro y su mujer Rosario, trasladados a Lérida.
HA

El 6 de enero, Álvaro Lázaro (Andorra, 1967) se instaló en Lérida con su mujer recolocado por Endesa, empresa en la que entró en 2003 procedente de una subcontrata tras realizar unos cursos. «El personal de estas auxiliares lo está pasando muy mal porque a los directos nos van dando salidas pero a ellos, sus empresas no en todos los casos y hay familias que se tienen que ir», dice. En su casa, fue su padre quien comenzó en la empresa entre los 40 y 50 en la Calvo Sotelo, en una época en la que Andorra empleaba a mucha gente de los pueblos de alrededor. «Mi padre es de Híjar, se vino y trabajó toda su vida en Endesa», apunta. Lamenta la falta de memoria hacía estas generaciones de mediados del siglo pasado cuando muchas vidas se quedaron en el camino. «Igual que hubo una época en la que todo el mundo quería entrar en minería, también la hubo de lo contrario porque era realmente muy peligroso y mucha gente se ha dejado la vida para que funcionara el país y la empresa durante muchos años», asegura.

Álvaro sólo verá el futuro halagüeño si se ponen alternativas reales. Lo mismo que mira a la experiencia cercana y directa de Escatrón que perdió muchos habitantes con el cierre de su central, también mira en su propia casa. Sus hijos, de 22 y 24 años, se mueven entre Andorra y Zaragoza, que es donde hay más oportunidad. «Mucho antes que nosotros mismos, las administraciones ya sabían que este fin llegaría pero no se ha movido casi nada y estaría bien preguntar también por todas las subvenciones que se han concedido a lo largo de los años y que no sabemos qué han hecho con ellas porque alternativas reales no hay», reflexiona.

Desde Lérida, el andorrano confía en que estas respuestas lleguen de verdad en un tiempo corto de tiempo. «Si no es en un año, en cuatro, pero que lleguen porque no se puede dejar morir una tierra. No puede ser que a nadie le importe que desaparezca un pueblo referente como Andorra con 8.000 habitantes», apunta.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión