La residencia de Burbáguena registra el tercer fallecido y acumula 66 contagios por covid

La DGA denunciará en el juzgado al geriátrico por infracciones detectadas al inspeccionar el establecimiento.

Residencia de los hermanos de la cruz blanca en Burbaguena en el que se ha dado un
Residencia de los hermanos de la cruz blanca en Burbaguena en el que se ha dado un
A. García/Bykofoto

La Casa Familiar de la Inmaculada de Burbáguena registró este viernes el tercer fallecimiento por coronavirus entre sus 96 residentes. El establecimiento acumula 66 contagios entre internos y trabajadores, pero la cifra podría crecer porque están pendientes los resultados de pruebas PCR practicadas a empleados. El geriátrico ha trasladado a 14 ancianos libres de la enfermedad al centro covid de Gea de Albarracín, gestionado por los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca, al igual que la residencia de Burbáguena.

El Gobierno de Aragón ratificó este viernes su previsión de llevar ante los tribunales la gestión del geriátrico al entender que se han cometido irregularidades. Fuentes de la DGA señalaron que la denuncia se concretará la próxima semana tras una evaluación de la información disponible por "los servicios jurídicos". Las infracciones se habrían reflejado en las actas de inspección del establecimiento realizadas por técnicos del Salud y del Departamento de Derechos Sociales.

El representante de los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca en Aragón y director de la residencia de Gea, Juan Vela, afirmó que las irregularidades reflejadas en las actas de inspección de Burbáguena son "temas domésticos, no delitos", por lo que la anunciada denuncia deberá responder, a su juicio, a otros motivos. Vela señaló que entre las amonestaciones figuran aspectos menores, como disponer de un solo carro para repartir la comida o no desinfectar teléfonos usados en videoconferencias. "No vemos ningún elemento que justifique un delito penal", remachó.

Sin embargo, cuando la consejera de Derechos Sociales, María Victoria Broto, informó a Juan Vela de la inminente denuncia se refirió a la falta de medidas de prevención de contagios, como equipos de protección individual, una carencia también expuesta por trabajadores.

El portavoz de los Hermanos Franciscanos alertó de que los previsibles casos de contagio que se confirmarán entre la plantilla tras los últimos test efectuados -al menos nueve empleados han dado ya positivo- generarán un problema de relevo para cubrir los huecos. El directivo señaló que la Cruz Blanca busca ya auxiliares de clínica y limpiadoras, entre otros perfiles profesionales, para compensar las bajas.

Polémica con Lambán

El presidente de la DGA, Javier Lambán, evitó este viernes referirse a casos concretos de residencias, pero señaló que este sector es el que más le preocupa por el riesgo de contagio al afectar a "personas especialmente vulnerables". Lambán matizó sus recientes palabras sobre la responsabilidad de los trabajadores en los contagios de los geriátricos y declaro su "admiración, respeto y agradecimiento" a estos profesionales.

Quiso "precisar" que las personas infectadas deben poner un especial cuidado si son trabajadores de residencias de ancianos, por el "altísimo riesgo" de estos centros. Señaló que si un empleado de este sector tiene síntomas de la enfermedad debe "abstenerse de trabajar". Por su parte, la DGA ya ha tomado medidas para prevenir las infecciones al "endurecer los protocolos" de funcionamiento de los geriátricos.

Según datos facilitados por la DGA, de las 386 residencias de Aragón, hay 45 con brotes, 24 de los cuales afectan a ancianos y 39 a trabajadores. En 5 geriátricos se concentra el 82% de todos los contagios de mayores.

Lambán replicó a las críticas de la presidenta del Círculo Empresarial de Atención a la Dependencia (CEAP), Cinta Pascual, en las que afirmaba que Aragón "tiene un ratio de personal muy bajo, de los más bajos de España". "Yo siempre he dicho que no podría trabajar en Aragón. ¡Me da miedo!", dijo Pascual en la Cadena Ser. A su juicio, "el Gobierno de Aragón no ha hecho nada. No ha puesto EPI y tiene que hacer los deberes". El presidente aragonés afirmó que en Aragón la relación entre las residencias y la Administración "está muy bien definida" y, "en general, el funcionamiento es excelente".

El impacto del contagio generalizado de la residencia de Burbáguena se ha extendido más allá del municipio. Debido a la infección de una trabajadora que regenta una tienda en Fuentes Claras, el Salud efectuó el pasado jueves 60 PCR a vecinos que han estado en contacto con la enferma, que no ha requerido de hospitalización. El alcalde, Diego Hernández, explicó que, salvo en el núcleo familiar de la contagiada, no hay ningún vecino con síntomas de la covid-19. También como consecuencia de la residencia de una trabajadora contagiada en Torralba de los Sisones, se han cerrado el bar y las piscinas del pueblo.  

Un trabajador acusa a Lambán de "criminalizar" al personal

Por otro lado, uno de los trabajadores de la residencia de los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca de Burbáguena, el auxiliar de enfermería Jesús Caparros -positivo en coronavirus-, acusa al presidente de la DGA, Javier Lambán, de "criminalizar" a los empleados de los centros para ancianos al decir que podían ser el origen de los brotes de la covid-19 en este sector. En una carta abierta dirigida a Lambán, el sanitario le recuerda que, "aun en el estado de alarma, pueden entrar en las residencias y contagiar proveedores que acuden a diario, los propios residentes trasladados a hospitales o consultas externas que luego regresan, personal externo de mantenimiento, etc", además de las propias plantillas. Son "detalles" que "seguro que sin darse cuenta ha obviado en sus declaraciones", ironiza el remitente, que culpa al presidente aragonés de que "solo ve en los trabajadores a los culpables sin dar otra opción", de paso "eludiendo su parte de responsabilidad".

En el texto, el auxiliar de enfermería se pregunta si Javier Lambán "tiene alguna noción del stock de epis con que cuentan las residencias de la Comunidad" y si conoce los registros de entrega de ese material para la prevención de la pandemia. Jesús Caparros apunta a que supervisar esas cuestiones "es una de las funciones" para las que el presidente de la DGA "está al servicio de todos los aragoneses".

Caparros, que se contagió por la covid-19 la semana pasada en su puesto de trabajo, le recuerda a Lambán: "Al fin al cabo solo soy un pobre trabajador de una residencia que ha puesto en peligro a toda su familia por el simple hecho de trabajar en el cuidado de nuestros mayores".

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