aragón es extraordinario

Murillo, la que hace cosquillas al Gállego

Las tres empresas activas de rafting y kayak en la localidad zaragozana enfrentan su verano con todas las precauciones y el entusiasmo en lo más alto

Hace tiempo que Murillo de Gállego dejó de ser un secreto a voces, especialmente entre los humanos que condicionan su elección turística a la oferta deportiva y de aventura; el enclave también es seductor para quienes valoran las bondades de una buena playa fluvial, el ‘dolce far niente’ y el ‘primum vivere, deinde filosofare’. Pasear en vez de rodar o navegar, navegar en vez de pasear o rodar, rodar (en bici y películas, que también se ha hecho y se hará) son combinaciones y permutaciones plausibles.

Txomin Abadía lleva en Murillo desde 2003, su primera temporada como guía de rafting en el pueblo. Ha echado raíces, y además ha sido padre recientemente. “Tras siete años como guía en varias empresas montamos River Guru, somos tres socios que hacemos un poco de todo, pero hemos ido consiguiendo apoyos; el año pasado ya tuvimos 10 guías, dos fotógrafos, dos administrativas… ahora hemos invertido esfuerzo y capital en remodelar antiguo almacén de una planta que ahora tiene dos; pretendemos mejorar vestuarios y tener un aula para los cursos de formación que hacemos, sobre todo de kayak y rescate; este verano vienen 36 bomberos madrileños en tres tandas para hacer rescate de vehículos en río”. Txomin trabaja además como profesor de kayak en un instituto de la Foz de Lumbier, en un grado medio y superior de Actividades Físico-Deportivas en el medio rural.

Consolidación y experiencia

En Murillo hay ahora tres empresas dedicadas activamente al rafting en el Gállego: UR Pirineos, Alcorce Rafting y River Guru. Este verano, todas ellas se enfrentan a un reto nuevo; adaptar su actividad a la amenaza sanitaria que aún asola al mundo entero. “Hay unos protocolos muy claros –explica Txomin– de prevención de riesgos laborales, muy estrictos con los propios trabajadores. Para todo lo demás, manda la misma premisa: desde toda la gestión de la reserva ‘online’ hasta uso mínimo de las instalaciones, con el bañador ya puesto desde casa y el neopreno ajustado en el exterior, desinfección de todos los puntos de interactuación y transportes siguiendo la normativa general, mascarillas obligatorias en el vehículo, dos personas por fila y desinfección cuando se bajan los clientes, hecha por el conductor.

El tramo del Gállego que manejan las empresas de Murillo tiene diferentes niveles de dificultad. Txomin lo califica de privilegiado dentro de las aguas bravas peninsulares. “Son 24 kilómetros navegables: el tramo desde Murillo hasta Santa Eulalia es apropiado para los peques y el paseo tranquilo, y según vamos para arriba, la cosa va cambiando; de Carcavilla a Murillo trabajamos en iniciación para adultos, y los meses con más agua, como ahora, hay tres kilómetros más cañeros comenzando desde debajo de la presa. En cada tramo, los guías pueden tomar diferentes caminos para darle a cada visitante el tipo de emoción que busca, para el que está preparado”.

Antes de despedirse, Txomin conmina a los visitantes a ver un poco de acción en el río. Con un kayak de freestyle, pequeño y con la punta de la quilla más chata, se marca unas piruetas sobre el agua, que incluyen inmersión y pequeños saltos. Pura adrenalina.

Vïdeo de Murillo de Gállego
Laura Uranga

Las bicicletas son para el verano... y el invierno; un asunto de rodar y rodar

El cierre del proyecto del embalse de Biscarrués, después de 30 años de polémica y pulso, ha sido un alivio para los emprendedores de Murillo; el sentir general es que aparte del impacto que suponía para los negocios activos, también ralentizaba inversiones que se iban posponiendo ante la posibilidad de que el pulmón económico del pueblo fuese literalmente golpeado en su línea de flotación. Uno de los últimos en emprender ha sido Juan Salvatierra, que tras 12 años viviendo y trabajando el Murillo centra ahora sus esfuerzos en Murillo Bike Planet; alquiler y reparación de bicis, tienda, rutas y, en breve, ‘pumptrack’ en un parque de bicicletas destinado a mejorar las habilidades sobre la máquina autopropulsada más popular del planeta.

“El río –afirma Juan– da movimiento en primavera y verano, pero aquí todo el año es bueno; hay muchos días de sol, el otoño y el invierno son suaves y se pueden combinar las actividades de agua y tierra. Yo llevo toda mi vida con la bicicleta: soy chileno trabajé en carreras de la Copa del Mundo en toda Sudamérica y también en España. Aquí hay mucho turismo activo, pero hasta hace poco solo se había explotado el río; con Verticalia y toda su oferta de aventura y escalada, la cercanía de Riglos y las bicis se ha abierto la oferta deportiva y de ocio: se pueden combinar varias cosas, además”.

A Juan, Aragón le parece una tierra de cine... y de bici, con niveles y matices para todos los gustos. “He trabajado en Aínsa, la Zona Zero que se ha montado allí es fantástica, pero aquí también hay excelentes rutas para hacer; hablando con los ayuntamientos y los forestales hemos logrado abrir unas cuantas nuevas, recuperar senderos antiguos y caminos naturales entre pueblos... ¡hasta calzadas romanas! Hay muchas cuestas para los adictos a sufrir –ríe–, pero también zonas que pueden hacer todos en la familia”.

Echar raíces

Juan rodó lo suyo antes de detenerse en Murillo, donde ha formado su familia. “Viajé 20 años antes de quedarme aquí, Murillo es un lugar perfecto para echar raíces; un pueblo bonito, muy tranquilo, con gente muy deportista; remas con unos, escalas con otros, pedalear, una ciudad como Huesca muy cerca… es un punto estratégico y también algo místico, es fácil enamorarte de este sitio”

La Asociación de Empresarios de Murillo está cada vez más activa, incentivando el turismo. “Yo soy nuevo ahí, pero tratamos de ayudarnos todos; nos centramos en mantener el pueblo, limpio, señalizado, las rutas marcadas… la gente busca seguridad y aventura al mismo tiempo. No solo se trata de hacer una web bonita o campañas en redes; se necesitan acciones directas. Somos un bloque: nuestros clientes son los mismos y debemos complementarnos. Por ejemplo, hay que adecentar el monte después de casi tres meses sin que casi nadie lo pise, y tener bien nuestra ‘playa’ fluvial; le decimos así aunque sea de piedra, porque mucha gente va allá a pasar el día en verano”.

Entre el cielo y el suelo, a la vera del monte, un pueblo encantador

Al calor de los deportistas que acuden atraídos por el río y el entorno del monte, Murillo ha desarrollado una vasta infraestructura hostelera, con establecimientos muy diversos y la intención de dar respuesta a todo tipo de requerimientos en este sector. El hotel y restaurante Aguas de los Mallos, situado a la entrada desde Ayerbe, también es spa. Desde el jardín se disfruta de la impresionante vista de los Mallos de Riglos sin obstáculo alguno. Además, es autosustentado: geotermia, placas solares… una opción distinta en el Prepirineo, que también es apto para grandes celebraciones. No hay que perder de vista el Hotel Real Posada De Liena, en la parte alta del pueblo, con su apreciada cocina, y el siempre lleno Hostal y Restaurante Los Mallos, a pie de carretera. ¿Casas rurales? Loriente, Solano de Morán, Natura Jordán, La Casona de la Reina Berta, Casa Leandrón....

Cómo llegar a Murillo de Gállego y curiosidades

Comarca. Hoya de Huesca.

Cómo llegar. Desde Zaragoza, su capital de provincia (pertenece a la comarca de la Hoya, aunque suene paradójico) hay 110 kilómetros por la E-7 y la A-132.

Una especie única. Desde finales de febrero hasta junio florece en la zona la Erodium gaussenianum, un tipo de geranio que solo crece en unos ocho kilómetros cuadrados en todo el planeta, y que se conoce como el geranio de los buitres.

Las pedanías. En Concilio, además de su robledal, está el magnífico hotel y restaurante El Corral de Concilio. De Morán destaca la fuente, situada justo al borde del barranco del pueblo.

Vías ferratas cercanas. Hay dos completamente equipadas en Peña Rueba y el Mirador de los Buitres.

La Virgen de la Liena. La iglesia parroquial está en la zona más alta del pueblo; de su edificación original solo se una ventana geminada con dos arcos en uno de sus muros, de mediados del siglo X.

Reportaje de la serie ‘Aragón es extraordinario’.

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