coronavirus

La primera residencia afectada por el virus queda "libre" tras un mes de aislamiento

El centro de Nuestra Señora de los Ángeles no registra positivos desde el día 17.

Residencia de Nuestra Señora de los Ángeles
Residencia de Nuestra Señora de los Ángeles
Oliver Duch

La residencia de Nuestra Señora de los Ángeles de Zaragoza, la primera en registrar contagios en Aragón, está ya "libre de virus". El centro, uno de los primeros en recuperarse en la Comunidad, encara desde hoy una nueva etapa tras unas semanas difíciles marcadas por la escasez de material, común a la totalidad de las residencias, y por la necesidad de adoptar medidas drásticas para frenar la expansión del virus.

La situación comenzó a normalizarse el pasado lunes, momento en el que empezaron a relajarse las medidas de confinamiento que imperaban desde principios de marzo. Los internos, explicaron fuentes del centro, pudieron salir por fin de sus habitaciones y pasear, siempre «en pequeños grupos», por las zonas comunes. No obstante, tuvieron que seguir comiendo y cenando en sus cuartos como medida de precaución.

Para los mayores fue «un chute de energía» tras un mes complicado en el que, como ocurre en el resto de centros de la Comunidad, no han podido recibir visitas de sus familiares. En este tiempo solo han podido comunicarse por llamadas y videollamadas. «Hemos tratado de contactar todos los días con todas las familias. Un vez hablaban con un hijo, otra con otro... También les enviábamos fotos, vídeos, notas de voz... Cada día tratábamos de variar para que no fuera siempre lo mismo», cuentan desde el centro.

Finalizar la primera etapa de aislamiento también supuso cambios para los alrededor de 40 trabajadores de Nuestra Señora de los Ángeles. «Antes, era necesaria una persona por cada interno», explicaron las citadas fuentes. Las directrices del Ministerio de Sanidad obligaban a dar un tratamiento específico a los residuos o seguir unas pautas concretas para tratar la ropa de los internos, entre otras muchas medidas. Pese al final del confinamiento, el personal ha seguido trabajando con guantes y mascarillas para evitar cualquier posible riesgo.

Esto, en cualquier caso, les ha permitido volver a una relativa normalidad, una rutina que se vio «completamente alterada» por la pandemia. En las últimas semanas han tenido que ir «del trabajo a casa, y viceversa» y tratar de reducir a la mínima expresión el contacto con familiares. Lo importante, destacaron fuentes de la residencia, es que apenas se han registrado bajas por enfermedad, lo que ha hecho que la situación no haya sido tan crítica como en otros centros. Tampoco ha cundido el desánimo, dentro de la gravedad de la crisis sanitaria.

Sí hubo momentos en los que la escasez de mascarillas a punto estuvo de agravar una situación ya de por sí difícil. El escenario que se abre ahora, una vez que el centro quede declarado oficialmente ‘libre de virus’ por el Gobierno de Aragón, seguirá marcado por las directrices de Salud Pública, ya que todas las precauciones son pocas para frenar la expansión del Covid-19.

La parte positiva está en que, tras un inicio de marzo marcado por el alto número de contagios y el fallecimiento de varios residentes, esta casa familiar, que cuenta con un total de 69 plazas y alrededor de 60 internos, no ha registrado nuevos positivos desde el día 17.«Desde entonces, nadie ha presentado ni fiebre, ni síntomas ni nada», aseguró una de las trabajadoras. Según el protocolo del Ministerio de Sanidad por el que se rigen los centros de toda España, el aislamiento ha de mantenerse «hasta que se obtenga un resultado negativo en una prueba respiratoria». «Si no, se mantendrá al menos 14 días desde el inicio de los síntomas, siempre que haya habido una resolución del cuadro clínico», establece.

La previsión es que en los próximos días otros centros de Aragón, también afectados por el Covid-19 desde los primeros compases de la enfermedad, se unan a la lista de recuperados, una buena noticia dentro de la complicada situación que se vive en las residencias de la Comunidad, con positivos en al menos 127, según el último boletín epidemiológico de Aragón, y una tasa de letalidad que ya supera el 18%.

Llamamiento para cubrir las bajas de personal

El Gobierno de Aragón ha vuelto a hacer esta última semana un llamamiento «urgente» para cubrir las bajas de personal en las residencias y los centros de personas dependientes de la Comunidad. Pese a haber recibido cientos de currículum, haber enviado más de un millar a los centros públicos y privados con mayores necesidades y haber realizado ya las primeras contrataciones, el alto número de contagios entre los profesionales sociosanitarios –que representan prácticamente uno de cada cuatro positivos detectados en las residencias, según el último boletín epidemiológico de Aragón– hace que el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) siga necesitando técnicos en cuidados auxiliares de enfermería o gerocultores, entre otros perfiles. En especial, según figura en la página web del Inaem, para «las zonas rurales» y para municipios concretos como Tarazona, Vera de Moncayo, Ejea de los Caballeros, Épila y Sabiñánigo. Se busca tanto personas que tengan la titulación como interesados que no la tengan pero puedan demostrar experiencia en el cuidado de personas mayores.

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