día mundial de la lucha contra el sida

"Ha habido muchos avances desde que era una crónica de muerte y solo había soledad y dolor"

Omsida y los sindicatos han puesto en marcha una campaña de formación para terminar con la discriminación en el empleo de los afectados por el virus, entre los que el paro es del 30%.

Juan Ramón Barrios, presidente de Omsida en Zaragoza.
Juan Ramón Barrios, presidente de Omsida, en la sede de la asociación en Zaragoza.
Toni Galán

"¿Se sentiría algo o muy incómodo si trabajara en una oficina con una persona que tuviera VIH?" Esta pregunta se hizo en una encuesta de Omsida Zaragoza (Asociación para la ayuda a personas afectadas por el VIH y Sida) hace siete años y a ella respondieron afirmativamente un 25,8% de las personas, un porcentaje cinco puntos inferior al que resultó cuatro años antes y que hoy en día desde la organización creen que sería inferior. Sin embargo, denuncian que la desinformación sigue produciendo miedo y discriminación por lo que han puesto en marcha una campaña para dar formación a delegados sindicales en las empresas.

"Ha habido muchos avances desde los años 80 y 90, cuando era una crónica de muerte, no había futuro ni esperanza ni tratamiento. Solo había soledad y dolor", recuerda Juan Ramón Barrios, presidente de Omsida, asociación que esta semana ha cumplido su 25 aniversario, unos días antes del Día internacional de la lucha contra esta enfermedad que se celebra este domingo. Con el tratamiento médico actual se ha convertido en una enfermedad crónica y se puede llevar una vida normal, asegura. En Aragón, unas 5.000 personas tienen VIH (de las 150.000 que hay en España) y la mitad están trabajando, según los cálculos de la asociación.

"VIH y Sida no son sinónimos. Tener VIH no significa tener Sida"

En los cursos para representantes sindicales se han dado cuenta de que muchas personas desconocen la información básica, como la diferencia entre VIH  y el Sida. Por ello, en la formación para delegados insisten en que "VIH y Sida no son sinónimos. Tener VIH no significa tener Sida". Estar infectado por el VIH supone que el virus está en el organismo, lo que provoca que el sistema inmunológico se debilite, pero no necesariamente que se vaya a desarrollar la enfermedad. "Pueden tardar muchos años hasta que se desarrolle", explica Barrios. Incluso hay afectados, como es su caso, cuya carga viral ha entrado en la fase de "indetectable" y no pueden trasmitir el VIH. El Sida es el último estadio en el que se puede encontrar una persona infectada con VIH.

Tener VIH significa que se porta el virus, mientras que el sida es la fase final de la enfermedad. Lo explica Piedad Arazo, jefa de la Unidad de Infecciosos del Hospital Miguel Servet de la capital aragonesa.

En los trípticos que se reparten en las empresas se incluye un apartado para desmontar mitos en el que recalcan que el VIH no se transmite por el aire ni por el agua, ni con un abrazo, besos, dando la mano o al tocarse. Tampoco a través de la saliva, el sudor, las lágrimas, la orina o las heces. Además, aclaran que los animales no pueden transmitir el virus. La transmisión de la enfermedad solo es posible a través de la sangre, el semen, el flujo vaginal, el moco anal y la leche materna. "En la convivencia diaria no te puedes infectar", asegura Barrios. "En el lugar del trabajo no hay ningún riesgo de transmisión, porque es transmisión, no contagio", coincide Margarita Moya, responsable del departamento de Servicios Sociales de UGT Aragón.

Los análisis no son obligatorios

El objetivo de la campaña es informar a los trabajadores afectados de VIH de sus derechos. En ella se afirma que el mundo del trabajo es uno de los más sensibles a la discriminación por el estado serológico. Entre las situaciones a las que se puede enfrentar el trabajador con VIH, una vez que se conoce que tiene el virus, figuran los rumores y el acoso moral, la exclusión de actividades o incluso la pérdida del trabajo, aunque desde la asociación y los sindicatos reconocen que nunca se va a señalar directamente la enfermedad como la causa.

No están obligados a decir que son portadores ni a someterse a una prueba. Si la empresa la realiza tiene que autorizarlo el trabajador. "Si esa persona comunica o el servicio médico llega a conocer que tiene el virus, tiene derecho a la confidencialidad. No se puede divulgar esa situación sanitaria y no se puede utilizar para un despido ni para una discriminación", explica Moya. "Queremos que se aborde el VIH en el ámbito laboral como una cuestión de salud. Que no se vulneren los derechos fundamentales de la persona", añade.

El sindicato y la asociación se han unido a la campaña de la organización Trabajando en Positivo, que incluye la ruta #YoTrabajoPositivo por empresas para contribuir a erradicar la discriminación. Desde CC. OO. Aragón centran el objetivo en transmitir a sus delegados "los derechos que tenemos todos los trabajadores a la no discriminación", explica Sonia García, secretaria de Acción Sindical. Reconoce que todavía hay "una percepción social aún negativa" hacia los afectados.

En este sentido hace referencia a la recomendación 200 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aprobada en 2010, que protege los derechos de los trabajadores portadores del VIH. "Como es una recomendación, no un convenio, no es de obligado cumplimiento", lamenta. En ella se señala que el lugar de trabajo debería facilitar el acceso a la información, prevención, atención y apoyo en relación al VIH. Hace referencia a la necesidad de proteger la vida privada y la confidencialidad en relación a su estado serológico respecto del VIH y a que no se deberían exigir pruebas de detección obligatorias del VIH con fines de empleo.

UGT Aragón apunta la necesidad de "salvaguardar derechos en la negociación colectiva" introduciendo cláusulas en los convenios en línea con la OIT. Su batalla ahora es que las ausencias temporales por visitas médicas justificadas no se contemplen como motivo de despido, como ocurre ahora con la reforma laboral.

Desde los sindicatos explican que las medidas de precaución en caso de accidente en el ámbito laboral serían utilizar guantes si hay una herida para evitar la exposición directa a la sangre. Existen también tratamientos preventivos si se produce una exposición de alto riesgo, que consiste en tomar antirretrovirales unos días, que se deben administrar en las primeras horas.

El desempleo entre las personas con VIH se eleva hasta el 30%, el triple que la media

"Sigue existiendo ese estigma, pero es una cuestión de desinformación", asegura Carmen Cristóbal, técnico de orientación laboral de Omsida.  "Muchas veces no es una cuestión de mala intención sino de ignorancia", añade. Entre los mitos que quiere desterrar la asociación figura el de que las personas afectadas faltan más al trabajo. Afirma que el absentismo es de un 1% en el colectivo, frente al 6% de media. Lo que es más elevado es la tasa de paro. El desempleo entre las personas que padecen el virus se eleva hasta el 30%, el triple que la tasa de la población en general. Entre las razones, desde la asociación apuntan a la exclusión socio-laboral derivada de la discriminación que sufren. A ello se une la cualificación medio-baja que poseen y la edad media de entre 40 y 50 años, según el perfil de los usuarios del servicio de orientación laboral de la asociación. Este año han acudido a él unas 47 personas, alrededor del 60% eran extranjeros. Cristóbal destaca que todas ellas tenían experiencia laboral y algunas "llevaban un tiempo sin trabajar tras haber tenido malas experiencias por sentirse discriminados".

Cien infecciones al año en Aragón

Los avances médicos han conseguido incluso llegar a casos de remisión de la enfermedad como los registrados este año en pacientes que también tenían cáncer. Pero Barrios lamenta que "no conseguimos que descienda el número de infecciones". Cada año se diagnostican un centenar de nuevos casos en Aragón y unos 4.000 en España, principalmente entre jóvenes y por transmisión sexual, lo que achaca a la desinformación. El 30% de los nuevos afectados son menores de 30 años. "El peor problema es no saberlo", afirma Barrios. "La gente que ha vivido los años 80 y los 90 tiene más conciencia, pero al no ser una enfermedad mortal la gente le ha perdido el miedo", afirma. A ello se une que los jóvenes no tienen referencia de ella. "Información hay mucha. Conciencia de riesgo, poca", añaden desde UGT, que aseguran que algunas personas piensan "que ya no existe". Desde CC. OO. coinciden en que "ha habido una relajación y a la gente le suena", pero se necesita más información sobre cuestiones como las vías de transmisión.

 "Pedimos que haya educación para la salud en las aulas y dentro de ella, la sexual, porque la información que tienen los jóvenes es el boca a boca y el porno”, lamentan desde Omsida.

Esta semana han puesto en marcha una campaña con farmacias para ofrecer la prueba del VIH. Es anónima, rápida (unos 20 minutos) y sus resultados son confidenciales. "Todos podemos estar expuestos", explican desde la asociación, solo con tener alguna práctica sexual desprotegida, la principal vía de contagio actual. La prueba se puede pedir al médico de familia, comprar un autotest en la farmacia, sin necesidad de receta, o acudiendo a Omsida.  Alrededor de la mitad de los diagnósticos son tardíos y se detecta cuando el paciente sufre otras enfermedades asociadas con el virus como la tuberculosis o la neumonía. En España, se calcula que alrededor del 18% de las personas que tienen VIH no lo saben.

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