Vox deja en el aire los pactos del PP y de Cs para las alcaldías de Zaragoza y Huesca

El PSOE podría hacerse con las varas de mando si la extrema derecha mantiene su órdago por su exclusión del acuerdo. Las órdenes de Madrid alteran las negociaciones en una jornada política de infarto.

Arriba: Jorge Azcón y Sara Fernández en Zaragoza. Abajo a la izquierda: Ana Alós en Huesca. Abajo: Ramón Fuertes con Emma Buj en Teruel
Arriba: Jorge Azcón y Sara Fernández en Zaragoza. Abajo a la izquierda: Ana Alós en Huesca. Abajo: Ramón Fuertes con Emma Buj en Teruel
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La extrema derecha ha acabado por condicionar los relevos en las alcaldías de Zaragoza y Huesca que había pactado el bloque de centroderecha en las últimas horas. Mientras el PP y Ciudadanos comparecían por la tarde en la capital aragonesa para dar cuenta de su acuerdo de gobernabilidad, Vox echaba por tierra en Madrid las investiduras del zaragozano Jorge Azcón (PP) y del oscense José Luis Cadena (Ciudadanos) con el argumento de haber sido excluidos de los acuerdos. No obstante, tras el acuerdo alcanzado anoche para el Ayuntamiento de Madrid por PP y Cs, y a la espera de que Vox decida hoy si lo apoya, ese respaldo también podría extenderse a Zaragoza.

El partido de Santiago Abascal ha convertido las grandes capitales de Aragón en chivo expiatorio ante los desaires que va acumulando en los distintos territorios, lo que ha dejado en evidencia a su dirección autonómica. De hecho, los ediles zaragozanos ya habían garantizado el jueves su respaldo a Azcón para su investidura, a expensas de Madrid. Y ayer por la tarde decidió, de modo ejemplarizante, que no aceptaba "cordones sanitarios" por parte de Ciudadanos y retiraba su decisivo apoyo.

Solo se libra de esta situación la popular Emma Buj, que será elegida para un segundo mandato en Teruel gracias al acuerdo con Cs, que se hará con la primera tenencia de la alcaldía. De esta manera, la coalición se quedará a un edil de la mayoría absoluta y no estarán ahora a la espera como sus compañeros.

La realidad ha demostrado que la gobernabilidad de las capitales no se ha decidido en Aragón, sino que depende de las órdenes que emanan de las direcciones nacionales tanto de Cs y Vox como del PP. Una cosa es que sus propios dirigentes lo asumieran públicamente y otra muy distinta que se haya demostrado con la fuerza de los hechos. Y así lo subrayó, con una cierta dosis de amargura, la candidata socialista Pilar Alegría al criticar que la dirección de Albert Rivera "había impuesto" con quién se pactaba en Zaragoza. Los socialistas no daban crédito al hecho de que Ciudadanos decidiera finalmente pactar con el PP cuando, por la mañana, estaban negociando la estructura del equipo municipal y la asignación de áreas.

El secretario regional de Organización, Darío Villagrasa, aún era más duro con el partido al que pretenden sumar a la coalición PSOE-PAR para gobernar Aragón: "Son de política de trazo grueso, chapucera y han jugado con Aragón y Zaragoza en el tablero de juego. Zaragoza no tiene que estar sujeta a esta locura".

La jornada fue de infarto y al cierre de la edición seguía pendiente de algún tipo de acercamiento con Vox para que la derecha sucediera finalmente en la alcaldía de Zaragoza a Pedro Santisteve (ZEC) y en la de Huesca a Luis Felipe (PSOE). Este último confiaba en los últimos días en la colaboración durante su mandato y en la sintonía personal con José Luis Cadena (Cs) para evitar lo que finalmente se impuso, el pacto PP-Cs para asumir la vara de mando. Y lo que menos podía imaginarse el socialista es que Cadena pudiera ser finalmente su sucesor con solo tres ediles. No podía ocultar su desolación la popular Ana Alós, que cedía la alcaldía con el triple de concejales.

Una actitud sorprendente

La decisión, una vez más, se tomó en la capital madrileña y, de hecho, se comunicó antes de que el propio alcaldable asumiera el acuerdo emanado a 400 kilómetros de Huesca. Es más, Cadena pretendía desmentir por las redes sociales a la hora de comer lo que su partido ya había hecho público. "Resulta necesario aclarar que no se ha firmado ningún pacto de gobierno y que seguimos trabajando por la ciudad", dijo.

A media tarde, Vox-Huesca cargaba contra Cs, el partido que se negaba a que entrara a los gobiernos. "Se ha equivocado al contar, tres más nueve no suman trece. O quizás es que han contado con nuestro voto sin contar con nosotros. Craso error", afirmaron.

El edil zaragozano de Vox Julio Calvo advirtió a la formación naranja de que no iban a aceptar más "cordones sanitarios" y de que su respaldo a la investidura de Jorge Azcón como alcalde de Zaragoza pasaba por formar parte del equipo de gobierno municipal.

La decisión no depende de las direcciones autonómicas, como lo demuestra que los equipos de Aragón dieran ayer por la tarde el carpetazo a los contactos y los candidatos Jorge Azcón y Sara Fernández (Cs) estuvieran más pendientes de los posibles movimientos en Madrid. Con esta incertidumbre, el bloque de centroderecha afronta este sábado la constitución de los ayuntamientos, sin perder la esperanza de cerrar un acuerdo in extremis antes de acudir al mediodía al salón de plenos.

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