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Cs postula a Cadena para la alcaldía con una carambola de resultados inciertos

La formación liberal comunicó ayer que se hacía con el Ayuntamiento oscense tras el acuerdo de gobierno alcanzado con el PP, pero el alcaldable no lo corroboró.

José Antonio Lagüens, Carlos Sampériz y Antonio Romero, ayer al mediodía delante de la sede del PP de Huesca
José Antonio Lagüens, Carlos Sampériz y Antonio Romero, ayer al mediodía delante de la sede del PP de Huesca
Rafael Gobantes

Ha sido necesario esperar hasta este sábado para conocer quién asumirá el gobierno de Huesca, algo que no se desvelará hasta que se haga el recuento de votos en el pleno de investidura. Hacen falta muchos adjetivos, y ninguno positivo, para calificar lo ocurrido este viernes tras anunciar Ciudadanos que había alcanzado con el Partido Popular un acuerdo para gobernar en las tres capitales de provincia de Aragón y que el partido liberal lograría la alcaldía de la capital oscense.

Todo fue inaudito tanto en el fondo como en la forma, con un comunicado por watsap, un candidato desaparecido, unos socios mayoritarios que dieron la callada por respuesta y un grupo unitario e imprescindible para aportar el concejal número 13 a ese pacto que dejó claro que lo que pase este sábado en el pleno de investidura no será responsabilidad suya. En unos días llenos de cine en la ciudad era inevitable pensar qué película podría haber hecho Berlanga con estos ingredientes.

Para empezar, resultaba asombroso que una formación con 2.701 votos (10,7%) y tres de los 25 concejales de la corporación oscense asumiese la presidencia de un ayuntamiento que desde meses atrás se disputaban PSOE y PP, con diez y nueve ediles, respectivamente, tras las elecciones del 26 M. Otras formaciones sí hicieron campaña como opción de gobierno, pero en ningún momento el candidato de Cs en Huesca planteó su asalto al sillón de alcaldía y siempre se mostró como socio necesario para favorecer la alcaldía a quien asumiese su programa.

Tal vez por ello, apenas una hora después de dicho anuncio, José Luis Cadena colgó un tuit para agradecer las muestras de cariño recibidas por su designación y aclarar que no se había firmado ningún pacto de gobierno y que se continuaba trabajando por "la ciudad de Huesca y el interés general". Después se hizo el silencio. Era fácil comprobar que el candidato miraba o utilizaba su teléfono móvil sin responder a los mensajes que no le interesaban. Tampoco se movió su cuenta de Twitter. En las oficinas del partido naranja nadie, y ningún movimiento en las proximidades.

Tampoco la número uno del PP al Ayuntamiento de Huesca, Ana Alós, contestaba a las llamadas. En la sede de los populares dijeron que no estaba. Todo era raro porque el jueves por la mañana se había celebrado una reunión con Cs para avanzar en el principio de acuerdo que ella llevó por la tarde a la reunión con Vox.

Ya resultó extraño que la senadora, siempre amable y cercana, eludiera comentar el desarrollo del encuentro vespertino. ¿Es posible que ya tuviera conocimiento de lo que desde las altas instancias de su partido y del de Ciudadanos se estaba cerrando? Tal vez se averigüe algún día. O no.

Resultó también chocante que los acuerdos entre Cs y el PP en los ayuntamientos de Zaragoza y Teruel se rubricaran con luz y taquígrafos y que en Huesca todo estuviera envuelto en la opacidad. Pero claro, los términos en la segunda ciudad de Aragón no eran iguales. El acuerdo de gobernabilidad, si ya está cerrado, se desconoce.

Las horas iban pasando y José Cadena no daba señales de vida. Ana Alós tampoco. A media tarde, Vox no se resistió a realizar dos comentarios a través de Twitter. Habían dicho que las declaraciones sobre todo lo que estaba pasando las harían hoy después del pleno de investidura pero decidieron utilizar la red social para manifestar que "Cs se ha equivocado al contar, tres más nueve no suman trece. O quizás es que han contado con nuestro voto sin haber contado con nosotros. Craso error". En el otro tuit señalaron que "no se puede menospreciar al adversario por pequeño que parezca. Al final va a resultar que VOX es el único partido decente, capaz de mantenerse firme en la defensa de sus principios. Lo que pase mañana (por hoy) será responsabilidad de otros, no nuestra".

Apenas 18 horas antes, el concejal electo de Vox, Antonio Laborda, había manifestado su malestar por que Cs no había acudido a la reunión entre ellos y Alós. Era algo que podría ser un escollo para llegar a un acuerdo, pensando, claro, en que su apoyo se pidió para la candidata del PP.

Los rumores

En efecto, hoy en el Salón del Justicia del Ayuntamiento de Huesca puede pasar de todo. El silencio mantenido ayer por parte de todos los implicados abonó el terreno para que crecieran los rumores sobre votos extemporáneos, renuncias... y la posibilidad de que el PSOE retenga la alcaldía si cada partido respalda a su candidato o alguno se abstiene. El socialista y candidato Luis Felipe eludió pronunciarse acerca de los acontecimientos protagonizados por el PP y Cs.

El PSOE también se reunió con José Luis Cadena y los otros dos concejales de Ciudadanos en un amago de conseguir esos tres votos necesarios para obtener la mayoría absoluta. Cs dijo que el encuentro era "una cortesía institucional" porque su opción prioritaria para formar gobierno era el PP.

Los socialistas solo necesitaban este respaldo para sumar mayoría absoluta mientras que los populares también precisaban el de Vox, que se estrena en el Ayuntamiento de Huesca con un representante.  

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