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Problemas tras una circuncisión, falta de deseo y ganas de orinar constantes: el doctorJoaquín Navarro contesta a los lectores

El especialista del hospital Quirónsalud Zaragoza responde a las dudas sobre Urología recibidas en Heraldo.es.

El doctor Joaquin Navarro.
El doctor Joaquin Navarro.

El doctor Joaquín Navarro Gil, especialista en Urología del hospital Quirónsalud Zaragoza, ha contestado a las dudas enviadas por los lectores a través del consultorio médico de Heraldo.es sobre ganas de orinar constantes, problemas tras una circuncisión y falta de deseo sexual.

Para un diagnóstico más concreto, el miembro del equipo de Quirónsalud recomienda visitar a un especialista.

Ganas constantes de orinar

Pregunta del lector: Últimamente tengo ganas de orinar muy a menudo, pero no tengo ningún síntoma. Cuando me entran ganas puedo aguantar más de dos horas sin ir al baño, el chorro es fuerte, el color el adecuado, mientras orino puedo retener y reanudar sin ningún problema, etc... Pero estoy bastante preocupado porque la sensación es constante.

Respuesta del doctor: Existen varias situaciones que pueden confundirse y cuando hacemos una entrevista debemos matizar ya que las sensaciones que refiere un paciente pueden ser pistas clave para orientar nuestro diagnóstico en una dirección u otra.

Los síntomas del tracto urinario inferior que definen las alteraciones en la dinámica miccional se clasifican en síntomas de llenado y de vaciado y, según como se nos narren pueden llevarnos a no interpretar correctamente las sensaciones del paciente a la hora de orinar.

En este sentido, las ganas constantes de orinar pueden deberse a diferentes situaciones. Debemos distinguir entre los siguientes conceptos: el tenesmo vesical es la sensación persistente de deseo miccional, incluso con la vejiga totalmente vacía. Por otro lado, la polaquiuria es un aumento anormal del número de micciones, la poliuria es la producción patológica de una cantidad excesiva de orina. Ya por último, existe un síntoma llamado sensación de vaciado incompleto, situación muy frecuente con patologías obstructivas, y puede justificar también unas ganas de orinar muy frecuentes. En definitiva, estos cuatro situaciones pueden provocar lo expuesto en el enunciado y a su vez, estas están causadas por diferentes patologías lo que hace que nuestra lista de diagnósticos diferenciales posibles sea muy amplia.

Evidentemente, el perfil del paciente ya descarta inicialmente algunas causas: la información básica fundamental para orientar el proceso diagnóstico es el sexo del paciente y su edad. Conocer las patologías asociadas y sus antecedentes urológicos, también aportarán datos claves. Además, los síntomas miccionales asociados sugieren un diagnóstico más certero.

Apoyarnos también en los estudios complementarios es esencial. Una analítica de sangre y orina y una prueba de imagen sencilla como la ecografía resolverán la mayor parte de los diagnósticos y para situaciones de mayor complejidad contamos con otros métodos diagnósticos como el TAC o la uretrocistoscopia, prueba endoscópica que permite ver con una cámara el interior de la uretra o la vejiga.

En general, teniendo en cuenta la clasificación en patologías de llenado y vaciado, aunque obviamente es mucho más complejo, al autor de la pregunta lo podríamos incluir en el grupo de llenado ya que un caudal fuerte, como describe, ya de entrada suele descartar los problemas obstructivos. En este sentido, los síntomas irritativos miccionales suelen tener su origen en cualquier circunstancia que provoque una sensación irreal de deseo miccional exagerado bien en frecuencia o en intensidad, originado en la pared de la vejiga, en la próstata, en el último segmento del uréter o en la uretra. Las dos causas que con mayor frecuencia podrían justificarlo sería la infección o los cálculos (piedras), pero como se comentaba previamente, son infinidad de causas las que provocan estos síntomas y su tratamiento dependerá de cual es la causa.

Problemas tras una circuncisión

Pregunta del lector: Hace un año me hicieron la circuncisión y la recuperación fue normal. Hoy estoy sufriendo de balanitis, quedó como un cuero algo sobrante entre el glande y el nuevo prepucio. Cuando fui al urólogo la balanitis no estaba tan mal y solo estaba un poco rojo, y me recetaron Baycuten. Lo apliqué por 8 días y la reacción fue peor, hasta tal punto de irritarme y tener pus o materia. Volví al urólogo y me formuló lavarme el pene con Domeboro y Cefalexina. Hoy es mi segundo día. Estoy muy preocupado. ¿Qué hago? ¿Necesito de nuevo una circuncisión? Muchas gracias.

Respuesta del doctor: Difícil respuesta sin explorar al paciente por varios motivos. La descripción de tejido sobrante bajo el glande, a priori no parece ser normal ya que la circuncisión no suele dejar ningún exceso de tejido, quedando el glande expuesto y bajo el surco retroglandular quedará la línea cicatricial de la sutura de la circuncisión. En determinadas situaciones puede observarse una inflamación antiestética provocada por un linfedema que se prolongue en el tiempo.

También podría darse la situación que la realización de una circuncisión sea incompleta y quede algo de piel prepucial residual, más si cabe si previamente a la fimosis se suma un prepucio redundante, con mucha piel sobrante. En cualquier caso, aunque quede tejido que simule un prepucio, mientras se retraiga adecuadamente en erección y permita que el glande no quede estrangulado no se debe repetir el procedimiento ni debería ser la causa de la balanitis.

Con respecto a la otra cuestión que se comenta, la balanitis, comentar que se trata de una inflamación de la mucosa del glande (balanopostitis si incluye la mucosa y piel del prepucio) y sus causas pueden ser múltiples. Las más comunes son las infecciosas, concretamente las provocadas por hongos llamadas balanitis micóticas, pero también puede ser secundaria a procesos irritativos, por cosméticos o jabones, higiénicas, o incluso ser una manifestación de una enfermedad dermatológica sistémica como la psoriasis.

El hecho de que el uso de los fármacos que comenta, un antifúngico, corticoide, antibiótico y un tratamiento sintomático para el picor no hubiera sido efectivo podría estar justificado por que la causa no sea infecciosa y se deba considerar otro origen.

La balanitis es una patología que puede ser valorada por un urólogo o un dermatólogo. Por lo general, los casos sencillos son valorados indistintamente por ambas especialidades pero existen determinadas causas que provocan la alteración en la mucosa del glande que el dermatólogo va a tener una mayor precisión diagnóstica y un mayor abanico de opciones terapéuticas por lo que aconsejo al lector que sea valorado por un dermatólogo que descarte las causas más atípicas de balanitis cuyo manejo va a ser mas conciso su parte.

Falta de deseo sexual

Pregunta del lector: Siempre he sido una persona muy activa sexualmente, pero, desde hace unos meses, he perdido el interés. Mi pareja cree que es por su culpa o porque estoy viendo a otra persona, pero lo que realmente me ocurre es que no siento deseo. Anímicamente no estoy triste y no sé qué puede ser lo que me está pasando. ¿A qué podría deberse esta bajada de la libido? No me había ocurrido nunca.

Respuesta del doctor: Los aspectos de la salud sexual masculina más comunes que atendemos en la consulta son la disfunción eréctil, la eyaculación precoz y la falta de deseo sexual. Muchos pacientes refieren haber retrasado deliberadamente la búsqueda de soluciones por diferentes motivos como la vergüenza, el temor a mostrar menor virilidad o por ser un tema tabú. Cierto es también que muchos de los pacientes rodean el verdadero motivo de la consulta rehuyendo un planteamiento directo o lo citan de una forma pasajera o accidental. Una vez que el especialista ayuda y guía en la conversación a un terreno natural y retira las barreras que el paciente se impone, la consulta ha de ser como otra cualquiera, con espontaneidad y eso, en muchos casos supone un pilar importante y un desahogo para la solución de la patología.

Siempre ha sido un desafío definir cuál es el origen de la falta de deseo sexual, si se trata de un problema primario o forma parte de un proceso más complejo. Como punto de partida, resulta difícil definir cuál es el punto de corte que define una hipoactividad sexual ya que entran en juego matices como el contexto sociocultural del paciente, la edad y sus precedentes sexuales. Se entrelazan tres componentes que definen el deseo sexual: la pulsión, la motivación y el deseo como parte de la esfera biológica, psicológica y cultural, respectivamente.

La irrupción de pensamientos negativos, ansiedad, preocupaciones, cansancio, actitudes restrictivas en el ámbito sexual, la vergüenza, falta de confianza, la actitud autorecriminatoria o por parte de la pareja, la coexistencia con alteraciones sexuales (disfunción eréctil o eyaculación precoz) son algunos de los obstáculos psicógenos que podemos encontrarnos con mayor frecuencia. Por otro lado, desde un enfoque biológico, el deseo sexual está bien relacionado con el nivel de la testosterona, la hormona masculina, pero su correlación no es directa e incluso se ha observado la influencia de otras hormonas como las procedentes del tiroides. También se ha relacionado, desde este punto de vista biológico, con la insuficiencia renal, cardiopatía isquémica (infarto de miocardio), prostatitis, trastornos alimenticios, epilepsia, efectos adversos de determinados fármacos, entre otros.

El manejo terapéutico del problema conlleva hacer una completa historia clínica que nos permita conocer cuál de todos los factores predisponentes pueden estar presentes para de esta forma, personalizar el tratamiento para cada paciente. En algunas ocasiones, no solo ha de tratarse al paciente de forma individual si no que es recomendable la participación de la pareja.

El papel del sexólogo es fundamental en estos casos ya que la influencia psicógena y la coexistencia de factores psicológicos que pueden ser mejorados o eliminados es la norma. El paciente con frecuencia muestra cierto temor o negativa a ser valorado por este especialista pero es esencial el enfoque desde el punto de vista del sexólogo. Entre otros, nuestro papel como andrólogos, además de complementar el apoyo psicosexual del sexólogo, es tratar de eliminar factores de riesgo y tratar de mejorar otros problemas sexuales asociados. Existen estudios que demuestran que el tratamiento mediante suplementos de testosterona mejora la motivación y la presencia de pensamientos sexuales. En cualquier caso, como se citaba al principio de la respuesta, la respuesta genérica para este problema es imposible ya que cada paciente es diferente y los factores predisponentes y los matices de uno, no están presentes en otro de ahí la importancia de individualizar cada caso.

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