Disfrazada de elfa, rodeada de luces navideñas y acompañando a los más pequeños de la casa a ver a Papa Noel. Así comenzó Patricia Bona su andadura en Puerto Venecia hace 10 navidades. Recuerda aquel primer momento con mucha ternura. “Me resultó entrañable. Los niños estaban muy contentos, los decorados eran preciosos y se notaba la alegría en el ambiente. Los pequeños estaban ansiosos por conocer a Papa Noel y decirle lo que querían para Navidad. Yo era la encargada de llevarles hasta él y, de camino, me contaban un montón de historias fantásticas. Fue muy divertido”, asegura Patricia con una sonrisa.
Por aquel entonces tenía tan solo 19 años y lo que empezó siendo un trabajo esporádico cubriendo eventos en el ‘shopping resort’, se convirtió en su futuro laboral. “Pensaba que iba a ser un trabajo esporádico, algo para sacarte un dinerillo. Pero al poco tiempo me ofrecieron la posibilidad de trabajar en Atención al Cliente y, desde entonces, aquí estoy”, explica.
Cada día, Patricia viene en su coche desde el Actur para atender, de la mejor manera posible, a cualquier visitante que pueda requerir ayuda. Antes de comenzar la jornada, se toma un café con sus compañeros en el comedor del personal. “Coincidimos gente de varios equipos, nos tomamos un café y charlamos de la vida. Así empezamos el día contentos y con energía”, incide.
Patricia, explicando a una pareja el evento de 'La Pasarela de los Deseos'.ARANZAZU NAVARRO
Después, se va al punto de Atención al Cliente, situado en la planta baja, junto a la entrada de El Corte Inglés. A primera hora, antes de que comience el ajetreo, revisa el correo electrónico y el whatsapp del trabajo por si hubiera alguna consulta o incidencia. “Aprovecho a hacerlo a primera hora porque cuando empieza a venir la gente ya no tenemos tanto tiempo -explica-. Además de resolver dudas o consultas de los visitantes que se acercan al punto de Atención al Cliente, llevamos todo el tema de gestión de servicios: consignas, préstamos de sillas y carritos, empaquetado de regalos…”.
Hay incluso personas cuya primera parada al llegar a Puerto Venecia es el puesto de Atención al Cliente y sus compañeras, que ya las conocen y las saludan con cariño. “Hay personas que se acercan al punto de Atención al Cliente siempre que vienen porque necesitan una silla de ruedas para su madre, un carrito de bebé o lo que sea. Me gusta mucho ayudar a la gente y me encanta reencontrarme con los habituales”, añade.
Aunque normalmente en el puesto de Atención al Cliente está solo una persona, en campañas de mayor afluencia, como por ejemplo las Navidades, se refuerza con otra compañera. Además de las funciones habituales, cuando hay eventos especiales, Patricia y sus compañeras también prestan su ayuda. Mientras hablamos con ella, por ejemplo, se acerca una pareja al puesto para preguntar por la Pasarela de los Deseos. Se trata de una iniciativa en la que los visitantes que vayan a Puerto Venecia pueden escribir su deseo navideño en su tarjeta de los deseos y colgarlo con un lazo en la pasarela. “Es una colaboración que hacemos con FESPAU, la Federación Española de Autismo, a la que se puede hacer una donación para ayudarles en la gran labor que desarrollan. Ellos tienen su propio stand en la planta alta de la galería, junto a El Ganso, pero solo están los viernes y sábados. Para ayudarles a recaudar más dinero para la causa, el resto de los días la gente puede venir al punto de Atención al Cliente para hacer su donación y coger su papelito y su lazo”, explica Patricia. Lo mismo sucede con campañas como la donación de juguetes o el empaquetado de regalos.
A Patricia le encanta ir de compras por Puerto Venecia.ARANZAZU NAVARRO
relaciones para toda una vida
Además de estar muy contenta por todo lo que Puerto Venecia le ha ofrecido a nivel laboral a lo largo de todos estos años, para Patricia, el ‘resort’ ha sido también muy importante a nivel personal. Allí conoció a su novio, Mario, con el que pronto hará cinco años. “Él forma parte del equipo de seguridad y como en Puerto Venecia solemos trabajar con otros equipos, nos conocimos trabajando”, resalta con brillo en los ojos. También conoció a una de sus mejores amigas, Pilar, con la que comenzó como azafata de eventos y, aunque ella ya no trabaja allí, siguen manteniendo una excelente relación. “Siempre quedamos aquí, en Puerto Venecia, y hacemos la ronda porque claro, ella también conoce a muchos de mis compañeros. Luego nos tomamos un café y nos ponemos al día. Es una gran amiga. Acaba de ser mamá y su hija es como si fuera mi sobrina”, añade.
En su tiempo libre, le encanta ir de compras por la galería o tomarse algo en su restaurante favorito, El Molino, donde tanto Jordi, el encargado, como Micky y el resto del personal, le tratan como si fuera de la familia.
Patricia, tomándose algo en El Molino, uno de sus lugares favoritos.ARANZAZU NAVARRO
