Marian, una vida de amistades en torno a una emblemática cafetería de Gallery
#FamiliasYFamilias, el proyecto para homenajear a los trabajadores y clientes de Puerto Venecia, presenta a Marian Martín, trabajadora de Café Espresso
Enérgica, dicharachera y con una gran sonrisa. Así es Marian Martín, la protagonista de la segunda entrega de #FamiliasYFamilias, una iniciativa de Puerto Venecia para mostrar cómo es la vida de algunos de los empleados que, cada día, ponen toda su pasión y profesionalidad para que la experiencia de los clientes en el ‘shopping resort’ sea extraordinaria. Esta joven de Utebo lleva ya ocho años trabajando en Café Espresso y, según asegura, su vida sería totalmente diferente sin su amado quiosco de cafetería.
“Llevo desde los 16 años trabajando en hostelería. Mi familia siempre había tenido bares, pero cuando mis padres se jubilaron y se marcharon a su pueblo, El Frasno, tuve que sacarme las castañas del fuego- explica Marian-. En primer lugar, decidí tomarme un descanso, una especie de año sabático para reflexionar sobre lo que quería hacer. A veces la vida va muy rápido, entramos en la espiral de la rutina y no nos paramos a pensar si somos felices, qué queremos del presente y qué le pedimos al futuro. Después, hace ocho años, comencé a trabajar en el quiosco de Espresso y hasta ahora”.
El punto de encuentro perfecto
Marian se muestra encantada con su trabajo. La cafetería, situada en la zona central de la galería de tiendas de la primera planta, es el punto de encuentro perfecto tanto para los empleados del resto de establecimientos como para los clientes de Puerto Venecia. “Es maravilloso estar aquí. Es una zona de bienvenida de clientes muy familiar. Hay mucha gente que viene casi todos los días, gente asidua que, con solo verla, ya sé cómo quiere el café y cómo les ha ido el día; son amigos”, señala.
Al igual que Sergio, al que conocimos en Gato Preto, Marian ha forjado una gran amistad con otros muchos trabajadores del centro. Fanny, dependienta en Pull&Bear; Virginia, de Stradivarius; Marta, de Centros Único, y Alberto, que trabaja en Zara, son cuatro de esas personas que se han convertido en mucho más que compañeras. Juntos forman una piña. “Les conocí en el café, empezamos a coger confianza y ahora somos grandes amigos. Quedamos muy a menudo para ir de compras, tomar unos vinos o incluso irnos de concierto”, cuenta Marian. Allí trabajan también personas que ya conocía de fuera y con las cuáles puede mantener una relación más estrecha gracias a Puerto Venecia, como su mejor amiga Bárbara y su sobrina María. “La verdad es que trabajar aquí ha cambiado mi vida. Antes no tenía tanta vida social y ahora no paro”, añade entre risas. Incluso conserva amistades de personas que conoció allí, tras su paso por Puerto Venecia.
Tras su jornada laboral, le gusta ir a desconectar a Fitness park, un gimnasio situado en la zona de Boulevard de Puerto Venecia al que acude con compañeras de Café Espresso. Entre el trabajo, las amistades y algunas aficiones, el ‘shopping resort’ se han convertido en su segunda casa.
Para Marian, Puerto Venecia es como una gran familia. “Siempre están organizando actividades divertidas para crear lazos entre nosotros”, resalta. Hace poco realizaron una especie de concurso de "modelos por un día" en el que seleccionaron a cinco trabajadores de Puerto Venecia, Marian entre ellos, y les hicieron fotos vestidos con cinco conjuntos creados con ropa de diversas tiendas del centro. “Pusieron las fotos con unos qr, de manera que la gente que pasaba por aquí podía escanearlos, ver de dónde era cada prenda e ir a comprarla”, indica Marian. “También hacen calendarios con fotos de los trabajadores, eventos especiales para días señalados e, incluso, tenemos un Telegram donde todas las mañanas podemos pedir las canciones que queremos que pongan en el hilo musical”, concluye.
LOS IMPRESCINDIBLES DE MARIAN EN PUERTO VENECIA
