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Maikel Mesa y Mollejo cuidan del gol en el Real Zaragoza

En un Zaragoza donde solo dos tantos han sido obra de un delantero centro nato; Maikel Mesa y Mollejo han asumido el peso anotador durante la primera vuelta

Imágenes del partido entre el Amorebieta y el Real Zaragoza
Imágenes del partido entre el Amorebieta y el Real Zaragoza
Carlos Gil-Roig

En un Zaragoza caracterizado durante la primera vuelta por su pobreza ofensiva, sus debilidades rematadoras, su baja cuota de gol y el naufragio de los dos delanteros centro fichados por Juan Carlos Cordero en verano -Sinan Bakis y Sergi Enrich-; Maikel Mesa y Víctor Mollejo han asumido el papel de guardianes del gol.

Ambos son los dos artilleros principales de un equipo en el que los puntas natos, los ‘9’, los teóricos especialistas en la materia, están muy lejos de los mínimos en un equipo con las aspiraciones del Real Zaragoza y de las expectativas instaladas en la posición el pasado verano. Iván Azón es el único delantero centro de la terna configurada por Juan Carlos Cordero que ha visto puerta en la primera mitad de la competición: el canterano aragonés, hasta su lesión de rodilla, sumaba dos tantos, uno marcado al Eldense y otro al Sporting de Gijón en El Molinón. La cifra es baja, pero, al menos, supera el cero. Esa es la cantidad de goles que gobierna la cartilla estadística de Sergi Enrich y de Sinan Bakis.

Ante esta sequía, las figuras de un centrocampista con alma de delantero, un llegador, como Maikel Mesa y de un atacante polivalente como Víctor Mollejo han acudido al rescate para mantenerle al equipo cierto pulso goleador, al menos, un suministro suficiente como para que el Zaragoza se mantenga dentro del aprobado en el apartado ofensivo. Maikel Mesa ha sido el autor de seis goles (uno desde el punto de penalti), una cifra apreciable para media temporada en un jugador de sus características, en la línea de los ocho totalizados el curso pasado en el Albacete.

Por su parte, Víctor Mollejo suma cinco goles, cuatro en liga y otro en Copa del Rey en la eliminación contra el Atzeneta. El manchego, como ya sucediera la pasada temporada tras las lesiones de Azón y Giuliano Simeone, ha asumido mayores responsabilidades ofensivas. Desde la llegada de Julio Velázquez y la transformación del modelo y sistemas de juego; Mollejo ejerce de dinámico delantero centro. Ha adelantado en esa función a Sergi Enrich ante las ausencia de Sinan Bakis e Iván Azón, y ahora opera de referencia enérgica, inquieta y móvil en el ataque del Real Zaragoza. No es una posición nueva para Mollejo, pues su formación en la cantera del Atlético de Madrid se desarrolló en esa demarcación, y ahí jugó hasta que pasó al fútbol profesional y su versatilidad natural le condujo a los costados ofensivos y a tareas complementarias.

Ahora, como delantero centro inesperado del Real Zaragoza de Julio Velázquez, Víctor Mollejo está respondiendo con su ímpetu, tenacidad y desgaste habituales, pero también le ha agregado gol, el anotado frente al Levante, con un cabezazo fruto de sus notables y paradójicas cualidades en el juego aéreo para un futbolista de su tamaño.

Esperando a Bakis

Mientras tanto, en el Real Zaragoza se espera la reaparición de Bakis y que ello traiga los goles que se le presuponieron en verano, cuando desembarcó en La Romareda después de una temporada de 12 tantos en el Andorra. Sin embargo, hasta su lesión, nunca encajó en los patrones de juego de Fran Escribá y su incorporación estuvo marcada por un contexto táctico incoherente con sus mejores cualidades. No ha marcado, como tampoco lo ha hecho Enrich, fichado y convencido como revulsivo de lujo, pero que ni en ese papel ni en el de delantero principal ha dado señales positivas y ha dejado sensaciones de que su fútbol tiene más pasado que presente.

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