Real Zaragoza: Juan Carlos Cordero, año II
Los Reyes Magos le trajeron al Real Zaragoza las pasadas Navidades un nuevo director deportivo, un Juan Carlos Cordero que llegó a un club descabezado en el área deportiva y en busca de un nuevo rumbo. Cuando está a punto de cumplir un año en el cargo, el directivo cartagenero afronta el mercado invernal con unas necesidades no demasiado distintas a las de aquellos días. Un pivote, un atacante, un lateral… Todo suena muy parecido a lo que se oía por entonces.
Aquel mercado invernal cogió a Cordero sin apenas tiempo para poner su sello en los fichajes, aunque alguno llevaba su marca. Su primera ventana de verdad fue la del verano, cuando completó un listado de fichajes que resultó alabado casi por unanimidad, pero cuyo rendimiento ha sido dispar. Aunque todavía queda temporada, realmente se esperaba más de alguno.
La mejor prueba es que algunas de las necesidades actuales son para reforzar posiciones que supuestamente habían quedado cubiertas en verano. Las lesiones van a condicionar algunos movimientos, pero también el inesperado bajo rendimiento de algunos futbolistas y la carencia de perfiles diferentes, como la de un medio centro con más capacidad defensiva.
Las lesiones de Azón, Bakis y Lecoeuche, con su punto de incertidumbre, pueden provocar que Cordero agite el árbol con más fuerza. Será importante que lo que caiga, caiga bien. El Real Zaragoza no tiene demasiado margen de adaptación si se quiere enganchar a la zona de la tabla en la que se lucha por cosas bonitas. En una Segunda División sin un dominador claro, el equipo zaragozano está casi a la misma distancia del ‘play off’ que del descenso, por lo que pronto tendrá que decidir en qué pelea se quiere meter.
