El pueblo pequeño de Zaragoza con 44 habitantes sacado de una fábula para viajar a la Edad Media

Este encantador municipio aragonés se encuentra en el cielo de las Cinco Villas y atesora un patrimonio histórico y natural que revela el puro encanto de los Pirineos.

Visitar este pequeño pueblo de Zaragoza es viajar a la Edad Media
Visitar este pequeño pueblo de Zaragoza es viajar a la Edad Media
Laura Uranga

Bien por sus pocos habitantes, o bien por su ubicación, Aragón está muy salpicada de pueblos pequeños encantadores en cuyas calles se respira sosiego y tranquilidad. Pero, más allá de eso, tienen mucho que ofrecer. Y es que nuestra comunidad es un destino ideal para hacer una escapada en plena naturaleza y desconectar de la rutina. tanto por los tesoros arquitectónicos que se pueden encontrar como por los entornos naturales que rodean a los pueblecitos. En la provincia de Zaragoza podemos encontrar muchos de estos lugares que nos descubren joyas de lo más curiosas, atractivas y, quizás, algo desconocidas.

Qué ver en Longás, un pueblo en el Prepirineo de Zaragoza

En la cabecera de río Onsella, y enmarcada en la Sierra de Santo Domingo, en la Comarca de las Cinco Villas, se encuentra esta localidad en la que parece que el tiempo se haya detenido en la Edad Media. Ubicado en pleno Prepirineo aragonés se encuentra la Val o Ball d'Onsella, un valle que esconde curiosos pueblos perfectos para una escapada y es una entrada a Aragón desde Navarra.

Con clara evidencia montañesa en su arquitectura, caracterizada por las losas de piedra en sus tejados y sus clásicas chimeneas trococónicas, que protegen de la nieve y de las brujas, Longás es un paraíso para los amantes de la naturaleza y de la época medieval. Su pequeño casco urbano se compone de casas de piedra góticas y renacentistas, muchas de ellas de los siglos XIV y XV. 

Entre sus monumentos más destacados se encuentra la iglesia de Santa María, erigida en el siglo XIV, una edificación de planta octogonal y cuenta con un campanario, que conserva una interesante colección de arte religioso. Asimismo, es imprescindible el puente de piedra que cruza el río Onsella a su paso por la población, que es de estilo románico.

En las afueras del pueblo se alzan dos ermitas, la de Santa María Magdalena, del siglo XVIII, y la de Santo Domingo, ubicada en lo más alto de la Sierra de Santo Domingo, en la Zona Lurientes, declarado Paisaje Natural Protegido, desde donde hay unas panorámicas envidiables del Pirineo.

Las “rallas” de la Sierra de Santo Domingo separan la alta montaña pirenaica de la tierra llana. La Bal d'Onsella, repleto de extensos pinares y hayedos cubiertos de bojedas, es un paraíso para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre. Aquí puedes hacer excursiones de senderismo en familia, o bien, para los más atrevidos, rutas más exigentes como los itinerarios de 'trail running' y 'mountain bike'.

Dónde comer en Longás

Un buen lugar para llenar el estómago en este pueblo zaragozano es el Bar Hostal Os Tablaus. Se sitúa en la calle Baja, 22, y destaca por su sabroso laing.

Cómo llegar a Longás, en Zaragoza

Para llegar a Longás desde Zaragoza hay que tomar la A-127 en un trayecto de dos horas y cuarto en coche. Por otro lado, para llegar desde Huesca hay que tomar la A-132 en un trayecto de una hora y media en coche.

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