Una ruta familiar por uno de los rincones más bonitos y mágicos del Pirineo aragonés
En el extremo más occidental del Pirineo aragonés, en el Parque Natural de los Valles Occidentales, se ubica este espectacular valle con verdes praderas y una sucesión de pequeños meandros formados por el río Aragón Subordán.
La provincia de Huesca esconde uno de los lugares más emblemáticos, turísticos y hermosos de Aragón. Tanto por su fauna como por su flora, el Pirineo es un destino de obligada visita que nos descubrirá hermosos paisajes cuya belleza siempre sorprende. Su diversa oferta de bosques, como la Selva de Oza, el Bosque de la Pardina del Señor o el Bosque del Betato, así como de valles y parques naturales, como el Valle de Hecho y de Benasque o el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y el Parque Natural de los Valles Occidentales, entre otros. Podemos disfrutar de estos interesantes lugares mediante rutas senderistas, muchas de ellas aptas para hacer con niños. Es una escapada ideal para desconectar de la rutina en la naturaleza.
Te enseñamos una ruta familiar sin dificultad técnica y bien señalizada, cuyo itinerario transcurre por un tramo de la Senda Transpirenaica GR11, un impresionante sendero que cruza de punta a punta todos los Pirineos.
El valle glaciar de Aguas Tuertas
Se trata de una de las rutas más bonitas del Pirineo aragonés, situada en su extremo más occidental, que comienza en el Valle de Guarrinza y nos descubre un paisaje único: el zigzag del río Aragón Subordán en el valle de carácter glaciar conocido como Aguas Tuertas, que se ubica en el término de Ansó. Se caracteriza por sus construcciones megalíticas y su vegetación húmeda gracias a la influencia atlántica y alberga gran diversidad de flora y fauna.
Se encuentra situado en la Comarca de La Jacetania y su acceso pasa por el pueblo de Hecho y continúa dirección a la Selva de Oza por la garganta de la Boca del Infierno. Una vez pasado el Camping Selva de Oza, encontraremos un aparcamiento en el que dejar el coche y comenzar la ruta senderista por la pista de Guarrinza a pie: 16 kilómetros y unas 4 horas de duración para descubrir el mágico valle de Achar Aguas Tuertas.
La belleza de la ruta reside en el recorrido del río Aragón Subordán, que se abre paso por en medio del valle zigzagueando de forma serpentina en las verdes praderas. En los meandros que forma el río a lo largo y ancho del valle, se pueden avistar buitres, vacas y caballos, una fauna que completa la preciosa estampa que regala la naturaleza en esta zona.
Recorrido de la ruta por el paisaje de Aguas Tuertas
El primer tramo es muy sencillo: hay que seguir la pista de Guarrinza, una subida bien señalizada, suave y sin pérdida, que termina con una bella vista de las cascadas, de todo el Valle de Guarrinza y, además, del Túmulo del Salto, el más grande de Aragón, con 15 metros de diámetro. Continuamos hasta el collado de Achar, donde se encuentra el Refugio de Aguas Tuertas y las famosas vistas de su espectacular valle.
Descendemos para llegar al Dolmen de Aguas Tuertas, también conocido como la Caseta de Duende, ya que cuenta la leyenda que existía un duende guardián del valle que lo custodiaba a su entrada. Desde ahí se puede elegir el camino que sigue el río al puerto de Escalé para descender hasta el ibón de Estanés antes de regresar por el mismo camino, o bien continuar por lo que acabará siendo un trazado circular por el GR-10. Esta alternativa permite disfrutar de la vista del Conjunto del Mallo Blanco, una hora y cuarto de ida y una hora de vuelta de duración con un desnivel máximo de 270 metros.
Cómo llegar al inicio de la ruta de Aguas Tuertas
Para llegar desde Huesca al estacionamiento de Guarrinza, donde se inicia la ruta a pie, hay que ir hasta la localidad de Siresa y tomar la carretera hacia la Selva de Oza. Se trata de un trayecto de algo menos de dos horas en coche y hay que tomar la A-23.
