Senderismo
Rutas por el Pirineo aragonés para hacer en familia: de la Cola de Caballo a las Gorgas del Alba
El Pirineo aragonés es el destino ideal para las excursiones en familia de este verano con sus rutas sencillas de paisajes maravillosos.
Este verano existen numerosas opciones para pasar un buen día en familia en Aragón, pero qué mejor manera de estirar las piernas que haciendo una buena caminata y disfrutando al mismo tiempo de los increíbles paisajes que esconde el Pirineo aragonés. Si encima son rutas recomendadas para toda la familia en las que los niños van a disfrutar tanto como los mayores, mucho mejor.
Entre montañas, ríos, ibones y cascadas, los niños, al igual que los más mayores, podrán sentirse como verdaderos exploradores y aventureros mientras descubren la riqueza del patrimonio natural que les rodea y aprenden sobre la flora y fauna del territorio.
Ruta miradores de quebrantahuesos en Revilla
Este recorrido es sencillo y perfecto para andarlo y desandarlo en familia. Esta ruta permite admirar las maravillosas vistas de las Gargantas de Escuaín, entre el Valle de Pineta al norte y el cañón de Añisclo al oeste, e integrada en el Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido. No obstante, el espectacular paisaje de los miradores a los que te lleva esta excursión no es lo único por lo que merece la pena hacerles una visita.
El punto fuerte del sendero de Revilla son los miradores de Angonés. Estos posibilitan observar y estudiar en su hábitat natural a los reyes de las aves de presa en Aragón, es decir, los quebrantahuesos.
El itinerario tiene un sentido circular. Se inicia en los alrededores del pueblo de Revilla y lleva por las ruinas de la ermita de San Lorenzo hasta los miradores de Quebrantahuesos. Durante todo el recorrido, se puede disfrutar del extraordinario paisaje que dejan el río Yaga y la Peña Montañesa y Castillo Mayor.
Ibones de Asnos y Sabocos (Panticosa)
Otra manera de descubrir el paisaje del Pirineo aragonés que seguro vuelve 'locos' a los niños es hacerlo con la ruta de los Ibones de Asnos y Sobocos. Se trata de un buen plan para la familia porque parte del recorrido se realiza dentro de una telecabina sentados a metros y metros del suelo.
Con una duración de dos horas y media, la ruta atraviesa los ibones de Asnos y Sobocos, situados en las intermediaciones del dominio esquiable de la estación de esquí de Panticosa.
La telecabina está abierta hasta el 30 de agosto y es recomendable contratarla si se va con niños o personas mayores, pues la caminata es un poco extensa (7,5 kilómetros). Sin embargo, la ruta también puede hacerse a pie desde Hoz de Jaca o Panticosa.
Excursión por el valle de Añisclo: rutas del Agua
Para los verdaderos amantes de la naturaleza, el cañón de Añisclo es una visita obligatoria en el Pirineo aragonés. Apta para toda la familia por su sencillez, el cañón fue incorporado al Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido en 1982.
La ruta se inicia en el puente de San Urbez, se cruza el río Bellos por el puente medieval de imponente altura y se llega a la ermita de San Urbez, justo debajo de una gran roca. A partir de ahí, el sendero señaliza perfectamente la dirección a seguir dependiendo de las distintas rutas que hay para elegir. En una caminara de 45 minutos puedes llegar hasta el río Aso y disfrutar de bellas cascadas. El resto de rutas ya cuentan con más horas de recorrido para poder llegar al pueblo abandonado de Sicué, la Ripeta o la cascada de la Fuen Blanca.
Gorgas del Alba (Benasque)
Atravesando un bosque de hayas se recorre la ruta de las Gorgas del Alba. Esta ruta circular de los alrededores de Benasque permite a todos los miembros de la familia descubrir o reconocer numerosas especies de árboles y arbustos señalizados a lo largo del sendero botánico.
De una hora de duración, la ruta comienza en el puente del río Ésera, siguiendo las indicaciones podrás ver cascadas hasta integrarte en el bosque de hayas, donde la ruta se bifurcará en dos direcciones. Tomando la primera, se puede dar una vuelta circular al bosque de a penas 10 minutos para volver ala bifurcación y retomar la ruta. Recorriendo la pasarela metálica, se comienza el camino hacia las Gorgas del Alba y sus dos miradores con vistas que impresionan a cualquiera.
Cascada Cola de Caballo (Ordesa)
La excursión a la Cola de Caballo de Ordesa bien podría ser la ruta más conocida y concurrida del Pirineo oscense. Sin embargo, no es la más sencilla para hacer con niños por su larga duración (cinco horas y media). Como no hace falta completarla, sigue siendo una vista digna para todas las edades, hasta que las fuerzas aguanten. En una hora, se llega a las Cascadas de la Cueva y del Estrecho y, en dos, hasta las Gradas de Soaso.
Para iniciar la ruta se tiene que coger en autobús desde Torla que lleva hasta la pradera de Ordesa. Cascadas, ríos y puentes se suceden hasta llegar a la majestuosa Cola de Caballo, una de las mejores cascadas del mundo, según The Guardian.
