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Cinco experiencias para este verano en familia en el Pirineo
Pasar un día como pastor, recorrer el Sobrarbe en segway o hacer rafting en el río Ésera son algunas de las propuestas.
Las vacaciones con niños pueden ser muy divertidas pero también largas. Por eso, contar con planes diferentes escondidos en la manga es siempre una buena opción para cumplir con las expectativas de los más pequeños e incansables miembros de la familia. El Pirineo aragonés ofrece muchas posibilidades en este sentido. Turismo activo, excursiones y rutas en la naturaleza, convivencia con animales… Las opciones son muchas y aquí proponemos cinco experiencias para hacer este verano en familia.
Ser pastor por un día
Mundo pastores es el nombre de la experiencia que ofrece La Borda de Pastores, en la Pardina de Ayés (Rapún, Sabiñánigo). Empleada en la antigüedad para refugio de pastores y ganado, la borda tiene un restaurante donde comer migas y ternasco a la brasa, entre otras cosas, y también varios alojamientos. La estancia se puede completar, si se va con niños, pasando un día como un pastor. La propuesta cuenta con la distinción de las mejores experiencias turísticas de Aragón y consiste en descubrir divirtiéndose la cultura milenaria del pastoreo, la crianza del Ternasco de Aragón y las formas tradicionales de vida en el Pirineo en plena naturaleza. La próxima oportunidad de vivir esta experiencia es el 17 de julio y el precio es de 29.90 euros para adultos y de 19.90 para niños. La actividad comienza a las 11.30 y se prolonga hasta después de comer en la borda.
Durante la jornada se proyecta un audiovisual para conocer cómo es la vida de un pastor de ovino en la montaña. Después, se da un paseo con el rebaño por el campo y también hay juegos tradicionales de pastor. Para terminar, la comida típica a base de ensalada, migas y parrillada de ternasco de Aragón. Las reservas para esta actividad del 17 de julio se pueden realizar en la web de La Borda de Pastores.
Recorrer el Sobrarbe en segway
Guara Segway es una de las empresas de turismo activo de Aragón que ofrecen rutas en segway, un dispositivo de transporte eléctrico que funciona con autobalanceo sobre dos ruedas. Por sus características permite recorrer grandes distancias en poco tiempo y pisar por donde caminando no se podría. Esto propicia que sea una buena herramienta para hacer turismo en el Pirineo. Una de las rutas que organizan desde la citada empresa es por la comarca de Sobrarbe. El grupo siempre va acompañado de un guía y la duración de la actividad es de una hora y media aproximadamente.
El punto de encuentro es la Casa Ramiz (Sarratillo) y se sube por una pista en dirección Arcusa. La vuelta se hace por la zona de Las Pardinillas. El precio es de 45 euros por persona y la actividad se organiza para grupos de mínimo 4 y máximo 6 personas.
Rafting familiar en el río Ésera
En el Pirineo también se puede hacer rafting a nivel iniciación y varias empresas de turismo activo promueven esta actividad en el río Ésera, en el valle de Benasque. Aventura Raid Sarratillo, Guías de Torla o Agua y Nieve son tres empresas con las que poder vivir esta aventura en familia. Se puede hacer un tramo corto con niños a partir de 4 ó 5 años y el recorrido largo es para mayores de 14. Los precios oscilan entre los 35 y los 50 euros y la mejor época del año para hacerlo es entre abril y octubre, especialmente en verano. Una de las ventajas de este barranco, perfecto para iniciarse en esta práctica deportiva, es que la aproximación es corta.
El descenso del río Esera se realiza en los 13 kilómetros comprendidos entre las localidades de Campo y Santa Liestra. Los primeros nueve son aptos para todos los públicos con divertidos trenes de olas y buenas pozas para bañarse. Durante el descenso se pueden ver aves rapaces mientras el guía maneja la embarcación.
Visitar el Ecoparque El Juncaral
El Ecoparque El Juncaral, en Villanúa, ya está abierto todos los días (durante los meses de julio y agosto) y este año ha arrancado la temporada estival con un nuevo atractivo: un circuito de tirolinas que mide 800 metros. Así, por un lado se amplía la oferta de recorridos, sumándose este a los cuatro circuitos ya existentes y al parque infantil, y también se descongestionará el circuito Explorador que, al ser accesible para niños y adultos era el más transitado. Este nuevo circuito aéreo está compuesto por diez tirolinas que van desde los 40 metros de longitud hasta la más larga que alcanza los 200 metros. Está pensado para aquellos que no se encontraban cómodos en pasos acrobáticos que exigen mejores condiciones físicas pero que buscan algo de aventura.
Cuando se inauguró en 2009, este espacio se concibió como un parque de tirolinas pero, con el paso de los años se han ido incorporando nuevas actividades y atracciones que han contribuido a consolidarlo como una de las ofertas de ocio más completas de la zona. Y, por supuesto, el paraíso para los niños.
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