Así es la cascada escondida en el oasis que está muy cerca de Zaragoza
A menos de 30 kilómetros de la capital de Aragón encontramos un parque natural en un pintoresco pueblo que alberga una presa romana, origen de este mágico salto de agua.
No hay que irse muy lejos para disfrutar de preciosos paisajes en Aragón. En la propia provincia de Zaragoza, incluso a pocos kilómetros de la capital, podemos encontrar gran cantidad de entornos naturales que quizás pasan algo desapercibidos, pero que merece mucho la pena conocer por su belleza e historia. La oferta en los alrededores de la capital de la comunidad es muy amplia y sus paisajes únicos deleitan tanto a los turistas como a los habitantes que quieren escapar de la rutina aunque sea por unas horas. Por ello, no necesitamos más que una hora y pico o dos de coche para encontrar lugares muy bonitos a los que acudir en busca de postales increíbles en Aragón.
La cascada del Parque Municipal de Muel
Este pintoresco pueblo de la Comarca Campo de Cariñena, en la provincia de Zaragoza, está situado al sur de la capital, a apenas 28 kilómetros, y cuenta con un tesoro en su Parque Municipal que pocos conocen pero que, sin duda, merece la pena descubrir.
El parque se sitúa en el antiguo cauce del río Huerva y es un lugar lleno de historia y naturaleza. Allí se construyó una presa romana que desvía el cauce del río hacia un barranco para aparecer de nuevo en el parque en forma de cascada. Debajo de la misma se crean pozas en las que vecinos y visitantes se bañan en verano y disfrutan de este paraje.
Pero no solo los romanos son los causantes de este lugar mágico, ya que cuando los árabes se encontraron con este oasis, se instalaron en él y dejaron parte de su cultura: hay restos de un antiguo castillo y un jardín con presencia de canales de agua y hierbas aromáticas.
Hoy en día, además, hay una iglesia con pinturas de Francisco de Goya en lo alto de la presa; un edificio que cumple la función de biblioteca y casa cultural que preside el parque; y un jardín europeo con plataneros de sombra entrelazados.
Muel, un pueblo de tradición ceramista
Este pueblo tiene una gran tradición ceramista musulmana, que alcanzó su auge a lo largo de la Edad Media. Fue tal la relevancia de la localidad en la época que, en el siglo XVI, la mayor parte de sus habitantes se dedicaban a la alfarería y podemos disfrutar de sus muestras en varios museos.
Tras la expulsión de los moriscos, esta industria artesana desapareció casi completamente. No obstante, en la actualidad Muel ha resurgido como centro ceramista, y la cerámica del pueblo goza, de nuevo, de fama internacional gracias al Taller-Escuela de Cerámica y el Museo de la Cerámica.
Cómo llegar a Muel y a su bella cascada
Para llegar a Muel desde Zaragoza podemos hacerlo tanto en tren como en autobús y coche por la A-23, trayecto que nos llevará menos de media hora. Una vez en la localidad, para llegar a la cascada únicamente hay que seguir las indicaciones hasta el Parque Municipal.
