Pueblos de Aragón para huir del calor, dormir a pierna suelta y que merece la pena visitar
Estas tres localidades aragonesas disfrutan de las temperaturas más frescas de la Comunidad en los meses estivales y una de ellas tiene el récord de ser la más fría de España en esta época.
Las olas de calor son cada vez más habituales en verano. Las temperaturas en ciudades como Zaragoza superan los 40 grados de forma cada vez más habitual y dormir se convierte en un lujo para muchos. Sin embargo, en Aragón existen pueblos donde es más fácil escapar del sofocante bochorno y descansar sin sudar la gota gorda. Su ubicación les permite disfrutar de noches de chaqueta a la fresca. Por eso, cuando llega la canícula, ven multiplicada su población.
La Agencia Estatal de Meteorología Aemet apunta que esta semana los termómetros se dispararán hasta los 44 grados en la capital aragonesa, así que nunca está de más saber cuáles son y dónde están los municipios aragoneses que disfrutan de las noches veraniegas más suaves. Además, uno de ellos posee el récord de tener la noche más fresca de toda España.
Griegos, en la Sierra de Albarracín Teruel
Los amantes del frío encontrarán su lugar en Griegos. Una localidad situada en el llamado 'triángulo del hielo' entre Molina de Aragón, Calamocha y Teruel. Este municipio de la sierra de Albarracín posee el título de ser el 'pueblo más frío de España, también en verano', debido a que las temperaturas medias durante los tres meses estivales se establecen en 15 grados con máximas de 22 y mínimas de 9, la más baja alcanzada en una zona habitada en España,
Luesia en las Cinco Villas de Zaragoza
La localidad zaragozana de Luesia, en las Cinco Villas, es un destino veraniego de primer orden. Este pequeño pueblo enclavado en la sierra que lleva su nombre duplica sus poco más de 300 habitantes en verano. Razones para este 'boom' demográfico estival hay muchas: las numerosas rutas senderistas o la posibilidad de bañarse en las azules aguas del Pozo de Pígalo, son más que suficientes. Pero su ubicación le confiere unas noches frescas cuando a poco más de 100 kilómetros, en Zaragoza, no se puede pegar ojo.
La temperatura máxima promedio en el mes de julio en Luesia no supera los 24 grados y la mínima es de alrededor de 12 con lo que no cabe olvidar la chaqueta si se busca disfrutar de la tranquilidad veraniega en esta población. Además de Pígalo, el curso del río Arba atesora otros puntos habituales de baño y esparcimiento.
Tramacastilla de Tena, en el Pirineo de Huesca
Paisajes increíbles, rutas de montaña y un tiempo más que agradable en verano se pueden encontrar en muchos lugares del Pirineo aragonés, pero es en Tramacastilla de Tena donde consiguen verdadera relevancia. Esta coqueta población que asoma sus tejados al embalse de Búbal disfruta de temperaturas mínimas en julio de 12 grados y máximas de 25 en verano para dormir a pierna suelta.
Además, desde esta población parte el tren de alta montaña que asciende al ibón de las Paúles para descubrir uno de los lugares más encantadores del pirineo. Un 'paseíto' de 45 minutos a pie sin forzar.
