Las mejores aguas termales de Aragón para refrescarte y sentir la paz en entornos únicos
Balnearios de ensueño para pasar unas vacaciones en la Comunidad que invitan al cuidado de la salud, la relajación y la desconexión en entornos naturales.
Aragón cuenta con numerosos centros termales por todo el territorio. Sus manantiales naturales tienen gran cantidad de beneficios para la salud que aprovechan las propiedades minerales de los terrenos rocosos donde se encuentran. El agua de lluvia o nieve se filtra y penetra en sus capas inferiores y emerge en otras zonas de menos altitud en surtidores y fuentes termales repletas de salud. Las aguas que brotan del interior de la tierra son beneficiosas por sus provechosas aplicaciones para la piel y el tratamiento de patologías locomotoras, digestivas y respiratorias.
Los edificios históricos que acogen los balnearios tienen su máximo esplendor en la segunda mitad del siglo XIX y son también un atractivo turístico para los visitantes. Estos son los mejores balnearios con manantiales cuyas aguas tienen propiedades terapéuticas y dónde podemos encontrarlos.
Paracuellos de Jiloca (Zaragoza)
El Balneario de Paracuellos de Jiloca cuenta con 160 años de historia. Y su famosa agua sulfurada tiene resultados muy positivos, reconocida por la comunidad científica médica y por los agüistas que realizan tratamientos termales en ella. Son ricas en sulfuro de hidrógeno, un compuesto importante en el tratamiento del reuma, enfermedades de la piel o complicaciones respiratorias.
Baños de Panticosa (Huesca)
Las aguas mineromedicinales del Balneario de Panticosa, procedentes de seis manantiales distintos, contribuyen a la relajación en unas modernas instalaciones ubicadas en un entorno privilegiado que invitan a dejar atrás el estrés de la rutina.
Termas de Pallarés (Zaragoza)
En Alhama de Aragón encontramos las aguas terapéuticas que alivian dolores articulares y estimulan el organismo en las Termas Pallarés. Sus baños termales son tratamientos analgésicos y sedantes que ayudan a combatir el estrés, la ansiedad y la alteraciones nerviosas. Sus propiedades disminuyen contracturas musculares y aumentan el flujo sanguíneo. En esta región encontramos varias fuentes termales cuyas aguas tienen usos medicinales para reumatismo, artrosis, cuadros crónicos bronquiales y alergias.
Manantial de “Los Baños” de Ariño (Teruel)
Las aguas del Balneario de Ariño en Zaragoza proceden de unas fuentes que nacen a 70 metros de profundidad y manan con una temperatura entre 22 y 24 grados. Su composición de fuerte mineralización es idónea para tratar distintas patologías dermatológicas e intestinales. Son ricas en sulfato, bicarbonato, calcio y magnesio y contribuyen al tratamiento de hipercolesterinemia, alteraciones reumáticas y obesidad.
Balneario Sicilia en Jaraba (Zaragoza)
En el Balneario de Sicilia se encuentran las mejores fuentes de aguas termales y minero-medicinales de España. El agua que emana de sus manantiales es muy beneficiosa para combatir problemas renales y urinarios por sus efectos diuréticos y su alto valor antioxidante.
Vilas del Turbón (Huesca)
Las aguas que brotan del manantial Virgen de la Peña destacan por su baja concentración de sodio. Tienen efecto diurético que dificulta la calculosis, puesto que favorece la acción mecánica de lavado y arrastre de sedimentos.
Balneario de la Virgen (Zaragoza)
Se sitúa en el paraje natural del cañón y hoces del río mesa y cuenta con una tradición centenaria del uso de aguas mineromedicinales cuyas propiedades terapéuticas las hacen idóneas para el tratamiento de problemas digestivos y circulatorios. Es apta, también, para reumatología y endocrinología y proporciona una acción diurética, sedante y depurativa.
Balneario de Manzanera El Paraíso (Teruel)
En este balneario de Teruel encontramos una amplia oferta de tratamientos que palian trastornos digestivos, respiratorios y del aparato locomotor y abordan afecciones dermatológicas. Sus aguas, procedentes de cinco manantiales, eran conocidas por pobladores de la zona en época romana por sus poderes curativos.
