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Cena en la corte papal de Benedicto XIII: una exclusiva cata palaciega en Zaragoza
Este sábado se celebra el evento en un enclave histórico de la ciudad.
Se hace saber que el próximo sábado se celebrará en Zaragoza una cena de la corte papal de Benedicto XIII. Como si fuera un anuncio de tiempos del Papa Luna, de hace seis siglos, se presenta este evento con un menú elaborado a partir de los libros y crónicas de su época.
El escenario será un lugar visitado por otros pontífices: el palacio arzobispal de la capital aragonesa, en la plaza de la Seo. Precisamente, en este histórico edificio se puede disfrutar una exposición que gira en torno al papa de Illueca –hasta el próximo 2 de julio- y que será el aperitivo de la velada. Tras una visita guiada a la muestra, se comenzará con el convite papal.
"Vamos a recorrer con el paladar desde la infancia del Papa Luna en Illueca, pasando por Italia, un poco de Francia... es un menú a lo largo de toda su vida para terminar en Peñíscola, que es donde falleció", relata Luis Ángel López, especialista en recreaciones culinarias históricas.
Luis Ángel avisa que "es un menú peculiar, diferente a los que se conocen hoy en día", ya que entonces se ponían sobre la mesa los alimentos para compartir. "Es una cena con alimentos y elaboraciones de la época, una reinterpretación en forma de degustación con un aperitivo, dos entrantes, dos segundos y un postre", lo resume. Se puede asistir reservando en el Alma Mater Museum (25 euros), llamando por teléfono (976 39 94 88).
"Lo primero que encontramos en el proceso de documentación fue la factura de la comida de la visita que le hizo el rey de Aragón en Niza para intentar dejar el cisma de occidente", cuenta López. Jamones, perniles, queso o trigo para hacer pan fue parte de la mercancía que utilizaron tanto para el desplazamiento como en su estancia en la ciudad francesa. En esa investigación, que ha ejecutado con la complicidad de la historiadora Carmen Abad, se ha encontrado con ingredientes que se han mantendio, si bien las elaboraciones han cambiado.
El uso del dulce, por ejemplo la miel, como conservante en la cocina o el consumo solamente de queso elaborado son algunas de las curiosidades que se pueden descubrir en esta cena. "Hemos descubierto que solo estando el Rey de Aragón en la mesa se podía comer esturión, en ninguna otra ocasión", desvela López, que organiza asiduamente este tipo de catas en el palacio arzobispal.
Luis Ángel, panadero de profesión, ofrecerá un postre nuevo: tiara papal. "Es un homenaje a Benedicto XIII, una sorpresa compuesta de tres ingredientes que serán un billete de viaje a Illueca, Aviñón y a tierras italianas", revela el aragonés.
El maridaje también estará ajustado a la época, ya que se han elegido vinos que se mencionan en cartas del Papa Luna, por ejemplo de Almonacid, Cariñena o Longares. Serán seis vinos seleccionados por expertos entre los que habrá tintos, garnachas blancas, de consagrar y un cava como colofón.
Un evento similar se celebró en Peñíscola el fin de semana de San Jorge, de la mano de dos profesores de Barcelona, en las Jornadas Internacionales del Papa Luna. "Ellos encontraron diferentes papeles y libros de la época en Peñíscola, como uno de cabreo -de cuentas-, donde se registraban todos los alimentos que se comían a lo largo del año, tanto lo que entraba a la cocina como lo que se guardaba en el almacén".
