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Los miradores de Revilla, una ruta para hacer en familia en el Pirineo

Es un recorrido circular de 4,5 kilómetros por las gargantas de Escuaín, uno de los sectores más desconocidos del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

La ruta de este sábado llegará hasta los Miradores de Revilla.
Imagen de archivo de uno de los miradores de Revilla
Geoparque Pirineos

La ruta de los miradores de Revilla es una de las actividades que se pueden hacer en el Pirineo en familia. Es una caminata fácil, apta para niños, de alrededor de una hora y media de duración. Se trata de un recorrido circular de 4.5 kilómetros desde la localidad de Revilla hasta los miradores de Agonés, por las gargantas de Escuaín. Se trata del valle de Tella, uno de los más desconocidos del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, lo que también hace especial esta propuesta. El atractivo de esta ruta son las vistas del cañón del río Yaga y las gargantas de Escuaín desde varios miradores.

El sendero está totalmente señalizado y transcurre por la vertiente meridional de la sierra de Las Sucas, en el término municipal de Tella-Sin. Durante el itinerario, que va por la margen izquierda del río Yaga, hay paneles interpretativos sobre el quebrantahuesos. Aquí está en su hábitat natural y esta zona se considera una de las mejores de Europa para observarlo.

La ruta comienza en el pequeño pueblo de Revilla, de apenas una decena de habitantes. A unos 800 metros de comenzar a andar ya aparece el primer punto de interés. Se trata de las ruinas de la ermita de San Lorenzo. El templo, construido en el siglo XI en estilo románico, estuvo adosado a la ladera de la montaña, pero solo quedan unos pocos restos. Para llegar hasta allí hay que desviarse un poco del camino, aunque está señalizado. Junto a la ermita hay un panel explicativo donde se da una descripción de los grabados encontrados posteriormente en las paredes.

Siguiendo por el sendero señalizado, aparece el primer mirador, a la izquierda, justo en frente del pueblo de Escuaín y la garganta. Por si estas vistas no fueran lo suficientemente buenas, las que se obtienen desde el segundo mirador, avanzando en la ruta a mano derecha, casi le hacen la competencia. Desde este punto se puede contemplar la forma que hace el río Yago a su paso por la garganta, donde confluye con el barranco de Agonés. Aunque suelen estar cerca y se ven a simple vista, para los amantes de la ornitología, se recomienda llevar prismáticos para contemplar la colonia de aves rapaces que vive en las rocas de esta zona.

La vuelta se puede realizar o bien por el mismo camino de ida o tomando un desvío señalizado hacia Revilla y haciendo la excursión circular. De esta manera, se obtienen otras vistas del cañón del río Yaga y las gargantas, así como de la Peña Montañesa y del Castillo Mayor.

Con miradores o sin ellos, esta ruta es agradable y bonita solo por el entorno por el que discurre. Se puede hacer en cualquier época del año, aunque en invierno puede haber nieve y si ha llovido mucho previamente, el terreno estará embarrado. Para llegar al punto de partida, se puede ir en coche hasta un pequeño espacio habilitado en la misma curva donde comienza la senda, al borde de la carretera. Está a unos 500 metros del pueblo de Revilla.

Otras rutas en el valle de Tella

Además de la ruta de los miradores de Revilla, el valle de Tella ofrece otras posibilidades para recorrer lugares singulares caminando. Una propuesta algo más exigente es la excursión desde Revilla hasta el refugio de Foratarruego. El recorrido se realiza por una senda señalizada durante unas tres horas. El citado refugio está a 1.950 metros de altitud, a los pies de la sierra de Las Sucas y frente al Castillo Mayor. Otra posible alternativa es realizar la ruta de las ermitas de Tella o hacer una caminata desde la aldea de Escuaín hasta La Valle (donde hay un pequeño observatorio de aves abierto al público) y el Puente de los Mallos. Se trata de una sencilla ruta entre bosques, antiguos campos de cultivo y viejos refugios de pastores.

Toda la información sobre estas rutas y otras actividades del sector de Escuaín, el más desconocido del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, se puede en el Centro de Visitantes de Tella (calle La Iglesia s/n), que abre los fines de semana. También está disponible el Punto de información de Escuaín (calle Única s/n), abierto todos los días en temporada alta.

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