aragón es extraordinario

Alcolea de Cinca, en ágil transformación

El éxito de los aceites Flor de Sal y Shio sustenta el espíritu emprendedor de Manuel Fortón, responsable además de turismo y desarrollo en el Ayuntamiento local

Manuel Fortón tenía claro un asunto desde pequeñito. Así dicho asusta un poco, tanta decisión en un infante, pero el tiempo se ha encargado de probar lo acertado del enfoque: lo suyo era trabajar la tierra, aunque luego haya diversificado las tareas periféricas que, por ejemplo, le han llevado a ser tercer teniente de alcalde y concejal de turismo, desarrollo y medioambiente en su pueblo, Alcolea de Cinca. Una localidad que destaca por su arroz y el olivo, además de mantener segmentos laborales tan inusuales como una fábrica de ladrillos (Dobón), la tienda de juguetes artesanos de madera Pitos y Flautas o un taxidermista.

"Siempre quise trabajar en el campo –explica Manuel– y tuve muy clara la elección;ingeniería agrónoma. Hice la técnica, luego la superior y empecé a trabajar en una multinacional asentada en Fraga, asesorando fincas durante ocho campañas. Mientras tanto iba pensando en explorar las posibilidades de las tierras que teníamos en casa, hice mis números allá por 2007, cuando la economía andaba bien, y comencé poco después con la plantación de aceitunas, ya en crisis".

Dice Manuel que al principio no pensaba hacer marca ni comercializar producto terminado. "Iba a vender las aceitunas y tener un complemento a mi salario como asesor, pero cuando un kilo de aceitunas pasó a valer 30 céntimos, que son los costes de producción, tuve que buscar una alternativa; al final, una crisis agudiza el ingenio".

Manuel fundó la marca aceitera Flor de Sal; luego abrió una línea ‘premium’ bajo la divisa Shio, con aceites de recolección temprana. "Shio nos está dando muchas alegrías, sobre todo en el mercado internacional. Tiene mercado, aunque sea un producto de precio elevado, y está tirando de la otra marca, Flor de Sal. También estamos haciendo paté de olivas y ya tenemos tienda online, que ha funcionado muy bien. Ahora quiero estudiar sinergias con otros productores, y antes que ampliar tierras, busco valor añadido a lo que tenemos. Desde hace unos años, además, tengo una finca de granadas, rojísimas y muy jugosas; traje de Israel la variedad que trabajamos, por la que pago al gobierno israelí; solamente la tenemos cinco personas en Europa. Son de recogida temprana, en agosto y principio de septiembre, más de un mes antes de lo normal en Europa. Buscas el nicho de mercado que queda entre las últimas de Sudáfrica y Chile y las primeras de aquí".

Entre los muchos alicientes para visitar Alcolea que Manuel va desgranando, como buen responsable de área y transformador agroalimentario que es, hace hincapié en la gastronomía. "Los viernes tenemos en Alcolea ruta de tapas, con las barras de nuestros bares y restaurantes llena de pinchos a lo casco viejo donostiarra. Los domingos, como explicamos desde la web de Turismo Alcolea, hay tradición de paella, con carne y pocos ‘cucos’, palabra que alude al marisco. En cuanto al salmorrejo, es una receta típica de navidad aquí; lleva cardo y bacalao en salsa de almendras". Otro producto típico de Alcolea y de toda la zona son los empanadones; aunque pueden hallarse de chocolate, harina, cabello de ángel o manzana, el tradicional es el de calabaza. ‘Bocato di cardinale’.

Las alturas que quitan el hipo y la huella de un genio literario

Manuel Fortón es realista y, al mismo tiempo, pertenece al club de los que creen en el nulo éxito de los intentos que no se llevan a cabo. "Las zonas de interior tienen sus complicaciones para captar turismo, y si no hay otros atractivos como montañas altas o nieve, todavía más, pero por suerte hay otros recursos que cautivan a la gente, y aquí tenemos muchas cosas para ofrecer. En el aspecto geológico, Las Ripas son un valor que atrae gente de toda la comarca y las zonas circundantes. Además, gracias a las posibilidades de observación ornitológica, suelen llegar muchos visitantes extranjeros, franceses sobre todo. Para ellos y para los vecinos que disfrutan con la caminata hasta arriba, aunque se puede llegar perfectamente en coche, hemos puesto unos bancos arriba; es un lugar perfecto para desconecte, con las increíbles vistas del Pirineo ante los ojos".

Las Ripas impresionan; son escarpes verticales de unos 90 metros de altura, que se formaron por una incisión lineal del río Cinca; la corriente, que hoy ya no fluye por el mismo lugar, fue actuando literalmente de lija, cortando la piedra y generando una erosión de los materiales terciarios de la plataforma estructural de los Monegros. Al frente, la estepa; desde abajo, en la carretera, la vista de estos cortados evoca a un acantilado del Mar Norte; no hace falta que sean blancos como en Dover o verdemarrones como en Moher; de hecho, con la luz adecuada, cambian de color. Y hablando de vistas, floraciones varias aparte al final de cada invierno y la primavera, destacan los arrozales; las variedades niral y brazal arrasan en los mercados aragoneses, y los propios arrozales son un espectáculo.

Sender

En el aspecto cultural, la huella de Ramón J.Sender es poderosa. Acaban de cumplirse los 120 años de su nacimiento, acaecido en la vecina Chalamera, pero Alcolea (pueblo de su madre) reclama su ‘cuota’ del genial literato debido a que vivió allá su infancia. "También tenemos cinco puntos identificados de trincheras pertenecientes al frente del Cinca, que están restaurándose en varias localidades de la zona para armar una ruta conjunta".

El conjunto arqueológico de La Codera es otra maravilla sin la repercusión merecida. En apenas unos cuentos de metros hay varios puntos de interés, objeto de exploraciones y catalogaciones desde los años 90. Lo descubierto hasta ahora va desde la Edad del Bronce a la época ibérica, con un asentamiento de Campos de Urnas, un poblado de la Edad del Hierro (el mejor conservado del lugar), dos necrópolis asociadas a éste último y un poblado ibérico, entre otros hallazgos pendientes de clasificar.

En la zona se han identificado (ver Turismo Alcolea) un buen puñado de rutas para realizar el BTT o a pie, con paseos tematizados y otros de pura aventura. En cuanto a la iglesia local, era la segunda más grande de la diócesis de Lérida cuando el pueblo pertenecía a ella; data del siglo XVIII y es neoclásica, con el retablo del Santo Cristo de los Milagros como joya principal.

Vídeo de Alcolea de Cinca en 'Aragón es extraordinario'

El Salto Lavador, un rincón cargado de historia y polivalencia

El Centro Ramón J. Sender, en pleno centro del casco urbano, es un conjunto que integra el Museo de la Molienda (una muestra breve, aunque bien estructurada) y una exposición de los múltiples hallazgos recabados en el yacimiento arqueológico de La Codera. En su día, y con el ingenio árabe como motor, se aprovechaba la altura de la acequia antigua que atravesando el pueblo para represar agua en un embalse que había justo delante del molino. La idea era asegurar un caudal regular, independientemente de los usos de riego. El agua sobrante salía por tres aliviaderos regulados por una compuerta central (en la imagen) que continúa en uso.Este enclave recibe el nombre de Salto Lavador, ya que en su día tenía un doble uso; también se utilizaba el agua de la represa para limpiar la ropa, aprovechando unos caños de piedra que hoy en día ya no son funcionales.

ALCOLEA DE CINCA

Comarca. Cinca Medio.

Cómo llegar. Desde Huesca, su capital de provincia, hay 79 kilómetros por la A-131.

Dónde comer y dormir. Cafetería el Cantillo, Bar el Palomo, El Mirador, El Portal (su chef, Ramón Lapuyade, ha ganado varios premios nacionales) y Las Ripas: estos dos últimos también son hostales. También se cuenta con La Mayor; en verano se suman el bar de la tercera edad y el de las piscinas.

Los Blecua. Hay dos José Manuel Blecua con raíces en Alcolea, padre e hijo, ambos académicos en la RAE.

Fiestas. Aunque hay festejos durante todo el año, las mayores duran cuatro días y son las del Santo Cristo el 14 de septiembre, día del patrón, con la misa de peregrinos organizada por la propia cofradía del Santo Cristo

AlcoleArte. Este grupo de artistas multidisciplinares exhibe las maquetas de Ángel Lacasa, los óleos de Araceli Ramos, los cuadros y la joyería artesana de Clara Blasco, las acuarelas de Ester Eri y las vanguardistas esculturas de J. Bamala Borruel.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es extraordinario'.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión